Icono del sitio La Razón

Las tabletas y la nube revolucionan la tecnología

El éxito espectacular de las tabletas y el auge de la computación en la nube han marcado el 2010 en el que también se ha hablado del coche eléctrico y del maridaje entre la televisión e internet con pantallas en 3D.

La computación en la nube y los dispositivos portátiles —los teléfonos inteligentes y las tabletas— se presentan como una innovación complementaria, ya que ambos han sido concebidos para la movilidad y para simplificar las telecomunicaciones a todo nivel.

«Avanzamos hacia un mundo de servicios ininterrumpidos y de dispositivos conectados que nos permitan interactuar con esos servicios en la nube», escribió en octubre Ray Ozzie, impulsor de la ‘nube’ en Microsoft, al poco de anunciar su salida de la compañía.

El futuro. La ‘nube’, una metáfora que designa los programas que se pueden ejecutar directamente en internet desde cualquier dispositivo y sin necesidad de contar con el soporte de un disco duro o de cargar un software en el equipo, es para Ozzie y otros ‘visionarios’ el lugar donde acabarán almacenándose los datos tanto de empresas y organismos, como de particulares.

Esto llevará consigo un auge creciente de los dispositivos móviles, no sólo de los que permiten interactuar, sino de los que llevaremos, por ejemplo, en las prendas —ya hay una empresa de ropa deportiva diseñándolos— para darnos información sobre nuestras pulsaciones o hidratación. De momento la nube y los nuevos dispositivos móviles permiten, mediante aplicaciones, acceder directamente a una infinidad de servicios sin perderse navegando por la red.

Las tabletas —aunque ya existían con muchas limitaciones— se estrenaron verdaderamente en enero cuando la compañía Apple presentó su iPad, un ordenador plano, ligero, a medio camino entre el portátil y el teléfono inteligente, y con pantalla táctil. El iPad ha sido un éxito comercial y otros fabricantes han presentado ya sus modelos o están a punto de hacerlo.