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Aceleran labores para rescate de tres cuerpos

Entre 24 y 72 horas se tardará en recuperar los cuerpos de tres de las 15 personas que aún siguen enterradas bajo los escombros del edificio Málaga que se derrumbó el lunes 24 en el centro de Santa Cruz.

«Tenemos un cuerpo ubicado y otros dos más. Se trabajó toda la noche, tuvimos un desperfecto en una de las máquinas, pero la búsqueda manual prosiguió», manifestó ayer Guillermo Saucedo, director del Centro de Operaciones de Emergencias Departamental (COED).

Se trata de los cuerpos de Rodolfo Ribera, Leonardo Plata y Rubén Urzagaste, cuyas familias permanecen en la zona de la tragedia, a la espera de la recuperación de los restos de sus seres queridos. Según el informe del contingente de rescatistas, bomberos y autoridades, se debe asegurar primero que los cuerpos no serán afectados por el material que se retira mediante maquinaria pesada.

Hasta anoche, el grupo de rescatistas franceses realizaba trabajos de búsqueda técnica con equipos especiales, para verificar la situación de los dos cuerpos, que todavía no han sido ubicados.

INFORME. El edificio Málaga, de 10 niveles, colapsó la noche del lunes 24 de enero. Hasta ayer eran 12 los cuerpos encontrados sin vida. Tras los primeros cinco días de búsqueda se determinó que no hubo sobrevivientes.
Los informes del médico forense Hugo Cuéllar, de la Morgue, señalaron que todas las víctimas, los 12 cuerpos recuperados hasta el domingo, fallecieron el mismo día del derrumbe de la edificación, por lo que se desechó la posibilidad de que hubieran agonizado bajo los escombros.

En tanto, familiares, compañeros de trabajo y amigos despidieron ayer a  tres de las víctimas, cuyos cuerpos fueron rescatados hasta el domingo. Los restos de Juan Armando Ribera Jiménez, Miguel Mario Rojas Frías y Jesús Casanova Ayma fueron sepultados en cementerios de la capital cruceña.

El entierro del ingeniero Armando Ribera (59 años), quien era el calculista de la obra, docente de la Universidad Gabriel René Moreno y padre de la modelo y conductora de TV Maricruz Ribera, fue uno de los más concurridos por gente que conocía a la víctima y los medios de comunicación.

En el funeral, Maricruz Ribera agradeció a la población y a los expertos del extranjero por el apoyo que recibió en los momentos difíciles de la búsqueda de su padre. » Dios sabe por qué hace las cosas y debemos aceptar su voluntad. Nunca perdí la fe, quiero que lo sepan y eso me hizo más fuerte, porque sé que mucha gente rezó y oró conmigo. En mi corazón sentía que mi papito estaba vivo, pero ahora está descansando en paz. Gracias a todos por el apoyo», dijo.

Callaú está dispuesta a dar cuentas ante la ley

Paulina Callaú, la propietaria del edificio Málaga y socia de Sicruz, dijo ayer que responderá tanto a los familiares de las víctimas muertas en el derrumbe de la edificación, como a las autoridades que requieran información durante la investigación del caso.

«Quisiera volver al pasado y evitar esta pesadilla, pero no puedo. Quisiera haber podido enterarme antes de que suceda el hecho y poder evitarlo, pero no fue así; hay dos cosas que si puedo hacer, responder y colaborar a las familias que perdieron a sus seres queridos», dijo con lágrimas en los ojos.

«Puedo responder y colaborar con las autoridades para investigar la verdad. Lo hice desde el primer momento, lo estoy haciendo ahora y seguiré poniendo todo de mi parte para que lleguemos a la verdad», añadió.

«Quiero reiterar a las familias afectadas que, además de las indemnizaciones que establece la Ley, les apoyaremos con todo lo que esté en nuestro alcance con lo que necesiten». La propietaria ratificó que los papeles de la construcción estaban en regla y que contrató a profesionales reconocidos en el medio para realizar la obra.

Según ella, se evaluó el proyecto anterior y la obra se desarrollaba en el marco del nuevo diseño. Los investigadores, dijo,  pueden verificar la calidad de los materiales que se utilizaron para desechar la hipótesis que apuntan a la mala calidad de los mismos como causa del derrumbe.