La producción de sal merma en Colchani
El agua potable es escasa. La explotación de sal se hace más dificultosa
«Si hubiera agua en algún lugar podríamos llevarla y regar el salar, lamentablemente en esta región no existe agua», se queja Elías Mamani, un trabajador que extrae la sustancia del Salar de Uyuni, en la región de Colchani.
La idea de regar ese desierto blanco, «parece alocada» reconoce Mamani, sin embargo, la desesperación por la falta de lluvias, de la cual depende la producción de sal, le hace pensar en buscar soluciones, porque las 180 familias que viven en Colchani se sustentan con la extracción del producto.
Si bien la falta de agua es una constante en esa región, en los últimos cinco años hubo menos lluvia «y cada año disminuye más y más» el agua en esta reserva que tiene una extensión de 3.658 kilómetros cuadrados y se constituye hasta ahora en el salar más grande del mundo y uno de los más visitados por los turistas.
Mamani (47) reside desde hace 43 años en Colchani, localidad ubicada a 20 kilómetros del municipio de Uyuni, es una de las entradas al desierto blanco. En sus orillas los pobladores del lugar trabajan en la extracción de sal.
«Cuando llovía había buena producción de sal, porque de acuerdo a la cantidad de agua se produce sal, sino llueve no se produce, es totalmente sólido, ya no se puede explotar, entonces viene la sal medio morena, sucia y ya no es aconsejable de sacar», explica Mamani quien debe mantener a sus siete hijos.
Su colega de trabajo Vladimir Choque, coincide en que «necesitamos lluvia porque mientras hay más agua produce más sal y sino hay agua el salar se oscurece con el viento». El problema es que «hace dos años que no llueve lo suficiente», explica.
Nelson Enzo Yapari, técnico en turismo, quien trabaja en la Isla de Incahuasi como administrador de un restaurante, señala que «una prueba para determinar en que condiciones está la sal que se explota en esta región es poner un poco de sal de Colchani al agua y esta se volverá oscura».
A ese problema se suma la escasez del líquido elemento para consumo humano. Los 500 habitantes de Colchani se abastecen de un zumo de agua.
«Pero eso ya no abastece, ya no existe agua», asegura Mamani. Aunque en la población se hicieron algunos proyectos para la captación de agua, como la perforación de pozos, «ninguno ha resultado», según el comunario.
El alcalde de Uyuni, Froylán Condori, explicó que dentro de dos meses se inaugurará un proyecto de ampliación de agua en Colchani, que se gestiona con la Embajada Japonesa. «No es que no hay agua en Colchani, hay, pero es muy escasa y resolveremos eso», aseguró.
Tres detalles
Colchani
Colchani es un pueblo ubicado en los límites del Salar de Uyuni. Su población se dedica a la extracción de la sal, el trabajo lo realizan de manera manual; es la única actividad de sustento que tienen, aunque algunas familias se dedican a la venta de artesanías de sal.
Turismo
Uno de los sustentos fundamentales de la región es el turismo, que deja recursos no sólo a los municipios que administran ciertas áreas del Salar, sino también a los pobladores que tienen diferentes negocios de servicios. En Uyuni están las agencias de turismo.
Deficiencias
Los turistas quedan encantados con los atractivos del Salar de Uyuni, sin embargo ven algunas deficiencias en los servicios, por ejemplo la falta de baños, señalización y servicios médicos, pues por la altura muchos tienen problemas de salud.