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Desaseo y maltrato, lo feo de los minibuses en El Alto

«Una vez se rompió mi pantalón en un asiento amarrado con alambre, reclamé al chofer pero no me quiso pagar el daño», contó don Alberto Yana, tramitador, que al igual que otros sufre las incomodidades de los minibuses.

La falta de limpieza de los vehículos, el desaseo de los cobradores, asientos en mal estado, la falta de espacio y el maltrato son quejas recurrentes de los usuarios que a diario se trasladan en minibús entre La Paz y El Alto.

Según Vías Bolivia, que controla el retén de la autopista que une ambas ciudades, aproximadamente el 75 por ciento de los 60 mil motorizados que circulan a diario por esa vía son minibuses.   Uno de los aspectos que más critican los usuarios es la falta de higiene no sólo de los motorizados sino de los cobradores y, en algunos casos, del chofer.

«Los que cobran andan sucios y mal vestidos y si una está en la puerta, se ponen encima y se tiene que soportar el olor a sudor», dice Milena Flores, secretaria. Los motorizados no son sometidos a una limpieza interna y los olores de  líquidos derramados y alimentos hacen que el ambiente se torne irrespirable.

«El aire es pesado y este tipo de vehículos carece de ventilación. En otros casos no pueden abrir ni siquiera las ventanas para poder respirar porque están soldadas», se queja Eduardo Méndez, un empleado municipal. 

Diez pasajeros consultados por este medio también coincidieron que son objeto de maltrato por conductores y cobradores.  Los problemas se presentan en el momento del cobro de los pasajes, pero también cuando los usuarios abordan estos vehículos    que parten sin darles tiempo para que tomen asiento.

Cristina Molina, ama de casa, contó que un día  quiso pagar un boliviano y recibió una reprimenda del cobrador que le exigió el pago de Bs 1,50. «Yo iba a Villa Adela y este tipo prácticamente me gritó, por lo que le pedí que me respetara a lo que me respondió con insultos», afirmó.

La incomodidad en estos vehículos es otro de los factores que causa molestia en los usuarios. Los tipos de minibuses que se usan en La Paz y El Alto son combis y los carrys.

Los primeros están concebidos para 10 pasajeros y los segundos para siete. A la mayor parte de los combis se añadió una fila más y un segundo pasajero al lado del chofer, elevando su capacidad a un total de15 usuarios. En el caso de los carrys, se añade dos asientos en la parte posterior o se habilita uno al lado del chofer, con lo que su capacidad para recibir pasajeros sube a 10.

En El Alto no hay ni una disposición edil que sancione estas irregularidades. Los afectados afirman que debía existir una norma de control de este tipo de transporte que es el más numeroso y de mayor uso en esa ciudad.

Hablan los vecinos

Arsenio Rodríguez
‘Cargan bultos y no hay respeto’
«Muchas veces permiten que suban las personas con bultos e incomodan al resto porque los espacios son estrechos. La educación deja mucho que desear por parte de los choferes y sus ayudantes que no respetan a nadie».

Alberto Yana
‘Hay desorden y falta de aseo’

«Hay choferes que optaron por trabajar con sus esposas que traen a sus hijos que son pequeños. Éstos comen y ensucian los asientos, mientras sus madres tienen que cobrar o gritar afuera. Al final todo se hace un desorden».

Heidy Flores
‘No respetan a los ancianos’

«Hay asientos rotos, el olor de los voceadores y el carácter de los choferes es lo peor en los minibuses. Ellos suben sus pasajes pero no mantienen su movilidad, no la lavan. Tampoco respetan a los ancianos y las mujeres».  

Félix Tapia
‘Se escudan en sus sindicatos’

«Si es que se les quiere controlar, ellos acuden a sus sindicatos y sus agrupaciones para evitarlo. Cometen muchos abusos, alguien debería preocuparse para darles un curso de relaciones humanas».

No hay norma específica

Las autoridades ediles y dirigentes de los choferes coinciden en que no existe una norma concreta y operativa para ejercer un control eficaz sobre el servicio que brindan los minibuses de transporte público.

«Muy pocos sindicatos estamos conscientes de esta situación. Algunos organizamos talleres para concientizar a nuestros afiliados, pero hay necesidad de ejercer un control social más efectivo», afirmó el dirigente del sindicato 23 de Marzo, Luis Chino.

El alcalde de El Alto, Édgar Patana, afirmó que dentro del Plan de Reordenamiento se incidirá «en exigir a los transportistas un mejor trato a los usuarios y se pedirá a Tránsito que sea el brazo operativo para aplicar controles de forma permanente».
Reconoció que éste es un proceso que implica tiempo y la buena voluntad de los transportistas.