Comunarios aprovechan estiércol de sus vacas para producir biogás
Proyecto. Usaid apoya acciones para el aprovechamiento de recursos naturales.
El método utiliza el gas que emana el estiércol de las vacas. Para aprovecharlo, se necesita un biodigestor que construyen los mismos comunarios a partir de la técnica enseñada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés), como parte del proyecto de Manejo de la Contaminación en el Eje Hidrográfico El Alto-Lago Titicaca, que se aplica hace dos años en El Alto, Viacha, Laja, Pucarani y Puerto Pérez.
Policarpio López, esposo de Deonisia, está contento con el biodigestor que construyó, que también le permite producir biol (fertilizante) y además con el establo y el lombricario (criará lombrices para utilizar el humus como abono), iniciativas que también forman parte del programa contra la contaminación ambiental.
Los acuiferos naturales que pasan por los cinco municipios desembocan en el lago Titicaca que se contamina gradualmente debido al mal manejo del agua que realizan los vecinos y microempresas.
Uno de los contaminantes del agua es el estiércol del ganado, por lo que el proyecto de Usaid, que tiene planificado tres años más de duración, busca que comunarios den otro uso al excremento, como en Pucarani y Puerto Suárez.
El biogás se produce mezclando 20 kilos de bosta con 60 litros de agua que luego se expone al sol dentro del biodigestor. Con el calor, se produce el gas natural. La mezcla es el biol que sirve como fertilizante.
«Usaid decidió invertir ($us 3 millones) en las regiones de estos municipios rurales, donde se conecta el lago menor (del Titicaca) que recibe el drenaje de ríos que llegan de Viacha, Laja y El Alto, para mejorar la calidad del agua y no afectar al ganado, la salud de las personas, ni la biodiversidad», dice el director del proyecto, Carlos Rivas.
ESTABLOS Y LOMBRICULTURA. Juan Maca, también de Quenacaua Alta muestra orgulloso su nuevo establo, donde criará hasta nueve vacas gracias a un espacio amplio y techado que protegerá al ganado del frío. Además, la infraestructura le permitirá recolectar el estiércol más rápido que cuando lo hacía en el campo y ubicar a su ganado en fila para ordeñarlo.
«Mis vacas van a dormir más calientes, en el aire libre les hacía frío y nos daban poca leche, como dos litros diarios, ahora nos van a dar tres y eso ayuda a mis ingresos porque vendo a una empresa (de lácteos)».
Cerca a la comunidad de Juan Maca está Aygachi, municipio de Puerto Pérez, donde la familia de Santos Salinas se alista a vender en La Paz la primera producción de humus, excremento de lombrices utilizado como abono natural.
Santos recuerda que comenzó su lombricario con 10 kilos de lombriz y ahora se han reproducido al grado que no puede calcular cuántas tiene.
Los agricultores aseguraron que recibieron ayuda de Usaid en materiales de construcción como calaminas y cemento, además de la lombriz y capacitaciones.
El proyecto además apoyó a los comunarios de Bahía Cohana (Puerto Pérez), en la desparasitación contra la fasciola hepática, gusanos que se desarrollan en caracoles que habitan en la totora del lago y que daña el hígado de los animales.
La iniciativa benefició a 800 familias
Según Carlos Rivas, director del proyecto, se beneficiaron a 800 familias de cinco integrantes cada una y se capacitaron a 2.800 comunarios en el aprovechamiento de los recursos naturales. Hasta el momento, gracias a la iniciativa de Usaid, se han construido en estos municipios rurales 90 lombricarios, 29 biodigestores y 110 establos.