Al fondo de la sala de emergencias, tras un biombo rosado, Simón Quispe, de 46 años, se hallaba sentado en el suelo sobre unas frazadas con los pies dentro de agua con desinfectante. Por la tarde fue operado. Para salvarle la vida, se le amputó los dedos.
Quispe es uno de los pacientes del Hospital de Clínicas de La Paz. Cuando todavía podía caminar, hace dos meses y medio, llegó al nosocomio desde Achacachi, donde era agricultor.
El director del hospital, Eduardo Chávez, dijo que «(el paciente) tenía várices o flebotrombosis (coágulos en las venas) que ocasionaron trastornos en sus pies. Con el tiempo afectó la irrigación de esa parte de su cuerpo». La sangre dejó de circular hasta la punta de sus dedos y los tejidos murieron.
Luego de ser tratado, Simón no siguió el tratamiento médico y, en varias ocasiones, abandonó el centro. Las enfermeras de la sala de emergencias dijeron que la última vez que ingresó al hospital fue el lunes. «Lo hizo arrastrándose sobre cartones porque ya no podía caminar».
Desde su ingreso hasta ayer, sus pies estaban sumergidos sobre bañadores. A través del agua se podía ver cómo el tejido muscular de los dedos prácticamente se desprendía e incluso dejaba al descubierto los huesos.
Sin darse cuenta del problema, Simón pedía ayer un remedio casero. «Quiero que me curen. Quiero que me pongan chaquilla (una especie de planta medicinal) para poder caminar, no tener problemas y no estar llorando a cada rato», exclamó por el dolor que le causa la herida.
Ayer por la mañana, el director del hospital asumió la decisión de amputarle los pies. Además, porque tampoco aparecieron familiares (dice que fallecieron). «En vista de que puede complicarse y ocasionar la muerte, me veo ante la necesidad de autorizar la cirugía».
Quispe ingresó al quirófano ayer por la tarde y en la operación le fueron amputados los dedos de ambos pies. Ahora, el paciente se encuentra en recuperación.
La autoridad informó de que después de la cirugía se debe cicatrizar los muñones de amputación. «Dejar que cicatricen bien las heridas. Después se debe rehabilitar a la persona sin pies. Para ello necesitaría de prótesis o andará en silla de ruedas». Mencionó que el hospital hace todo lo que está a su alcance para ayudar a los pacientes para su recuperación, pero en el caso de Simón se necesitará ayuda. «Un pie ortopédico es costoso».
Situación antes de la intervención
El hospital informó de que los dos pies estaban con una necrosis total (muerte patológica de las células y tejidos) por la falta de irrigación sanguínea a los dedos.