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El riñón ‘vive’ aún después de ocho horas del deceso

La madrugada del 22 de diciembre de 2010, Zenobio Mamani, de 24 años y Jeanet Villarreal, de 29 años, volvieron a nacer. Las largas jornadas de hemodiálisis en el Hospital Obrero terminaron y la semana pasada se recuperaban en terapia intensiva esperanzados de disfrutar de una segunda vida con un nuevo riñón.

En la sala de cuidados intensivos, donde son atendidos durante las 24 horas por una enfermera y un médico, los ojos de Zenobio y Jeanet expresan alegría y esperanza. El contacto es mínimo, pero la evolución es favorable de acuerdo al médico Luis Ibáñez.
Mamani y Villarreal sufrían de insuficiencia renal y estaban casi condenados a vivir mediante una máquina, pero ahora recibieron un milagro. «Se puede decir que es una bendición y un milagro», resume el director del Hospital Obrero, Freddy Sandy. 

OCHO. El 21 de diciembre falleció una persona por muerte encefálica en el Hospital Obrero. Luis Ibáñez, de reconocida experiencia en trasplantes de riñón en Cuba; y Carlos Ibáñez Guzmán, de la Unidad de Terapia Intensiva, realizaron inmediatamente todos los exámenes del protocolo  para declarar la muerte encefálica de la persona.

Tras los rigurosos análisis de compatibilidad, estaba ante los especialistas la mejor ocasión para salvar la vida de dos enfermos renales crónicos. Los ruegos de los familiares de Mamani y Villarreal se hacían realidad.

La donación cadavérica, sólo dependía de los familiares del fallecido por muerte encefálica. «La familia fue convencida para que pueda donar (el riñón) de manera altruista. Ellos no sabían a quién le iba a llegar el riñón, eso lo determinan los estudios de compatibilidad», sostiene Sandy.

Una vez que se obtuvo el visto bueno de los familiares se procedió a la cirugía que empezó en las primeras horas del miércoles 22 de diciembre, las dos intervenciones acabaron a las 7.00. Las dos cirugías no pueden esperar más, porque una vez que muere el cerebro, los otros órganos fallecen de manera gradual en las próximas ocho horas.

Hasta ese 22 de diciembre, sólo se habían realizado injertos con donantes vivos, que tienen parentesco familiar, pero ninguno con un donante cadavérico que no precisamente era un familiar, lo que abre una luz de esperanza a los enfermos renales.

OTROS DETALLES

Pioneros en Bolivia
El Hospital Obrero fue el pionero en 1979 en realizar el primer trasplante de riñón en Bolivia. Actualmente hay centros privados que efectúan el servicio en Santa Cruz y Cochabamba, pero a nivel público, el Obrero es el principal. Desde los 70 se efectuaron unos 200 trasplantes, mientras que entre el 2007 y 2008 se hicieron 151 trasplantes de riñón con donantes vivos.

10 mil dólares
La Caja Nacional de Salud corre con los gastos de la diálisis y también el trasplante de riñón. De acuerdo al director del Hospital Obrero, Freddy Sandy, sólo el acto quirúrgico cuesta unos 10 mil dólares fuera del país. Hay medicamentos que llegan a costar incluso 23 mil bolivianos la unidad, por lo que la insuficiencia renal es una de las enfermedades más caras.

 

Hay poca cultura por la donación en Bolivia
Unas 300 personas mueren por año en Bolivia por insuficiencia renal. Muchas de esas vidas de los enfermos crónicos podrían salvarse gracias a una donación, pero en el país existe poca cultura por ella, según el director del Hospital Obrero, Freddy Sandy.

«En nuestro país la donación no está tan difundida, por eso es nuestro interés de que haya mayor número de donantes, desde el punto de vista altruista y voluntario. No sólo para pacientes renales, otras patologías también», añade Sandy. Para ello se cumple todo un protocolo de estudios rigurosos para establecer si el donante es apto o no. Una vez que cumple el estudio recién se define si el donante llega a la cirugía para beneficiar a un familiar o un amigo por compatibilidad. 

En países del primer mundo, el 30 por ciento de sus poblaciones donan de manera altruista los órganos de su familiar fallecido por muerte encefálica.

En el país existe el Programa Nacional de Salud Renal del Ministerio de Salud que dirige el médico Olker Calla. En diciembre el Ministerio acreditó por segunda vez al Hospital de COSSMIL como Centro de Referencia para trasplantes renales.