A la huelga de cinco dirigentes de la Caja Nacional de Salud (CNS), ayer se sumó un paro de brazos caídos del personal administrativo que afectó a varios asegurados que acudieron al edificio central de la institución.
Miguel Flores, secretario ejecutivo de la Federación Nacional de Trabajadores de la Seguridad Social de Bolivia (Fensegural), dijo que si bien «está garantizada la atención de todos los servicios de salud, los trabajadores administrativos respaldan sus demandas».
Los dirigentes sindicales exigen la renuncia del gerente general de esa entidad, Nicolás Aguilar. Denunciaron actos de corrupción que piden sean investigados de manera imparcial y transparente. Entretanto, advierten que no se levantará la medida de presión.
«Mi padre se cayó y para ser atendido de emergencia necesitaba una copia de su carnet que no pude conseguir. ‘Estamos en huelga de brazos caídos’, fue la respuesta de una funcionaria», dijo a la red Unitel una ciudadana. Otros se quejaron por la falta de atención en los trámites.
Para el gerente de la CNS, Nicolás Aguilar, cuya salida es exigida por los trabajadores, «al mediodía de ayer sólo hubo un simulacro de huelga de brazos caídos, el día entero la atención fue normal».
Al mismo tiempo, aseguró que no renunciará al cargo. «Yo soy un soldado y estaré en mis funciones hasta que las máximas autoridades lo decidan», declaró.