Revilla alerta de ‘riesgo sanitario’ en el Cementerio
Saturación. El camposanto paceño podría colapsar a fin de año
El Cementerio General está al borde del colapso por la saturación de entierros y la Alcaldía de La Paz advierte de un «riesgo sanitario de graves consecuencias». El problema se presenta por el incremento de inhumaciones de la ciudad de El Alto.
El cierre del cementerio alteño de Villa Ingenio, hace dos años, y el hecho de que los familiares de los fallecidos prefieren al Cementerio General de La Paz para enterrar a sus seres queridos generaron esta situación.
El administrador del camposanto, Víctor Hugo Criales, informó de que ello significa el incremento del 40 por ciento de los entierros en La Paz. Esta progresión provocaría que el espacio deje de operar a fin de año.
Ante el problema, el alcalde paceño, Luis Revilla, envió una carta a su similar de El Alto, Édgar Patana. En la nota le pide la «pronta adopción de medidas de prevención», para evitar que en el corto plazo se produzca un problema que afecte a las dos ciudades y a su población «generando adicionalmente un riesgo sanitario de graves consecuencias», señala la nota.
Los focos de infección serían uno de los efectos por un inminente aumento en la cantidad de cuerpos abandonados o a la espera de su cremación, sin espacio en el lugar.
Criales explicó que el peligro se debe a que una vez que se sature el campo santo «ya no habrá dónde enterrar a los muertos». Informó que al día el Cementerio recibe entre 15 a 17 cuerpos, de los cuales entre cuatro a cinco provienen de El Alto.
El origen de los restos se identifica a través del pase de inhumación, la funeraria o el carnet de identidad de la persona. Criales indicó que hasta el 2006 se tenían registradas cuatro funerarias de El Alto. Hoy hay 15.
En la nota, el alcalde Revilla expresa que la necrópolis de La Paz ya no tiene dónde expandirse y se «encuentra al borde de la saturación y a punto del colapso inminente de su capacidad por falta de áreas».
Criales dijo que el Cementerio General tampoco puede rechazar los cuerpos. «No se puede negar el entierro a nadie, estaríamos contra la norma, las buenas costumbres y la ética. Pero es otra ciudad (El Alto) y amerita otro cementerio», declaró ante el problema.
Por normas establecidas, el Cementerio General alberga los cuerpos de los difuntos por ocho años. Después, los familiares pueden trasladar los restos a nichos de «cuerpo menor» por otros seis años, cremarlos o llevarlos a lugares privados.
Sin embargo, tres de cada 10 cuerpos enterrados nunca son visitados por sus familiares y en caso de abandono son trasladados a un depósito a la espera de ser enterrados en una fosa común o de ser cremados. El problema es la acumulación de cuerpos.
Datos del campo santo
El Cementerio General tiene 9,2 hectáreas y alberga 107 mil nichos en el área. Además, existen siete mil cuerpos abandonados que están en los depósitos para ser cremados.
En El Alto defienden derecho de elección
La Alcaldía de El Alto buscará un acercamiento con autoridades ediles de La Paz para analizar la situación en la que se encuentra el Cementerio General de la sede de gobierno. Sin embargo, el secretario General de la Alcaldía de El Alto, Sergio Choque, considera que los habitantes de esa ciudad tienen el derecho de escoger el lugar donde enterrar a sus difuntos.
«Éste es un problema de cada doliente, nosotros tenemos cuatro cementerios; pero si los familiares de un difunto quieren enterrarlo en La Paz están en su derecho de hacerlo», aseveró ayer la autoridad edilicia.
De todas maneras, no descartó la posibilidad de programar una reunión con el alcalde de La Paz, Luis Revilla, con el fin de llegar a un acuerdo sobre el uso del camposanto paceño.
Choque afirmó que cuando se conozca oficialmente la solicitud del alcalde de La Paz, Luis Revilla (remitida el 10 de agosto), se tomará una decisión inmediata para analizar la situación. «El alcalde Patana llega este miércoles de Venezuela y convocaremos a Revilla para una reunión», aseveró el funcionario.
La autoridad de la comuna dijo que se elabora un proyecto para la construcción, a mediano plazo, de un nuevo cementerio que reemplace al de Villa Ingenio y que pueda acoger a los entierros de la ciudadanía de la urbe.