Sociedad

Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 19:15 PM

Los voluntarios esperan hasta tres horas para ayudar

El acceso es restringido para algunos, pero hay otros que tienen vía libre

Por La Razón

/ 29 de enero de 2011 / 05:00

No me arrepentí de haber ingresado como voluntario para ayudar en el rescate de trabajadores y obreros de la construcción en el derrumbado edificio Málaga, pero tuve que esperar tres horas bajo un sol intenso, soportar los abrasadores 31 grados centígrados que marcaba el termómetro, y hacer seis eternas filas.

Eran las 11.15 cuando me hice vacunar contra el tétanos y la difteria en el brazo izquierdo. A cambio recibí una ficha para entrar hasta el centro del desastre, donde están las toneladas de escombros debajo de las cuales hasta ahora se ha sacado los cadáveres de ocho personas.

Ahí comenzó la espera, junto a otros 20 compañeros. Yo sólo busqué protegerme del intenso sol.

Había poca información para los voluntarios que hacíamos fila detrás de la puerta principal rodeados de policías.

«Tienen que esperar hasta las seis de la tarde», me dijo con voz de mando un uniformado cuando le pregunté en qué momento íbamos a ingresar para comenzar a ayudar. 

Hubo quienes dejaron la fila para ir a almorzar. Otros se hartaron y se fueron para no volver más. Habían pasado al menos dos horas cuando nos llamaron.

Equipo. «¡Voluntarios! Formarse aquí en una fila. ¡Ah! y no van a entrar los que no tienen equipo», ordenó uno de los responsables. Yo no tenía ni gafas, sólo un barbijo de 50 centavos y unos pantalones y zapatos a prueba de todo.

Pese a ello y después de otra media hora de espera, al final entramos al patio que está a unos 100 metros de donde se practican las excavaciones, en una angustiosa carrera contra el tiempo para salvar con vida a quienes aún están sepultados.

Hicimos otra fila y nos entregaron gafas, lentes, un barbijo, un casco y un par de guantes con la recomendación de que había que devolverlos antes de marcharnos.

Mientras hacíamos otra cola, algunos de mis compañeros se sacaban fotografías con las cámaras de sus teléfonos móviles para inmortalizar ese instante.

«Pariente, ¿cómo estoy? Esto es para mi recuerdo ¡puej!», decía orgulloso uno de mis compañeros de espera, mientras yo me ajustaba el casco.

A unos 10 metros de nosotros, una esbelta Magnífica, que es voluntaria en el centro, sacaba fotos a una importante autoridad de la Gobernación que posaba con unos rescatistas. Un camarógrafo también filmaba la escena.

Detrás de ellos, a unos 100 metros, trabajaban incesantemente sierras, amoladoras y dos grúas perforadoras.
Al fondo, como un grupo de hormigas, una treintena de voluntarios y rescatistas se pasaban  baldes con pedazos de concreto y cemento. Estaban encima de una especie de cerro y la enorme grúa que sacaba materiales hacía movimientos en el aire como un péndulo gigante.

Inútil. En tanto, en una de las cinco carpas instaladas en el lugar, unos bomberos extranjeros se tomaban un descanso después de haber ingresado al lugar donde están las ruinas de lo que iba a ser un edificio multifamiliar.

Cerca de las 14.50, yo ya hacía otra fila. En tanto, mis compañeros distraían el aburrimiento observando con curiosidad una pequeña máquina escaneadora manejada por uno de los bomberos.

No había cuándo ingresemos. «Yo ya almorcé incluso pariente. Por eso quiero trabajar», decía en tono de broma un muchacho pasado de peso mientras tomaba una coca-cola.

Al final, convencido de la inutilidad de mi esfuerzo, abandoné la fila y salí cansado, abrumado y quemado por el sol.  Eso sí, devolví mi equipo ante la mirada severa de unos guardias.

Llegué hasta la calle y vi cómo dos bellas muchachas, con pantalones ajustados y cabelleras muy bien cuidadas, ingresaban al perímetro de seguridad  sin tener que sortear las penurias de los voluntarios

Camarógrafo se cae desde una escalera
El camarógrafo de la red televisiva Megavisión, Jazmany Zegarra, se desmayó ayer por la tarde y se desplomó de la escalera desde donde filmaba el operativo de rescate.

«Parece que fue insolación, pero él se cayó y ahora la ambulancia se lo llevó al hospital», dijo un testigo. El camarógrafo habría estado unas seis horas expuesto al sol y los 31 grados.

AEMP fiscalizará la edificación
La Razón – El director ejecutivo de la Autoridad de Empresas (AEMP), Óscar Cámara(foto), anunció ayer en La Paz el inicio de un proceso de fiscalización a la construcción del edificio Málaga, que se desplomó la noche del lunes atrapando bajo los escombros a 15 ó 16 personas.

Cámara, según la ANF, explicó que para efectivizar esta medida se contratará a un consultor y a un ingeniero civil. 
Este proceso corre paralelo a la investigación iniciada por la Fiscalía del Distrito de Santa Cruz y el Ministerio de Trabajo.

El titular de la AEMP indicó que este viernes se realizó la notificación a los propietarios de Sicruz, como primer paso para el inicio de la fiscalización.

Explicó que se les solicitó toda la información y documentación sobre el edificio. «Lo primero que tenemos que detectar es quién es el responsable legal de la empresa, cuáles son las características y, fundamentalmente, cuál es la instrumentación técnica y financiera que han utilizado para edificar el inmueble».

Según las primeras investigaciones, Sicruz no es miembro de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), está registrada como una empresa de bienes raíces en la Dirección Departamental del Trabajo y la dueña del edificio, Paulina Callaú, es socia de esta empresa. 

La fiscalización de la AEMP determinará si la empresa que edificó el inmueble siniestrado es legal, si está debidamente registrada, si cuenta con las matrículas actualizadas y cuál es su composición societaria. 

Con toda esta información se establecerá sus responsabilidades, dijo el Director Ejecutivo de la Autoridad.

La Cámara de la Construcción, por su parte, dijo ayer que no es un requisito legal indispensable estar afiliado a la misma para incursionar en el campo de la construcción.  

«Lo que nuestra institución brinda es un aval curricular», informó una portavoz de Cadecocruz, que pidió no ser identificada. Efectivamente, entre los requisitos legales solicitados por la Alcaldía cruceña para autorizar la construcción de una obra civil, no figura como obligatoria la pertenencia a ninguna organización gremial.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

Lea también: Ley ‘antihombres’

El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

Comparte y opina:

Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

También puede leer: Un vecino conflictivo

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

Revise también: Los medios en cuestión

Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

Comparte y opina:

Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

También puede leer: Un impasse inédito

Comparte y opina:

Un impasse inédito

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales

Por La Razón

/ 11 de abril de 2024 / 06:33

Aunque se afirma que no es la primera vez que ocurre en la historia reciente, lo sucedido en Quito la noche del viernes al sábado, cuando la Policía irrumpió en la Embajada de México ante Ecuador, representa mucho más que un escándalo diplomático y ha puesto al país andino en un impasse del cual será muy difícil salir, mucho más debido a la hasta ahora arrogante posición de su gobierno.

El conflicto diplomático entre México y Ecuador, cuyo antecedente inmediato fue la declaración de persona no grata a la embajadora mexicana, que luego dio paso al secuestro y encarcelamiento del exvicepresidente Jorge Glas, que acababa de recibir el estatus de refugiado político (pese a haber sido condenado por delitos comunes años atrás), ha escalado hasta alcanzar los estrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde México ha presentado una demanda buscando justicia y el respeto a las normas internacionales.

Consulte también: Cuidar al TSE

La decisión de México de acudir a la CIJ y la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Organización de Estados Americanos (OEA) los días martes y miércoles reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de un marco de acción que respete los principios fundamentales de la diplomacia y el derecho internacional. Estos foros ofrecen una oportunidad invaluable para abordar el conflicto de manera constructiva, poniendo en primer plano la necesidad de soluciones pacíficas y el diálogo basado en el respeto mutuo, razón por la cual la demanda ecuatoriana de revisar los tratados internacionales es poco prudente.

En estas circunstancias, la comunidad internacional, así como los organismos regionales y multilaterales, deben actuar como mediadores para facilitar una resolución que respete las normas internacionales y promueva la estabilidad regional. Según expertos en la materia, la mediación debe enfocarse en la reconciliación y buscar una solución que permita a ambas partes superar el impasse, manteniendo la integridad de los tratados internacionales como guía.

Este conflicto sirve para poner en relieve la importancia de adherirse a los principios del derecho internacional no solo como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar la paz, la seguridad y el respeto entre las naciones. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante para el manejo de futuras disputas diplomáticas y reafirmar el valor de las convenciones internacionales como pilares de las relaciones entre Estados.

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales y el compromiso con el diálogo y la negociación. Es imperativo que México y Ecuador, con el apoyo de la comunidad internacional y organismos como la OEA, encuentren una salida basada en el entendimiento mutuo y el respeto a los tratados que han guiado las relaciones diplomáticas durante décadas. Este enfoque no solo resolverá el impasse actual de manera justa, sino que también fortalecerá el sistema internacional basado en reglas, crucial para la coexistencia pacífica entre naciones.

Comparte y opina:

Últimas Noticias