Un amigo asfixió a Johnny con una bolsa de plástico
Investigación. El robo, una riña o la envidia son los posibles motivos del crimen

La vida al sector de Johnny Martínez, un joven de 20 años, fue segada por uno de sus mejores amigos, Saúl Rengel. Los familiares y amigos de Ciudad Satélite de El Alto lloran por su muerte y claman justicia. La Policía maneja tres hipótesis para establecer el móvil del crimen, el robo de una camioneta que Johnny iba a vender, una riña y la envidia que tenía el homicida hacia la víctima.
Cuando ocurrió el hecho, el informe policial reportó que el asesino era un supuesto comprador de vehículos. Sin embargo, tras las indagaciones se determinó que se trataba de Rengel, de 19 años, amigo y compañero de colegio de Johnny hace tres años.
«Investigaremos si hay otras razones por las que este sujeto mató a este joven. De momento sólo presumimos que fue para robarle su movilidad, cualquier otra causa la determinaremos en el transcurso de las investigaciones», dijo el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de El Alto (FELCC), coronel Arturo Ramírez.
Johnny tenía la intención de vender una camioneta Nissan último modelo en la feria de la 16 de Julio y se presume que pidió a Rengel que le acompañara. La víctima salió de su casa en la madrugada del jueves.
«Mi hijo me insistió salir a las cuatro de la mañana y me pareció raro porque él no acostumbraba a levantarse temprano. Fue la última vez que lo vi», dijo, entre lágrimas, su madre, Noemí Machicado.
Los investigadores presumen que ambos no llegaron hasta la feria alteña, al sector donde se compra y vende vehículos. Se cree que la víctima habría sido asesinada en otra zona de la ciudad de El Alto. «En la tarde del jueves, Rengel, luego de cometer el homicidio, habría buscado a su amigo, Adalid Valda (20), a quien le pidió que le ayudara a enterrar el cuerpo. Posteriormente, llevaron el cadáver a la zona de Milluni», manifestó Ramírez.
Después de enterrar el cuerpo de forma parcial y en su intento de huir del lugar, el homicida y su cómplice se enfangaron en la camioneta que pertenecía a la víctima.
Un grupo de volqueteros que estaba en el lugar se percató de lo que Rengel y su amigo hicieron, desenterraron el cuerpo y entregaron a los jóvenes a efectivos de la FELCC.
Rengel confesó que utilizó una bolsa de plástico para ahogar a Johnny, sin embargo, en sus primeras declaraciones no explicó las razones que lo llevaron a cometer el crimen. Por su parte, Valda aseveró que fue obligado por Rengel para llevar el cuerpo a la zona de Milluni.
En tanto, la noticia se difundió entre los familiares, amigos de Ciudad Satélite de El Alto y compañeros de colegio y universidad. En la zona, Johnny, era considerado como uno de los más carismáticos y queridos.
«Estaba lleno de vitalidad y no puedo creer que ahora esté muerto. Él no merecía morir de esa manera, era un chico deportista, alegre, divertido, estudioso y trabajador. Quería ser médico como su padre», sostuvo su amigo, Marcelo Rubín de Celis.
Los allegados de la víctima creen que Rengel sentía envidia por Johnny y que planificó su muerte. «No creo que el robo de la camioneta haya sido la única razón, para mí, sentía odio por él. Yo creo que este tipo no estaba solo, quizás fue influenciado por otras personas», acotó una de la primas de la víctima.
Sus amigos consideran que su estado atlético era bueno (practicaba fisicoculturismo) y sospechan que en el momento del crimen, Rengel pudo haber estado con otras personas que le ayudaron a cometer el crimen. Johnny practicaba, además, natación y patinaje. La víctima estuvo en dos colegios, hasta tercer o de secundaria en la Unidad de La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) y en cuarto de secundaria en el colegio Boliviano Holandés de El Alto. Cursaba el primer año de Medicina en la Universidad de San Andrés. Para hoy en la tarde se tiene previsto el entierro en el Cementerio Jardín de Kantutani, de la sede de gobierno.
Detalles legales del hecho
Juzgado
La audiencia cautelar para los dos detenidos se realizará hoy en el Juzgado 3° de la ciudad de El Alto a las 9.30.
Sin prontuario
Los acusados de la muerte de Johnny no tienen antecedentes policiales. La Policía investiga los nexos que tienen ambos.
Días antes, Johnny tuvo un sueño extraño
Días antes de su crimen, Johnny contó a su madre, Noemí Machicado, que había soñado con su abuelo fallecido, quien le había anunciado que se lo quería llevar consigo. El jueves, un amigo lo asfixió con una bolsa plástica.
«El otro día, mi sobrino se soñó con su abuelo. Él llegaba de un viaje, lo abrazó y anunció a su madre que se lo llevaría. En el sueño, mi hermana le dijo que no era tiempo todavía», contó a La Razón, Ariel Machicado, el tío de Johnny.
Al despertar, el joven le contó a su madre sobre su sueño, sin embargo, para ninguno de los dos significó una premonición.
«Sabiendo eso, era que no le deje salir a la calle», cuestionó Machicado en su desesperación, mientras el llanto hizo que se le entrecortara la voz.
Los padres de Johnny llegaron ayer muy temprano a la morgue del Hospital de Clínicas. Antes de que los médicos forenses le realicen la autopsia. Otros familiares intentaban darles consuelo y ayudarles en realizar los trámites.
La madre de Johnny, vestida de negro y con los ojos humedecidos, contó a La Razón que su hijo era muy simpático, que le encantaba estar con amigos y salir con ellos.
«Sus amigos están preparando todo arriba (Ciudad Satélite) para su velorio. No quisieron que sea en un velatorio de La Paz», señaló. Johnny es velado en la Piscina Vital, donde el joven iba constantemente a hacer deporte.