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El transporte público, el calvario de Villa Mercedario

Los pobladores de Villa Mercedario plantean la creación de una línea de transporte vecinal porque al menos 300 unidades de dos sindicatos de servicio público, Arco Iris y 18 de Diciembre, no pueden satisfacer a plenitud la demanda diaria de más de sus 60 mil habitantes.

Villa Mercedario está ubicada al sureste de la ciudad de El Alto, entre la carretera que une esa urbe con Laja y Desaguadero, y el final de la avenida Bolivia. Por el área atraviesan los ríos Sek’e y Kollpani.

Fuera de las horas pico, las calles de la zona son desérticas y el paso del transporte público es esporádico. En algunos casos, las personas deben caminar varias cuadras para encontrar transporte al inicio de la avenida Bolivia. El alcalde Édgar Patana prometió una reunión con los dirigentes vecinales la próxima semana para buscar una solución.

El mayor problema se presenta en las noches cuando los colegiales, estudiantes y trabajadores tienen que retornar a sus hogares. A partir de las 18.00, en las paradas de la Ceja o de Río Seco es difícil encontrar un motorizado y en muchos casos cada vecino se siente obligado a reunirse con otros para pagar un taxi.

«Buscamos hacer una ‘vaquita’ con otras personas, los taxis desde la Ceja nos cobran Bs 20 y desde el cruce Río Seco Bs 15. A veces sólo en transporte gasto al día entre Bs 40 y Bs 50», explica Ramiro Poquecho, empleado que trabaja en el Monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Eventualmente algunos conductores de taxi se animan a hacer el traslado de los vecinos cobrando Bs 3 por pasajero. En cada parada, decenas de personas se disputan por subirse a un número escaso de taxis que no sobrepasan los 20.

Los choferes de los pocos minibuses que trabajan en horario nocturno obligan a los pasajeros a pagar entre Bs 1,50 y Bs 2, cuando el pasaje establecido desde la Ceja es de Bs 1.

«Estos ‘minibuseros’ son unos abusivos, a parte de cobrarnos el doble en otros casos nos cobran Bs 1,50 y nos dejan en el Cruce (Río Seco) donde nos dicen que para continuar tenemos que pagar Bs 1 más, denuncia Consuelo Miranda, comerciante minorista de la zona.

DRAMA NOCTURNO A partir de las 21.00 desaparecen los taxis y los minibuses que pasan de forma muy esporádica. En algunos casos, las personas que llegan hasta el cruce de Río Seco se ven obligadas a retornar a sus hogares caminando varias cuadras en calles poco iluminadas.

«Cuando no encontramos transporte el riesgo es mayor porque proliferan los locales de expendio de alcohol. Desde acá salen noticias de asaltos y violaciones», dijo Ximena Troche, ama de casa.

Los vecinos afirmaron que se organizan para crear una línea de transporte vecinal con trufis y minibuses. «No nos queda otro remedio que satisfacer nuestra propia necesidad, los dirigentes de la junta vecinal decidieron dar lugar a otra línea de minibuses que ya no brinda servicio porque fue sancionada por su federación», aseveró Manuel Lara, taxista.

Ante esta situación explicó que un grupo de vecinos de la propia zona decidió poner a disposición sus motorizados para crear una nueva línea que será controlada por ellos mismos a través de su junta vecinal.

Añadió que son al menos 30 motorizados que se pondrán al servicio de los habitantes de Villa Mercedario y que el servicio será desde las 19.00 hasta las dos de la madrugada. Los vecinos ya no quieren saber nada de los minibuses sindicalizados y hace dos semanas decidieron expulsarlos de la zona.

Para ello, se planteó incluso acciones de protesta para que la Alcaldía tome cartas en este problema. «Hemos visto mucho favoritismo de las autoridades del Municipio que no establecen reglas claras para el tipo de servicio que deben brindar los transportistas», aseguró.

La creación de una línea de transporte vecinal se daría por primera vez en la ciudad de El Alto. Este tipo de experiencias se han puesto en práctica en ciudades como Cochabamba y Santa Cruz.

Gasto oneroso
Vecinos de zonas alejadas de El Alto suelen gastar entre Bs 15 y Bs 50 diarios en transporte público, trufis y taxis si es que tienen actividades en la ciudad de La Paz.

Los pobladores de esta zona se organizan y quienes tienen autos han ofrecido sus vehículos para dar vida al transporte vecinal, una experiencia que ya arrancó y con buenos resultados en la ciudad de Cochabamba.