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La moda y las verduras amenazan el típico asado

Nuevos modelos de familia, preocupaciones nutricionales y modas gastronómicas amenazan con transformar el asado rioplatense, un ritual que al menos hasta ahora evocaba a las salvajes costumbres de los gauchos y su relación con la carne y el fuego, sostuvo el antropólogo Gustavo Laborde.

«¡Esto es vida!» es la frase que más veces escuchó el investigador en los asados a los que asistió para documentar su libro El asado. Origen, historia, ritual, un estudio que recorre los orígenes, la historia y los protocolos de esta comida típica de los domingos y festivos en los hogares de Uruguay y de Argentina.

«En el asado lo que ocurre es que se viaja en el tiempo: el asador y los comensales se trasladan a una suerte de pradera idílica y se sienten como gauchos», afirmó a EFE Laborde, que a través de su estudio quiso hallar el significado de la ceremonia y desentrañar el porqué de su arraigo en las familias rioplatenses.

El dominio sobre el fuego, el empleo de cortes casi bárbaros de carne vacuna y el trabajo al aire libre hacen de esta comida una ceremonia «artificialmente primitiva» que «reafirma ciertos valores culturales», explicó el investigador. «El más notable es el de la jerarquía masculina, porque el asador es siempre el hombre», añadió.