El pequeño Raúl cree que le repondrán el brazo
Drama. Tras una caída casual en su casa, el menor estuvo cinco días en el hospital
Raúl, el niño de 10 años que perdió un brazo, todavía no sabe que deberá usar un miembro ortopédico. Su madre le dijo que los doctores arreglarán su brazo y se lo volverán a colocar. Mientras tanto, se investiga si hubo negligencia médica.
«Mamita, cuando me coloquen mi brazo ya no me va doler y voy a volver a jugar, me dice mi hijo. Él no sabe que tendrá que usar un brazo ortopédico. Yo lo traje sanito y ahora me lo devuelven sin su bracito», relató entre sollozos doña Carmen Paucara.
La madre de Raúl asegura que por la negligencia de algunos médicos del nosocomio, los sueños de su hijo se quedarán truncos. «Terminó el año escolar como mejor alumno de su curso y tenía prácticas de fútbol en la Adesu, quería ser de la selección, pero ahora sin su bracito lo van a discriminar», se lamentó.
Raúl es el tercer hijo de la familia Mendoza Paucara. El anterior jueves se tropezó en un peldaño de su casa y cayó sobre su brazo izquierdo con la fatalidad de que el antebrazo se golpeó contra una piedra y sufrió una fractura. «Sólo tenía una herida de un centímetro», dijo. Inmediatamente, la madre lo llevó de emergencia a un centro privado, pero el costo por la atención era de Bs 4.000.
«Somos una familia de escasos recursos económicos y no podía pagar esa suma, por eso decidí trasladarlo al hospital del Niño que tiene mejor equipamiento y médicos», relató.
En la sala de emergencias, el brazo del niño fue enyesado, sin ninguna revisión, según doña Carmen. Sin embargo, al día siguiente y sin ninguna explicación, los responsables del centro lo sometieron a una cirugía. »Ahí me pareció raro, ya que entonces, para qué lo enyesaron».
Llanto. El viernes, cuando Raúl despertó y, luego que la anestesia dejó de hacer efecto, empezó a llorar de dolor y así pasó toda la noche. «Tuve que hacerlo caminar por el hospital, pero no se calmaba». Al día siguiente, el dolor no calmó y tampoco hubo reacción de los médicos o enfermeras. «Algunas enfermeras no le trataron bien, lo llamaron berrinchoso, porque lloraba de dolor, pero era porque su herida estaba infectada», dijo.
El domingo en la madrugada, una doctora decidió abrir el yeso y vio que la herida estaba infectada. «Cuando vi la mano de mi hijo, parecía un globo inflado, los dedos estaban amarillos hinchados, parecían llenos de pus y cuando lo vio otro doctor, se comunicó con sus colegas y todos ordenaron otra cirugía de emergencia», relató.
Debido al grado de infección, el menor fue trasladado de la Unidad de Traumatología a Infectología, donde fue intervenido por segunda vez. Sin embargo, el lunes por la mañana, los galenos volvieron a llevar al niño al quirófano y por la tarde doña Carmen recibió la noticia, de que si no amputaban el brazo de su hijo en las próximas horas, éste perdería la vida por la infección.
«Me dijeron que la infección estaba avanzando rápido y que debía tomar una decisión urgente. Ante la presión dimos el visto bueno». La amputación se realizó el martes por la noche.
Después de la cirugía, la madre del niño tomó el brazo amputado y lo llevó hasta la Fiscalía de Distrito, para sentar una denuncia por negligencia. El representante del Defensor del Pueblo, Boris Antezana, se sumó a la denuncia y adelantó que hay indicios de responsabilidad en el Hospital del Niño.
Gobernación se querellará contra los responsables
El gobernador de La Paz, César Cocarico, ordenó ayer a la Secretaría Departamental Jurídica iniciar de inmediato las acciones para interponer un querella a los responsables de mala praxis médica provocada en el niño de 10 años, al que se le amputó el brazo.
Cocarico realizó ayer una visita sorpresa al Hospital del Niño para recibir información directa de la madre del niño afectado y de los médicos del nosocomio que atendieron al menor. Tras escuchar las versiones ordenó la querella. «Se debe iniciar una querella contra los que fueran responsables del tratamiento del niño, la Gobernación va ser la parte querellante», dijo y anunció que ayudará a la familia con algunos gastos.
El jefe de la Unidad de Infectología, Ricardo Arteaga, indicó que cuando se cayó el niño, debió ingresar un virus mortal a su organismo. «Que a las seis horas empieza a tener efecto», pero el niño fue operado después de 15 horas. La ministra de Salud, Nila Heredia, anunció una auditoría externa sobre este caso.