Las organizaciones de la prensa iniciaron ayer la recolección de firmas para, en el marco de la iniciativa popular, realizar un referéndum para eliminar los artículos 16 y 23 de la Ley Antirracismo promulgada por el presidente Evo Morales.
La acción de la iniciativa ciudadana fue definida por la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (CSTPB), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) y la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) de Bolivia, informó ayer el presidente de la APLP, Pedro Glasinovic.
«Hemos comenzado una cruzada bajo el amparo de la iniciativa legislativa ciudadana, que es parte de nuestro ordenamiento jurídico, y se trata de una recolección de firmas para presentar un proyecto ante la Asamblea Legislativa Plurinacional y derogar estos artículos», acotó.
La iniciativa ciudadana es en realidad la iniciativa popular y se encuentra en la Ley de Referéndum, cuyo artículo 6 señala: «Se convocará a referéndum nacional, por iniciativa popular apoyada en firmas de por lo menos el seis por ciento (6%) del padrón nacional electoral. El grupo de ciudadanos solicitantes cumplirá como único requerimiento el estar inscritos en el padrón electoral, situación que será verificada por la Corte Nacional Electoral, la que solicitará al Congreso Nacional la convocatoria respectiva».
El actual padrón electoral es 5.059.453 electores, por lo que el 6% significaría 303.567 personas. Empero, la expectativa de los órganos de prensa es llegar al millón de firmas. «Estamos en ese trabajo. Ésa es la idea, juntar la mayor cantidad de firmas posibles y en ese marco plantear la exigencia de la revisión de la Ley Antirracismo», informó Pablo Zenteno, secretario ejecutivo de los trabajadores del país.
La medida fue iniciada ayer en La Paz en un evento realizado en la plaza Eliodoro Camacho, junto a los representantes de las organizaciones. «Hasta el lunes vamos a ver la forma de apoyo en todos los departamentos, a través de las federaciones y sindicatos, para que participen en el levantamiento de firmas», acotó el dirigente.
Otras alternativas para anular los «artículos mordaza»son las acciones a nivel internacional, como la presentación de una queja formal ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y el pedido de una interpretación de la ley al Relator de Libertad de Expresión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Glasinovic informó que la intención de llegar hasta las instancias internacionales es pedir una interpretación de la ley y ver si está dentro del marco de la Constitución Política del Estado.
MOVILIZACIONES. Tras la sanción de la ley en el Senado y su promulgación, los periodistas continuaron con sus acciones de protesta. En Cochabamba, los comunicadores fueron gasificados cuando intentaron ingresar a la Gobernación para pedir una audiencia con el gobernador Edmundo Novillo, según el reporte de ATB.
En El Alto, los periodistas suspendieron sus medidas de presión en la sala de prensa de la Alcaldía Quemada y declararon luto. También hubo marcha en Oruro en contra de la promulgación de la norma. En Sucre se realizó un duelo y entierro simbólico por la muerte de la libertad de expresión.
Otra cruzada avanza
El sindicato de periodistas independientes de Santa Cruz recolectó hasta ayer 100.000 firmas de la ciudadanía, que apoyan la revisión de los artículos 16 y 23 de la Ley Antirracismo. El representante del sector, Franz Arauz, también informó que las medidas de presión no se suspendieron en esa capital.
«Vamos a seguir hasta las últimas consecuencias. Ya se dio de baja a dos compañeros y la huelga se incrementará con cuatro trabajadores más», dijo. Según el representante, los nuevos huelguistas representan al diario El Nuevo Día, a Unitel y otros dos son periodistas de las provincias.
Hasta mañana, los huelguistas sumarían 12 para continuar con la medida de presión. Ayer, los periodistas hicieron un recorrido por todas las universidades. «Estamos en movilización permanente, estamos en reuniones con un equipo jurídico que también son periodistas», aseguró Arauz.
Romel Jurado Vargas
El racismo se debe abordar culturalmente
El fenómeno del racismo es indeseable en toda sociedad moderna; el principio fundamental de que las personas somos iguales, es decir valemos lo mismo en dignidad y tenemos los mismos derechos, es un principio ordenador de las sociedades contemporáneas.
El racismo es una práctica cultural muy arraigada en los países de América Latina y sobre todo en los países andinos; yo no creo que la solución a este grave problema, a esta lacra social, venga de volvernos punitivos, si nos ponemos punitivos lo que hacemos es clandestinizar el racismo, pero no eliminarlo, incluso podemos radicalizarlo.
Por lo tanto, a un fenómeno cultural hay que trabajarlo también culturalmente, por ejemplo a través de la comunicación y la educación y, en efecto, cuando hayan delitos que exacerban el racismo, hay que sancionarlos. Sin embargo, se lo debe hacer con proporcionalidad, un principio que es básico. Antes que sancionar a los que producen los medios, hay que cambiar culturalmente el discurso de los medios, así como el de los políticos y exigirles que trabajen en la consolidación del Estado de Derecho.
En Ecuador hay una clara, contundente y muy difundida condición de que no hay que emitir contenidos racistas, no se lo permiten ni los medios ni los políticos ni los ciudadanos, es una cuestión cultural. Nos tomó mucho tiempo superar eso, entiendo que dos décadas, y comprendimos que la diversidad es una riqueza en sí misma.
Romel Jurado Vargas
es abogado, Sec. Gral. de la CIESPAL.