Los padres de una niña de ocho años, secuestrada el viernes en Potosí, pagaron Bs 40 mil para que la víctima sea liberada, lo que ocurrió 21 horas después de su captura. La pequeña, cuya identidad se guarda en reserva, fue abordada por dos hombres, que la convencieron para que se suba a un vehículo en el que huyeron.
«Es alarmante lo que pasó. Esto ocurre por primera vez en la ciudad de Potosí. Felizmente la niña ya está con sus padres y se busca a los delincuentes con dos identikits y con un rastrillaje», informó el comandante de la Policía de Potosí, coronel Mario Hinojosa.
El hecho ocurrió el viernes a las 14.30, en la casa de la niña ubicada en la zona baja de la ciudad de Potosí. La menor estaba sola y tenía más tarde una cita con el dentista. Los secuestradores llegaron en un vehículo, golpearon la puerta y le dijeron que sus padres le pedían que les acompañara.
La pequeña dudó por unos minutos y para vencer su desconfianza uno de los delincuentes llamó por celular a otra persona que se hizo pasar por el padre de la menor, quien le dijo que se vaya con ellos, que iban a llevarla al odontólogo porque él no iba a poder recogerla. Después de colgar, la niña ingresó al motorizado, de color plateado con vivos rojos y azules, y desde entonces no se supo más de ella. Los padres pensaron que se había extraviado, por lo que hicieron publicar avisos en medios potosinos. Cuando ya habían denunciado el hecho a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), recibieron la primera llamada telefónica de los secuestradores, que en primera instancia pidieron por el rescate $us 3 mil y dieron instrucciones sobre dónde dejar el dinero, pero volvieron a llamar más tarde para exigir más de $us 5.000 (Bs 40 mil).
El padre, un abogado que se dedica a la venta de madera, accedió para salvar a la pequeña. A las 11.00 del domingo, en un lugar baldío de la zona de Tika Loma, el progenitor dejó el dinero del rescate en una bolsa. Aproximadamente a la misma hora, la nena fue liberada a una cuadra de su casa.
La Policía sospecha que se trata de delincuentes que operan en la ciudad de Potosí. «Se presume porque al parecer conocían a la familia de la menor y probablemente hicieron un seguimiento a sus padres», contó el jefe policial ayer en una entrevista con La Razón.
Según informó Hinojosa, los padres de la pequeña tienen una empresa de construcción a la que se dedican habitualmente. «Después son como cualquier otra familia. Estamos trabajando para establecer los motivos por los que secuestraron a la niña», explicó.
El estado de salud de la pequeña
Después de ser liberada, la menor fue llevada a un hospital. Tras realizarle varios exámenes, se estableció que no presenta ningún daño físico en su cuerpo ni fue víctima de violación. La Policía informó que la niña de ocho años está asustada, por lo que deberá recibir ayuda de un sicólogo.