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Falsos policías ejecutan 35 atracos en lo que va del año

De enero a la fecha, delincuentes con uniforme o credenciales de la Policía ejecutaron al menos 35  golpes en cuatro zonas de la ciudad de La Paz. Los denominados «falsos policías» operan en coches y sus cómplices son presuntos taxistas que ofrecen su servicio a las víctimas.

La última víctima fue Maritza Quispe (35), quien abordó un coche en la Terminal de Buses a las 5.30 del martes con rumbo a Villa Copacabana. En el camino, el chofer se desvió de su ruta, paró y se subió un presunto policía que tras mostrarle una credencial procedió a revisar y requisar las pertenencias de la viajera, que venía de Villazón (Potosí).

Al llegar a la zona de Villa Fátima, un tercer hombre abordó el coche y con ayuda del falso policía la despojaron de todos sus objetos y de $us 4.000; luego huyeron tras propinarle un fuerte golpe en el estómago que la dejó casi desvanecida.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Rosalío Álvarez, informó que sólo en el último mes se presentaron ocho casos y que el monto robado en cada uno fue mayor a los Bs 1.000.

Usualmente visten chamarras de la entidad del orden o se presentan vestidos de civil, pero con el corte de pelo de la Policía y con una credencial que se asemeja a la verdadera. «Estos antisociales están en la Terminal de Buses, en la zona del Cementerio General, en Villa Fátima y en la zona Central de La Paz», dijo Álvarez, quien precisó que esperan a pasajeros que traen mercadería.

Caso. En octubre, una mujer que llegaba del Desaguadero a La Paz con productos valuados en Bs 15.000 abordó un taxi frente al Cementerio General  para dirigirse a Sopocachi.

En el camino se subió un falso efectivo quien le interrogó sobre la procedencia de su mercadería. Al llegar a una calle empinada, el chofer pidió a ambos que bajen del vehículo para que éste pueda arrancar; sin embargo, la víctima fue la única que descendió. El coche partió veloz con los productos dentro de la maletera.

Según la Policía, los delincuentes trabajan de forma organizada. Hay casos en los que realizan un seguimiento a las personas que suelen viajar a las provincias con productos para la venta y después de al menos dos semanas de estudiar a las víctimas, dan el golpe.

«Sus cómplices siempre son supuestos choferes que ofrecen el servicio de transporte a un precio más bajo que los otros, con el fin de que sea el elegido», explicó el jefe de la FELCC.

Los falsos agentes también operan en zonas céntricas, como Sopocachi, donde abordan a cualquier persona, en especial mujeres, a quienes amedrentan con gritos y les obligan a someterse a una requisa, en la que les despojan de lo que llevan de valor.

En julio de este año, una joven de 24 años fue interceptada en el centro por dos sujetos vestidos con el uniforme policial y que portaban credenciales de la Policía.

La acusaron de llevar droga en su cartera, la muchacha negó esa acusación y los antisociales le dijeron que iban a revisar su bolso para verificar si era cierto. Ella aceptó, pero los falsos policías le quitaron todo su dinero (Bs 250) y sus documentos personales y luego escaparon.

Según un investigador de la fuerza anticrimen, los delincuentes adquieren con facilidad el uniforme policial en las tiendas que venden la vestimenta de la institución y en otros lugares, como la feria 16 de Julio de El Alto. Respecto a las credenciales, el oficial explicó que los malhechores tienen la habilidad de fabricar el documento muy parecido a uno real, por lo que las víctimas caen en la trampa con facilidad.

Álvarez también formuló recomendaciones a los viajeros que visitan La Paz o a quienes circulan por sus calles. «Un verdadero policía jamás se pondrá a requisar a una persona en plena vía pública. Si hay algo sospechoso, la traerá a las oficinas de la FELCC. Si intenta quitarle sus pertenencias, las personas deben ponerse firmes y con voz segura pedir que le lleven al puesto policial más cercano».

En agosto cayeron 6 asaltantes

El 18 de agosto de este año, una banda conformada por seis falsos efectivos y una mujer que hacía de fiscal fue aprehendida por la Policía. El grupo delictivo se dedicaba a allanar negocios y a robar dinero y objetos de valor. El cabecilla, Alejandro S., era funcionario de Inteligencia del Ministerio de Gobierno. Todos están con detención preventiva.