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Las cloacas revelan el consumo de cocaína

En la capital de Brasil se consumen dos toneladas de cocaína al año, según los resultados de un proyecto piloto de la Policía Federal capaz de localizar y medir los puntos de consumo a través de restos recogidos en las aguas residuales.

El perito jefe de la Policía Federal, Adriano Madaner, declaró a EFE que el método permite identificar dónde se consume o se ha producido la cocaína y «hasta determinar el consumo específico en un barrio de la ciudad».

Madaner explicó que este método científico es mucho más fiable y más rápido que los anteriores, basados en encuestas en las que se le preguntaba a la propia gente si consumía drogas y, cuando raramente alguien lo admitía, se le pedía que precisase cuánto.

El proyecto, bautizado Quantox, fue desarrollado por la Policía Federal de Brasilia junto con especialistas de la Universidad Estatal de Campinas, en Sao Paulo, la Universidad de Brasilia y la Compañía de Saneamiento Ambiental del Distrito Federal.

Análisis. Uno de los profesores que participó en el proyecto, Fernando Sodré, explicó a EFE que la cocaína que se consume se metaboliza y se expulsa a las pocas horas a través de la orina. De esa manera, es posible «determinar en qué cantidad se ha consumido droga en una determinada área geográfica» a través del análisis de sus aguas residuales, indicó.

A través de los residuos recogidos en las alcantarillas, los investigadores identifican la concentración de la cocaína y de la benzoilecgonina, sustancia expulsada por la orina producida con el consumo de la droga. Los peritos tomaron muestras de aguas cloacales en seis estaciones de tratamiento de Brasilia entre marzo y junio a través de dos recogidas, y a partir del resultado hicieron un cálculo del consumo de cocaína anual en la ciudad.

Los exámenes permiten incluso diferenciar dónde se consume y dónde se produce o procesa la droga.