El viernes, el Servicio Nacional de Hidrografía Naval anunció que el lago Titicaca se encontraba a tres centímetros de ser declarado en alerta de sequía.
Ayer, Luis Carrasco, director de la entidad, afirmó que en un par de días se llegaría al nivel de alerta de sequía: «siempre y cuando no llueva y se mantengan las elevadas temperaturas porque en la zona influye bastante la evaporación».
El factor climático trae malas noticias para Apaza porque sus reses tienen menos agua para beber. «Las vacas antes daban hasta 15 litros de leche; ahora apenas dan siete», explica la mujer que vive gracias a la venta de este producto. Aclara que cada litro ella lo vende a tres bolivianos.
También su pozo se está secando. Introduce una soga de unos cinco metros en el hueco que hizo en la tierra y unos 30 centímetros salen húmedos. «Nos estamos quedando sin agua y ojalá que alguien pueda ayudarnos».
Uno de sus vecinos, Nicasio Flores Mamani, lamenta que la ausencia de lluvias ocasione problemas en la agricultura. «Nuestros campos se están secando».
Niveles. En la comunidad de Guaqui, a dos horas de distancia de Coparicoma, se encuentra la Estación Hidrométrica que se encarga de reportar el nivel del agua en el lago Titicaca.
En la zona existen dos «reglas» que van desde el fondo del agua hasta la superficie.
Hasta el viernes, el nivel marcaba 3.807,93 cotas (sistema de medida del lago); en tanto que el nivel de alerta de sequía es de 3.807,9. Es decir, restaban tres centímetros para activar la alarma.
Durante las últimas semanas, el proceso de descenso de las aguas fue aumentando. El 17 de septiembre había 15 centímetros de diferencia; tres días después el nivel bajó dos centímetros.
Luis Carrasco informó que desde la semana pasada se advirtió a las comunidades cercanas al lago Titicaca que se preparen para la contingencia. «Además de la sequía que afecta a la mayoría de las personas que viven en la zona, los perjudicados directos son quienes se dedican a la piscicultura», finalizó.