El Comando Nacional de la Policía ordenó una investigación, desde 2008, a las unidades de Tránsito para detectar quién o quiénes enviaron las licencias falsas a España o si éstas fueron elaboradas fuera de la institución. Pese a que la alerta de las licencias falsas fue notificada el 2009 a la Policía Nacional desde la Embajada de Bolivia en España, el caso recién fue puesto en conocimiento del fiscal el 2 de agosto del 2010.
El año pasado también se presentó la denuncia ante el Ministerio de Transparencia. Este medio trató de conocer el avance de la investigación, pero en dicha entidad no se dio información sobre el tema.
El 2007, los gobiernos de Bolivia y España firmaron un convenio en el que reconocen, recíprocamente, los permisos y licencias de conducir de sus ciudadanos, siempre que se encuentren en vigencia.
De acuerdo con las indagaciones realizadas, de enero del 2008 a marzo del 2009 se habrían enviado más de 1.000 licencias falsificadas. Entendidos en el tema explicaron que las firmas, las fotos mal tomadas, sello pie de firma, sello redondo y otros fueron las pautas para determinar su falsedad. «A ello se agrega que cuando revisamos los archivos, no correspondía el nombre o la categoría», manifestó una fuente.
Denuncia. El 9 de noviembre del 2009, el agregado policial en la Embajada de España, coronel Jorge Saravia, alertó a la Policía de Bolivia sobre el hallazgo de licencias falsas que habrían sido enviadas por oficiales de la entidad del orden.
La embajadora boliviana en España, Carmen Almendras, envió la denuncia al Ministerio de Transparencia para que realice las indagaciones.