La ‘220’ de la Alcaldía
Ingresó como secretaria. Hoy es una reconocida electricista
La primera vez que pisó una oficina de la Alcaldía, lo hizo con tacos y con traje sastre de secretaria. Después de 17 años se ha convertido en la única mujer capaz de probar la intensidad de la energía eléctrica con los dedos. Si la carga tiene fuerza sólo grita: «¡220!». De ahí viene el sobrenombre que tiene Janeth Sanjinés, que hoy cuenta con 43 años.
«En la Alcaldía, el trabajo siempre es para ayer y como no me gusta perder el tiempo en sacar un tester (instrumento de medición de la tensión de la corriente y la resistencia) toco los dos polos (de los cables) para sentir la fuerza. Si me patea es 220», explicó.
Janeth es una de las más apreciadas electricistas que tiene la Alcaldía de La Paz, pese a que al principio no tenía estudios específicos en esta área porque se hizo en la práctica.
«El mayor reto que tuve fue iluminar la fachada de la iglesia de San Francisco y sólo tenía dos días para hacerlo», recordó. Su primera tarea fue elaborar un mapa, pero no del templo colonial, sino de todo el sistema de energía eléctrica que necesitaría para la tarea.
No se acuerda del año, pero fue el último en el que la ciudad de La Paz festejó la llegada del 16 de julio en la plaza de San Francisco. En la fachada del templo se colocaron 3.500 metros de cables y 45 reflectores. «Ahora cambiaron los reflectores, pero todo el sistema sigue siendo el mío: la distribución y el cableado», dice con orgullo.
Su segundo reto fue revisar y corregir toda la instalación eléctrica del cine 6 de Agosto cuando este escenario pasó a ser administrado por la Alcaldía. La única instrucción que recuerda que le dieron sus superiores fue: «Queremos ver esto (el ingreso a la sala) totalmente iluminado». Y lo consiguió.
Después se dedicó a hacer las instalaciones eléctricas en las bibliotecas ediles; incluso, recuerda, entró al despacho del Alcalde en la década de Juan del Granado.
Pero tuvo que dejar de trabajar tiempo completo con electricidad y comenzó a vender boletos en el cine 6 de Agosto. ¿La razón? El 2009 le cayó sobre la espalda un andamio de metal mientras efectuaba una instalación eléctrica. Desde aquel día, la funcionaria no puede levantar objetos pesados, pero no ha abandonado su pasión por la electricidad.
Hoy, la «220» es una de las más solicitadas para realizar las conexiones. La solicitan, en especial, cuando se realiza la feria dominical de El Prado. «Es la única que sabe de qué postes sacar energía para los escenarios», manifestó uno de sus compañeros.
17 años de labor en la municipalidad
Nació el 12 de julio de 1967, cuatro días antes de las fiestas julianas. Tiene dos hijos de 23 y 9 años, su esposo falleció hace 10 años. Después de trabajar por 17 años en la Alcaldía, dice con orgullo: «Creo que me jubilo acá».
Comenzó su carrera administrativa en 1993, a los 26 años, como secretaria en la Subalcaldía de la zona Sur, aunque desde niña nunca le gustó el traje formal de dos piezas tuvo que vestirlo por varios años debido a las exigencias de sus funciones.
Su peregrinar hacia el mundo de los cables comenzó cuando la cambiaron de área. Dejó la Subalcaldía para trabajar como «control de personal» en la Dirección de Servicios Eléctricos. Pero como no era necesaria en esa función pasó de revisar planos de conexiones eléctricas a reparar las luminarias y los fotocontroles.
Después salió a las calles para ver las luminarias en pleno funcionamiento. Ése fue el punto en el que le gustó trabajar con la electricidad y comenzó a destacar entre sus compañeros. Por ello, fue invitada a realizar cursos de especialización en el área, en Santa Cruz y en La Paz. Asegura que nada le hace tan feliz como estar en sitios altos, pues en ese trabajo debía subir a los carros canasta que la elevaban por varios metros. Después, la encargaron para hacer instalaciones importantes como San Francisco.