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Jóvenes convierten 7 puntos de la ciudad en cantinas al aire libre

La ordenanza municipal que prohíbe beber alcohol en las calles de La Paz no se cumple. Según comprobó La Razón, hay al menos  siete plazas o lugares públicos donde grupos de jóvenes se dan cita para embriagarse en público, lo que agrava la sensación de inseguridad.

«Es nuestra costumbre. Aquí nos reunimos como una previa a una fiesta que tenemos más tarde. Tomamos una botella de ron entre todos y nos vamos. No hacemos daño a nadie», asegura Jorge B. (23), quien junto con  cuatro amigos han tomado la esquina Argentina y Villalobos, en la plaza San Martín (Triangular) para estas citas con el licor.

Son las 21.15 del viernes 5 de noviembre y el grupo de Jorge no es el único.  Metros más arriba, sobre la avenida Argentina, al frente de una universidad privada, cuatro grupos de estudiantes, que en total suman 14,  bailan al ritmo del reggaeton que sonaba desde un coche.  El encargado de servir a sus amigos ron con Coca-Cola, en vasos desechables, apenas se sostiene en pie y casi ya no puede articular palabras.

Media cuadra más arriba del monumento a Germán Busch hay otrasdos reuniones juveniles. En una plazuela, tres varones y una mujer, beben singani y cerveza. Ninguno de ellos puede hablar bien por efecto del alcohol. El otro grupo de seis chicos, se da cuenta de que hay periodistas y se retira del lugar.

Daniel Tapia, vecino de la zona, asegura que todos los viernes y fines de semana se repite la escena. «Son como 50 los jóvenes que llegan,  a la 1.00 de la madrugada empiezan a pelear y a golpearse entre ellos», afirma.

Hace dos semanas, relata, tres jóvenes dejaron a una chica de 17 años inconsciente en la calle. «Ella estaba intoxicada, junto con mi esposa la llevamos al Hospital de Clínicas».

«Yo no molesto a nadie,  estoy con mis amigos compartiendo un rato y después iré a mi casa. Estoy con mi chico, o sea que no me va a pasar nada malo», afirma Jhenny. Ella tiene 18 años y antes de conversar con La Razón, estaba sentada con tres chicos en una banca de la plazuela Scouts, en Miraflores, bebiendo cerveza en latas.  En la plaza del estadio Hernando Síles ocurre algo similar. El punto de reunión son los mástiles y a las 21.30 ya hay cuatro jóvenes que se aturden tomando alcohol.

El reloj marca las 21.45 y  en la plaza Bolivia, al frente del hotel Radisson, una pareja de jóvenes ensaya  pasos de tango al son de la música que  proviene de un pequeño equipo de sonido. Metros más allá, siete jóvenes, cinco hombres y dos mujeres, sentados en círculo, beben una mezcla de singani y refresco.

Dos cuadras más arriba, sobre la avenida Arce, en la plazuela antes de ingresar al nudo Villazón, dos grupos compuestos por 12 y ocho miembros, se embriagan con ron. Roxana Dávalos, que vive en un edificio cercano, cuenta que cuando están ebrios, tocan los timbres de los departamentos y a través del intercomunicador insultan a los vecinos. 

El recorrido termina en la zona Sur. Al llegar a Las Cholas se escucha música y  hay siete grupos alrededor de otros tantos coches. «Este lugar ya está patentado por nosotros», dice Roberto P. (24) mientras toma whisky. El ambiente es el mismo que en los otros puntos, lo único que cambia es la marca del licor.

Datos sobre el consumo en Bolivia

-Bolivia ocupa el primer lugar en consumo problemático de alcohol, con un porcentaje del 48,9% de la población, entre 15 a 64 años, encuestada por el Sistema Subregional de Información sobre Drogas el 2010.

-Un estudio realizado por una consultora financiada por la Organización de Estados Americanos (OEA), en septiembre de este año, establece que el 35% de los estudiantes bolivianos consume bebidas alcohólicas.