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El Nuncio defiende la ‘dimensión pública de la fe’

«La libertad religiosa no se limita al libre ejercicio del culto. Existe una dimensión pública de la fe que permite a los creyentes ofrecer su contribución en la construcción del orden social», dijo el nuncio apostólico, monseñor Giambattista Diquattro.

Agregó que la libertad religiosa «no se agota en la simple dimensión individual, sino que se realiza en la propia comunidad y en la sociedad, en coherencia con el ser relacional de la persona y la naturaleza pública de la religión», como dijo el mensaje del papa Benedicto XVI para la 44 Jornada Mundial de la Paz, celebrada este 1 de enero.

Refiriéndose a dicho mensaje, el Nuncio destacó que «el derecho a la libertad religiosa es intrínseco a la naturaleza de la persona y no es un derecho que el Estado puede o no puede otorgar; se trata de un derecho de la libertad contra la coerción y de la libertad por la verdad». 

La Conferencia Episcopal difundió el mensaje del Nuncio ayer. Entre las partes salientes del representante del Vaticano en Bolivia, que recupera las palabras del Papa, menciona que la libertad religiosa está contemplada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, «contra la realidad de ideologías intolerantes y totalitarias, de injusticias y odio». Giambattista  señaló que ese compromiso suscrito por los países es «para asegurar la tolerancia, el mutuo respeto, la justicia, la paz y el bien común».

Otra de las palabras de Benedicto XVI, en la Jornada de la Paz, dice que «la libertad religiosa, como toda libertad, aunque proviene de la esfera personal, se realiza en la relación con los demás. Una libertad sin relación no es una libertad completa».