Los técnicos del Servicio Departamental de Salud de La Paz (Sedes) detectaron el fin de semana un caso sospechoso de peste bubónica en una comunidad del municipio de Apolo, informó el jefe de Epidemiología de la entidad, René Barrientos.
«El sospechoso de portar la enfermedad es un adolescente de 14 años, de la comunidad de Curiza, en el municipio de Apolo. No sabemos todavía el resultado del laboratorio, porque está en cultivo, pero el miércoles ya sabremos si es peste bubónica», aseveró.
La autoridad explicó que los tres técnicos del Sedes, enviados a la zona pestígena la anterior semana, realizaron un rastrillaje por toda la zona para evaluar si aumentó la densidad de las pulgas y en ese ínterin es que dieron con el adolescente que tenía los síntomas iniciales de la enfermedad.
Según Barrientos, el paciente presentó un cuadro de fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y debilitación, por ello fue aislado de inmediato y sometido al tratamiento con antibióticos.
El anterior 11 de agosto, el Gobierno, a través del Sedes, inició las tareas preventivas ante un eventual brote de peste bubónica en Apolo, después de que Perú declaró alerta sanitaria por la aparición del mal; para ello envió tres técnicos del área. Dos días después, los especialistas informaron que la densidad de las pulgas aumentó en toda la región.
Es decir que los insectos fueron detectados incluso en las viviendas, situación que antes no se daba porque su reservorio de los insectos son los roedores salvajes, en el caso de Apolo, el ratón rattus rattus u otro mamífero de monte.
La peste bubónica es transmitida por la picadura de una pulga del tipo xenopsylla cheopis, o pulga de la rata. La pulga transmite la bacteria yersinia pestis. Los síntomas son fiebres altas y repentinas, dolor de cabeza, malestar general e inflamación de ganglios. La complicación de la enfermedad se denomina peste neumónica por ir acompañada de secreciones y «nemoutisis» (vómito de sangre), ocasionando la muerte por insuficiencia respiratoria.
La autoridad departamental de salud recomendó a la población de la zona denominada pestígena, es decir del municipio de Apolo, no matar por su cuenta a las pulgas o roedores, porque lo único que lograrán será expandir la enfermedad a otras zonas.
«La gente no puede matar a las pulgas o los reservorios de éstos que son los roedores salvajes, porque cualquier actividad que realicen ellos, sin un asesoramiento técnico, puede ser peligroso debido a que la enfermedad podría trasladarse a otras regiones y el control epidemiológico sería más problemático», indicó.
Explicó que para realizar esta tarea, este jueves ingresarán dos equipos de expertos en el tema del Sedes. Éstos no harán la fumigación habitual sino la desinfectación del ambiente. «Debemos hacer un rociado residual de cada casa para que la sustancia se quede por unos tres o seis meses impregnada, luego se pedirá que corten la hierba 100 metros alrededor de la casa y dentro de la misma se pedirá que guarden los alimentos».
En Perú murieron tres personas
Tres personas murieron en los dos últimos meses en Perú por el brote de peste bubónica y neumónica que afecta principalmente al norte del país, se informó en la página digital de la BBC Mundo. Según el ministro peruano de Salud, Óscar Ugarte, desde la aparición del primer caso, en junio, existen más de 30 personas infectadas por la enfermedad, pero aseguró que están bajo control.
De los tres fallecidos, los dos primeros murieron por peste bubónica, que se transmite por picaduras de pulgas de roedores, mientras que el tercero falleció a causa de la peste neumónica, la versión más mortal que se transmite entre seres humanos.
Según la explicación del jefe de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud de La Paz, René Barrientos, la peste neumónica es de un tipo y le sigue la septicémica, que luego de la picadura se introduce a la sangre. Aquella que mata en menos de 72 horas es la neumónica, que es cuando las bacterias ingresan a los pulmones y el contagio es por el aire, sin necesidad de la picadura de la pulga.
El Ministro de Salud de Perú culpó del brote de la enfermedad a la quema de tierras agrícolas y en particular los cultivos de caña de azúcar que, según dijo, han provocado la llegada de plagas de roedores a los pueblos.
La BBC informó que los equipos de exterminación de plagas del Perú fueron desplegados a zonas de alto riesgo y tomaron medidas para evitar una epidemia. El último brote de peste bubónica en el norte del Perú fue en 1994 y mató a 35 personas e infectó a más de mil.