Unos 30 pasajeros resultaron heridos, tras el vuelco de campana de un bus de la flota Trans Carretón que partió desde Santa Cruz. Según los viajeros, tanto el chofer como el ayudante estaban ebrios, versión confirmada por la Policía Caminera. El accidente del bus, que pertenece a una empresa de transporte interprovincial, se produjo a las 7.30 de este miércoles, en la localidad de Santa Ana, a 30 kilómetros de San Ignacio de Velasco.
El vehículo, con placa 1318ZHY, procedía de Santa Cruz y se dirigía a San Matías; llevaba unos 50 pasajeros. Treinta y nueve personas resultaron heridas, entre ellas siete menores. Los accidentados fueron trasladados al nosocomio municipal de San Ignacio de Velasco y al hospital Santa Isabel, también de la misma localidad.
Según explicó el chofer, debido al bloqueo que existe en la carretera que vincula la capital con el este del departamento, ocasionada por la anulación de la subvención a los carburantes, el vehículo tomó la ruta alternativa que pasa por San José.
Al atravesar Santa Ana, la movilidad entró en una curva cerrada, donde el chofer, Carlos O. R. (42), perdió el control y acabó dando un vuelco de campana y fue a parar a unos 10 metros de la plataforma de la carretera.
De acuerdo al informe de la Policía de San Ignacio, el chofer presentaba un fuerte hálito alcohólico al momento del accidente. Patricia V., una pasajera entrevistada por los medios de comunicación cruceños, relató que el conductor iba a gran velocidad, por lo que ella y otros viajeros le pidieron que reduzca la velocidad.
«Insistimos que pare un poco porque llevaba personas mayores y muchos niños, pero no nos hicieron caso», denunció la mujer. El siniestro se produce pese a la vigencia del Decreto 420, contra choferes ebrios, que impone sanciones a conductores y empresas en caso de accidentes provocados por conducción imprudente o en estado de embriaguez.
Lo que dispone el DS 420
Por conducción en estado de embriaguez, el operador es sancionado la primera vez con la suspensión de
operaciones por 30 días, y a la segunda, la revocatoria de la tarjeta de operación. El conductor es castigado con la la revocatoria definitiva de su licencia de conducir.