En Llallagua amenazan con romper acuerdo
Comerciantes. Protestan por el trabajo de las comisiones de ‘pacificación’
Los comerciantes de la avenida Linares de Llallagua están disconformes con el trabajo de las comisiones de «pacificación» en este poblado nortepotosino. Amenazan con romper el pacto interinstitucional firmado el pasado miércoles.
El lunes 24, centenares de mineros y originarios de dos ayllus marcharon por Llallagua reclamando por el incremento de los precios causados por el Decreto 748. Tras la marcha, según pudo verificar La Razón, se destrozaron unas 50 construcciones entre tiendas y viviendas.
La tienda de Jimena Alarcón fue una de las destrozadas por la marcha. En la víspera, Alarcón habló en representación de los vendedores de la avenida Linares y dijo que éstos se encuentran disconformes con el trabajo de la comisión de evaluación y cuantificación de los daños y pérdidas de comerciantes y particulares. «Sólo han participado algunas instituciones y no han estado los representantes del ayllu Sikuya».
Los negociantes también están disconformes por la falta de alguna autoridad nacional o departamental. «Recibimos la información sobre la llegada del gobernador (Félix González); pero no ha venido acá y en su lugar está el secretario de la Gobernación», dijo el alcalde Tomás Quiroz.
El jueves empezó a trabajar otra comisión de «pacificación» encargada de verificación y control de precios de materiales de uso y consumo.
Según el munícipe, lo ideal sería que la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) llegue hasta la región. «Pero, nos han indicado que no pueden llegar hasta Llallagua y que habría que recoger los alimentos en la ciudad de Oruro». La Intendencia y la Policía salieron a las calles comerciales para evitar algún alza de precios.
La labor policial fue criticada por los comerciantes y vecinos que se quejaron por la ausencia de efectivos durante el saqueo.
El director provincial Miguel Narváez explicó que no se actuó para evitar mayores desórdenes. Dijo que los avasalladores estaban en estado de ebriedad y que se armaron con piedras, palos y picotas. «Optamos por replegarnos a otros sectores para que no haya enfrentamiento. Han reclamado porqué no les hemos echado gas, hay que tener en cuenta que había mujeres, niños, embarazadas y hubiéramos provocado una estampida y hubiera sido peor».
Simón Colque, dirigente del ayllu Sikuya, informó que no se logró controlar a las bases para evitar los saqueos del lunes. Por su parte, los comerciantes denunciaron que éstos fueron con intenciones de robarles.