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Investigan venta de cadáveres, ‘camas’, placas y hasta verduras en el Obrero

La Caja Nacional de Salud (CNS) interpuso una demanda ante el Ministerio Público contra ex autoridades y funcionarios del Hospital Obrero y la regional La Paz. Los acusa de comercializar cadáveres, espacios para tener una cama y adulteración de lavandina, entre otros.

La directora nacional del Departamento Jurídico de la CNS, Paola Barriga, informó que a raíz de la intervención que se realizó en noviembre, primero al Hospital Obrero y luego a la regional La Paz, se hallaron irregularidades que provocaron daño económico a la entidad aseguradora.

Entre los demandados están el ex gerente regional de la CNS en La Paz, Lucio Chacón; el ex administrador del Hospital Obrero, Eduardo Morales, y el actual director de dicho nosocomio, Yecid Andrade.

Chacón negó las acusaciones y aseguró que desconocía las supuestas irregularidades, en tanto que este medio no pudo obtener la versión de Andrade y Morales. En el primer caso porque se encuentra en Colombia, y en el segundo porque la persona que atendió su teléfono aseguró que el número no le correspondía.

Barriga explicó que desde que asumió el cargo, en noviembre, recibió denuncias de irregularidades en el Hospital Obrero y que a raíz de ello pidió la autorización de la Gerencia General para la intervención. Sostuvo que las acusaciones iban desde la compra de verduras e insumos sin el acta de recepción, hasta la venta de cadáveres, placas radiográficas, espacios para la internación (camas), lavandina y objetos en desuso.

«Ante las denuncias, realizamos la intervención al hospital. Con esa acción se encontraron libros y otros documentos que evidencian la venta de algunos enseres que son patrimonio de la Caja. En la oficina del que era administrador, Eduardo Morales, se hallaron libros con todo lo que vendía el señor. Él tenía un control personal, pero ese ingreso económico no era para la entidad, por ello es que se inició una querella penal contra el ex administrador», aseveró Barriga.

La directora jurídica agregó que en tanto dure el proceso judicial, el ex administrador continúa trabajando en la entidad, pero se le abrió un sumario informativo a fin de establecer el daño económico que habría causado a la aseguradora de salud.

Morales asumió el cargo de administrador del Hospital Obrero hace tres años. Desde enero de este año, trabajadores del nosocomio dieron a conocer las denuncias, dijo Barriga, pero no existía documentación para corroborar las irregularidades.

Este medio trató de entrevistar al ex administrador del Hospital Obrero, pero su celular se encontraba, primero, apagado y luego otra persona contestó y dijo que era equivocado.

Regional. La Directora Jurídica de la CNS explicó que los actos irregulares del ex administrador eran de conocimiento del director del Hospital Obrero, Yecid Andrade, y del gerente regional de la entidad, Lucio Chacón.

«A raíz de las denuncias se constató que el jefe regional tenía conocimiento de estas irregularidades, empezamos a indagar en esa instancia y evidenciamos otras acusaciones contra Lucio Chacón, por lo que también se inició una querella ante el Ministerio Público. Contamos con el respaldo del Ministerio de Transparencia», manifestó Barriga.

El ex gerente regional de la Caja, Lucio Chacón, que ahora trabaja de médico en uno de los policlínicos de la aseguradora, negó ayer las acusaciones y aseguró que no conocía las denuncias de irregularidades dentro del Hospital Obrero.

«No sabía, honestamente, nada de esos casos (la venta de cadáveres, de placas radiográficas y de otros objetos). La asesora de la regional pasaba toda la información a la Gerencia Nacional y saltaba sobre mí, por eso no sabía nada de esas denuncias», afirmó Chacón, quien agregó que se someterá a toda investigación.

La Razón no obtuvo la versión sobre las supuestas irregularidades dentro del hospital de parte del director, porque Andrade está fuera del país.

La Fiscalía toma declaraciones

El fiscal de materia, Róger Velázquez, es el encargado de tomar las declaraciones a las personas presuntamente implicadas en las irregularidades denunciadas por la Caja de Salud en el Hospital Obrero de La Paz.

El viernes, el ex gerente regional de la aseguradora, Lucio Chacón, prestó su declaración ante el representante del Ministerio Público. Los próximos días darán su versión quien fue administrador del hospital Obrero, Eduardo Morales, y el actual director del nosocomio, Yecid Andrade.

La directora nacional del Departamento Jurídico de la Caja, Paola Barriga, manifestó que el fiscal tomó el caso y se le entregaron todos los documentos para sustentar la querella y esclarecer las denuncias, pero consideró que en el interrogatorio a Chacón, el representante del Ministerio Público no realizó las preguntas necesarias para aclarar las irregularidades.

«Al parecer, el fiscal manipuló las preguntas realizadas a Lucio Chacón. En vez de hacer las preguntas concretas sobre el caso, realizó otras que no aclararon nada y por ello no fue arraigado. El fiscal evitó la detención (de Chacón) y las medidas cautelares necesarias para evitar la fuga», dijo Barriga.

Denuncias en el Hospital Obrero

Venta de cadáveres
Los cuerpos que no eran reclamados por los familiares eran comercializados, después de uno o dos meses, a estudiantes de Medicina de las universidades de la sede de gobierno, por un valor entre Bs 3.000 a 5.000, según el grado de conservación del cadáver.

Pago por un espacio
Asegurados que necesitaban una cama con urgencia pagaban un monto con ese fin. El costo variaba de Bs 100 a 500 según la especialidad médica, la ubicación y las condiciones de la sala (común o privada, con o sin televisor, baño privado y otros).

Lavandina adulterada
El Hospital Obrero adquiere mensualmente cinco turriles de lavandina. Con irregularidades, cuatro de estos turriles se vendían a terceras personas y el líquido de los que quedaban era vaciado en los otros barriles y lo mezclaban con agua para la sección de limpieza.

Otras irregularidades

La investigacion detectó, además, que se vendieron tachos de la unidad de Nefrología, turriles vacíos, placas de rayos X y hasta verduras de la dotación para el comedor. Algunas de estas transacciones, que sí son autorizadas, deberían haberse registrado.