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La policía no pudo contener la furia de los familiares

Los policías que custodiaban a Eufraín Mamani Quispe, alias El Muerto, y a su hermano Fidel, no pudieron impedir la golpiza que ambos, acusados de nueve asesinatos, recibieron de los parientes de sus presuntas víctimas al salir del juzgado donde se ordenó su detención preventiva.

«Se determina la detención preventiva para Eufraín y Fidel Mamani Quispe en el panóptico de San Pedro, lugar en que ambos imputados deberán guardar detención preventiva en celdas separadas», ordenó la jueza Jenny Prado, del Juzgado Segundo de Instrucción en lo Penal.

El Muerto fue acusado por transportistas de El Alto de ser el autor de 31 asesinatos de choferes que se registraron en las ciudades de La Paz y El Alto en lo que va del 2010. La Policía tiene nueve mandamientos de aprehensión contra él, cinco por robo agravado y cuatro por muerte de personas desde el 2009.

Sus dos últimos atracos los ejecutó, según las víctimas, la anterior semana en El Alto y en Oruro. Intentó junto a su hermano estrangular con un cinturón a los choferes de un Toyota Caldina y de un minibús, hecho que sirvió para que el fiscal José Villarroel los impute por tentativa de asesinato.

«Si encontráramos el cuerpo de otra víctima, que tiene paradero desconocido, no se descarta que se investigue por el delito de asesinato», explicó ayer el fiscal tras la audiencia.

Sin embargo, los familiares de conductores muertos a balazos o estrangulados están convencidos de que Mamani es el responsable de esos crímenes. «A mi esposo lo mató y lo dejó botado en otro lado. Por eso pedimos justicia y que no salga de la cárcel nunca más», pidió Aurora de Conde, esposa de Valentín Conde, asesinado a principios de mes.

La audiencia cautelar empezó a las 9.00. Los familiares y allegados de los choferes asesinados esperaban en el pasillo de la Corte Regional de Distrito de El Alto que el veredicto de la jueza sea el encarcelamiento de El Muerto.

Luego de dos horas de audiencia, Mamani y su hermano salieron custodiados por cuatro policías rumbo a la carceleta de la Corte Regional de El Alto, pero a su paso fueron interceptados por unas 30 personas que impidieron su traslado a la celda a punta de golpes.

Mientras Mamani trataba de ocultar la cabeza tras la espalda de un policía para protegerse, dos personas le cogieron del cabello y le sacudieron la cabeza con violencia. «¡Criminal, ahora si vas a pagar todo lo que has hecho!», le gritó un hombre.

Los policías apuraron el paso para llegar cuanto antes a la carceleta, ubicada en el patio de la Corte, pero dos mujeres se acercaron a El Muerto, le dieron golpes en el rostro y le arañaron el cuello.   Hombres y mujeres furiosos esquivaron el resguardo policial y propinaron puntapiés a ambos sospechosos, en sus piernas y muslos.

Antes de salir al patio de la Corte, un hombre le propinó un puñetazo en el pómulo derecho que lo dejó aturdido por algunos segundos, y le forzó a buscar apoyo para no caer al suelo en el  brazo de uno de sus custodios, que le gritaba: «¡Apurá, apurá. Agarrate de aquí, corré, corré!».

Agentes y detenidos no lograron llegar a la carceleta, y una vez en el patio, los uniformados  llevaron a los aprehendidos a la carrera hasta una oficina de la Corte para huir del acoso, y una vez dentro cerraron la puerta e impidieron que la gente ingrese.

Afuera, al menos cuatro familiares de presuntas víctimas de El Muerto estuvieron a punto de desvanecerse. La Policía tuvo que esperar 20 minutos a que la gente salga del lugar para abandonar la oficina . A las 11.50, los sindicados subieron a un vehículo y fueron trasladados a la penitenciaría de San Pedro, en La Paz.

El fiscal Villarroel explicó que la investigación comenzó recién y que se harán todas las pericias para establecer si Mamani es el autor de los crímenes que se le imputan.

Algunos detalles

-Eufraín Mamani admitió haber llevado vehículos robados a la frontera con Perú por contratos que recibía, sin embargo negó ser autor de robos agravados.

-Fue sentenciado a 30 años de prisión tras estrangular a un taxista el 2008; sin embargo, en noviembre del 2009, salió libre y siguió operando en El Alto.