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Esquizofrenia se redefine un siglo después

Cuando se manifiesta en forma de brote psicótico, con delirios, alucinaciones de voces y comportamientos paranoides, normalmente en el inicio de la edad adulta, la esquizofrenia está ya en su fase final y podría haber sido detectada antes.

Ésta es la opinión generalizada de los expertos, según el informe que publica la revista  Nature sobre esta compleja enfermedad mental, que afecta al 1% de la población mundial y que se definió hace un siglo.

Los expertos, sin embargo, no se ponen de acuerdo sobre la conveniencia de realizar detección precoz, dado el peligro de falsos positivos y que todavía no existe un tratamiento preventivo eficaz. En lo que sí coinciden es en que es una enfermedad asociada al desarrollo del cerebro de la que la psicosis es sólo una parte.

Algo alejado del enfoque psicoanalítico que prevaleció durante buena parte del siglo pasado. «Pensar en la esquizofrenia como un desorden del desarrollo neurológico en el que la psicosis es una fase final que potencialmente se puede prevenir, (….) nos da nuevas esperanzas de prevención y cura para las próximas dos décadas», escribe Thomas R. Insel, del Instituto de Salud  Mental de EEUU.

Investigación. En los últimos 20 años se ha acumulado una gran información sobre los aspectos genéticos (se han asociado 43 genes al desorden), metabólicos, de estructura cerebral y de síntomas asociados a la esquizofrenia, pero las causas de la enfermedad siguen siendo un misterio.

«Ni siquiera entendemos la esquizofrenia en el aspecto biológico», reconoce Thomas Laughren, director de medicamentos psiquiátricos en la agencia estadounidense FDA. Los científicos se están planteando considerarla como un conjunto de síndromes en vez de una enfermedad única.

Aunque no es la enfermedad mental más común (el primer puesto lo ocupa la depresión), los pocos casos que cursan con actos violentos hacen que el paciente esquizofrénico sufra un estigma adicional.