Alpaca y marfil vegetal de Sudamérica, algodón y lana biológicos: la moda «ética» o «ecológica», antes la pariente pobre de los salones de moda, gana más espacio en la millonaria industria de la moda, conquistando diseñadores y cliente.
El Ethical Fashion Show de París, que se abrió el sábado, acoge a un centenar de creadores de todo el mundo, entre ellos de Ecuador, Perú, Colombia, Brasil, India, Africa, cuya ropa, joyas, bolsas, calzado, lencería, han sido fabricados respetando el medio ambiente.
Esta presencia cada vez mayor de diseñadores en el principal salón de la moda ética en el mundo, que coincide con la Semana de la Moda parisina, refleja un avance en el consumo vinculado al comercio justo y a la ecología, señalaron fuentes de la industria.
Pese a la crisis, la «moda ética» o «ecológica», en el que muchos aspiran a ver una manera de promover el desarrollo sostenible y combatir el calentamiento del planeta, es «una tendencia en aumento», declaró a la AFP Marie-Armelle de Bouteiller, directora de Texworld, el gran mercado del textil.
Sin embargo, la ropa fabricada con tejidos reciclados u orgánicos, que reciben el término «biológicos» (bío) porque se cultivan sin pesticidas y sin productos químicos, sigue siendo «fenómeno marginal».