En la avenida 6 de Marzo, entre las calles 1 y 6, cuatro pasarelas han quedado prácticamente sin uso. La comuna alteña habilitó un paso peatonal que inutilizó la pasarela de la calle 1, y los vecinos quitaron las rejas de seguridad en otros tres puntos para abrirse camino.
La avenida 6 de Marzo tiene dos vías con tres carriles. Por la misma pasan motorizados de transporte interdepartamental, público y privado. La dirección de Tráfico y Vialidad del municipio alteño calcula que aproximadamente 30 mil motorizados circulan por esta ruta a diario.
En todo ese trayecto, de más un kilómetro lineal, se dispuso, en la gestión del alcalde José Luis Paredes (2003), el colocado de rejas altas en las jardineras para impedir el paso de los peatones de un extremo a otro para evitar que los transeúntes sean arrollados por los vehículos.
Hace un mes y medio, la Dirección de Tráfico y Vialidad aprobó habilitar un paso en medio la jardinera central, a 30 metros de una pasarela, para facilitar el paso de peatones que circulan por la calle 1 que colinda con el edificio de la Alcaldía Quemada.
El criterio de la Alcaldía para habilitar el paso fue el de facilitar el tránsito de las personas de la tercera edad o con discapacidad. «Además es como un apoyo al uso de la pasarela que incluso estaba a punto de colapsar por la gran cantidad de gente que circula por ahí», explicó el director de Tráfico y Vialidad, Ricardo Rengel.
Sin embargo, La Razón verificó que el paso por la jardinera no es de uso exclusivo de personas de la tercera edad o discapacitados, sino de decenas de peatones que ya no quieren usar la pasarela y prefieren acortar camino por la jardinera.
La gente que pasa por la jardinera provoca más congestión al mediodía porque hay una gran cantidad de personas que quiere tomar los minibuses», explicó Bertha Quispe, comerciante asentada en la esquina de la calle 1 y 6 de Marzo.
En el lugar tampoco se ha demarcado con pintura el paso peatonal y no se colocó la señalización vertical de precaución para los conductores. Según información edil, cada pasarela en su momento costó $us 2.000.
Deficiencias. A cien metros debajo del puente del distribuidor, las rejas altas que impedían el paso de los peatones tienen tres boquetes que según los transportistas y comerciantes no se reparan desde hace seis meses. «A veces la gente cruza y debemos frenar. En la noche es más peligroso porque se imprime más velocidad», aseveró Juan Chino, conductor de un minibús del sindicato 27 de Mayo.
En la avenida 6 de Marzo, entre las calles 1 y 6 , hay tres pasarelas que no son utilizadas por los peatones, quienes prefieren cruzar por medio de la calzada y las jardineras. Desde el distribuidor de la Ceja hasta el Cruce a Viacha se genera un caos vehicular por las constantes paradas de minibuses sobre los seis carriles de la vía y la presencia de comerciantes en las aceras.
«Aparte de las paradas irregulares de los transportistas, que obstruyen el paso por los seis carriles, los peatones y comerciantes también impiden que haya un flujo vehicular adecuado», señaló el dirigente de la Junta Vecinal 6 de Marzo del distrito 1, Luis Milán.
Rengel explicó que está en marcha un plan de reordenamiento que consiste en habilitar pasos peatonales para las paradas de los minibuses y hacer que haya un mayor flujo vehicular de la avenida 6 de Marzo entre las calles 1 y 6. «Queremos que los peatones tengan un acceso directo a las paradas de transporte público y a través del reordenamiento cerraremos algunos accesos peatonales como el de calle 2 para desconcentrarlo», añadió.
La pasarela es un monumento
-La Alcaldía no inhabilitará la pasarela de la calle 1 (construida en 1986) porque la considera como un monumento alteño, sin embargo, la misma no fue reforzada y sus pilares son utilizados como baños públicos.
-Las otras dos pasarelas están ubicadas en las calles 2 y 6. Debajo de ellas se han demarcado pasos peatonales, que están pegados a los semáforos, lo que impiden su uso.