El presidente Evo Morales anunció que se pondrá en contacto con las fuerzas sociales de los cinco continentes para convocar a una nueva cumbre, a fin de tratar el tema del cambio climático y dar batalla a la resolución de Cancún, que fue aprobada sin el consentimiento de Bolivia.
«Vamos a contactarnos con los representantes de los cinco continentes, con muchas fuerzas sociales de todos los países y también con expertos, científicos para nuevamente autoconvocarnos», dijo el Mandatario. En esos contactos se definirá si la cumbre de líderes de los pueblos se realizará en Bolivia, Europa o África. «Cuando se trata de la vida, hablamos de una batalla permanente, es una lucha ideológica climática», dijo.
Ratificó el rechazo al texto final de la resolución de la cumbre de Cancún. Según el Mandatario, en México no se respetaron los procedimientos para la aprobación de la resolución con la que concluyó el evento. En ese marco, confirmó que emprenderá una batalla para impugnar ese documento ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. «Si no han cumplido con los procedimientos, esta resolución no vale», dijo. «El texto es de una parte del bloque de la cumbre, fue impuesto sin consenso, y algunos países se acercaron y aceptaron por dinero. No fue una negociación, fue una imposición».
Morales mencionó que las reglas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) determinan que todas las decisiones deben ser tomadas por consenso de los 194 países miembros y Bolivia manifestó su objeción.
Además, explicó las preocupaciones respecto a los efectos del cambio climático. Entre ellas está, por ejemplo, el incremento de la temperatura, que se convierte en una seria amenaza para los nevados del país, dijo.
Según la primera autoridad del país, los científicos sugieren que se estabilice la elevación de la temperatura en un grado centígrado. «Dos grados no es aceptable, con el crecimiento de menos de un grado centígrado hemos perdido los nevados del Chorolque y Chacaltaya, imagínense si pasa los dos grados, pienso que ya no habrá Illimani ni el poncho blanco del Sajama», advirtió.
Por su lado, el embajador de Bolivia ante las Naciones Unidades, Pablo Solón, dijo a La Razón que la postura nacional «no se siente abandonada, porque está con los pueblos».
«Nosotros nos sentimos muy fuertes, porque sabemos que todos los pueblos y la ciencia están con nosotros». Según Solón, «las repercusiones hoy a nivel internacional son que las posiciones planteadas por Bolivia eran las correctas y lo que primó fue más un criterio político que científico».
El representante de Bolivia ante las Naciones Unidades insistió en que la postura del país siempre fue la de «preservar la vida de nuestro planeta y nos sentimos muy orgullosos de haber asumido esa posición».
Sobre el Fondo Verde, Solón dijo que esa instancia no garantiza el aporte de los cerca de 10.000 millones de dólares que deberían ser movilizados hasta el 2020. Considera que «sólo entre un 15 y 20 por ciento del dinero vendrá de los países desarrollados, aunque no se trataría de dinero nuevo, sino de proyectos reciclados», señaló.
Conclusiones de Cancún
Se creó el Fondo Verde para ayudar a los países en desarrollo, se acordó «fuertes reducciones» de las emisiones de CO2 y garantías de que no haya un vacío entre el primer y el segundo período del Protocolo de Kioto.