Icono del sitio La Razón

2 hermanas salen de la cárcel para un trasplante

El País – Madrid

Jamie y Gladys Scott fueron sentenciadas a cadena perpetua por robar 11 dólares hace 16 años. La historia dio un vuelco hace unos días cuando el gobernador de Mississippi decidió perdonarles a cambio de que Gladys le donara un riñón a Jamie, sometida a un tratamiento de diálisis desde hace años.

Las dos hermanas han abandonado el viernes el centro penitenciario de Pearl y han sido recibidas por su madre, sus hijos y cientos de activistas que ven su salida de la cárcel como la culminación de la intensa campaña puesta en marcha para conseguir su liberación. Las hermanas les han dedicado un «gracias, gracias» mientras eran conducidas al coche en el que han abandonado la penitenciaría.

No sólo la puesta en libertad de Jamie y Gladys ha sido visto como una victoria. El lobby de la comunidad afroamericana llevaba reclamando desde 1993, año en el que fueron sentenciadas, su perdón ya que consideraban que la pena impuesta a las dos fue inusualmente exagerada.

Sentencia. Fueron sentenciadas de por vida por un robo a mano armada en el que obtuvieron 11 dólares. Ninguna de las dos mujeres tenía antecedentes criminales y las víctimas no resultaron heridas.

El gobernador de Mississippi, el republicano Haley Barbour , dijo que había decidido concederles la libertad porque Jamie, de 38 años, necesita un transplante y porque su tratamiento «es una carga para el Estado», unos 200.000 dólares anuales. Barbour ha insistido en que los jefes de la prisión ya no piensan que las hermanas, que de seguir en la cárcel tenían la posibilidad de optar a la libertad condicional el 2014, sean una amenaza para la sociedad.

Ya han surgido críticas al motivo de la excarcelación. Michael Shapiro, jefe de la unidad de trasplante de órganos del centro universitario Hackensack de Nueva Jersey, ha criticado que un trasplante haya sido la condición para que las hermanas hayan salido de la cárcel y la ha calificado de falta de ética y probablemente ilegal.