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Wu Lihong, el guerrero ecologista de China

Wu Lihong extrae de su maleta los cientos de fotos, cartas y sentencias que atestiguan una pasión de más de dos décadas por liberar de la polución el lago que le vio nacer, el Tai, una lucha que le ha costado detenciones, prisión y torturas.

«Esta es la foto de un enfermo de cáncer moribundo por la contaminación. En ésta se pueden ver los peces muertos. En ésta, los arrozales contaminados», explica Wu mientras sostiene las imágenes, en sus manos son visibles cicatrices de quemaduras de cigarrillos, una de las muchas torturas a las que asegura haber sido sometido en la prisión de Dingshan, de donde salió en abril.

El campesino Wu nació el 1 de febrero de 1968 en Yixing, en la orilla oeste del lago Tai, provincia de Jiangsu, y empezó su defensa del lago con apenas 20 años, cuando nadie hablaba de protección ambiental en China, hoy uno de los países más contaminados y contaminantes del globo.

«La última vez que nadé en el río fue en 1986», explica en una entrevista con EFE. «Me he dedicado por completo a la ecología por amor a mi pueblo. Dos amigos de la infancia murieron de cáncer por culpa de la contaminación». La belleza y riqueza natural del Tai fueron motivo de poemas y acuarelas durante siglos.