Dueños ignoran el seguro porque desconfían de las compañías
Las joyerías no están aseguradas porque sus propietarios consideran que las compañías aseguradoras no cubren lo perdido y porque exigen muchos requisitos
Propietarios de joyerías no contratan un seguro contra robos porque afirman que las compañías no cumplen cuando éste ocurre y porque las condiciones del contrato son de difícil cumplimiento.
«Las empresas de seguro no cubren este tipo de hechos. Hay casos en que se da dinero por la póliza, pero el momento de actuar no lo hacen», dice Ramiro Peñaloza, dueño de la joyería Claudia.
Las aseguradoras evalúan el tipo de robo que sufrió un negocio de alhajas para cubrir el daño en su totalidad o no. «A veces consideran el tipo de robo, si fue asalto a mano armada o sólo ingresaron a la joyería y sustrajeron las joyas. Cuando ocurren este tipo de asaltos, las empresas dudan si fue un autorrobo», añade.
Cuenta que cuando los delincuentes robaron su joyería, el año pasado, perdió aproximadamente 50 mil dólares. «No creo que las aseguradoras hubieran cubierto. Es muy difícil. Además el proceso de adquisición de la póliza es gasto nomás».
Desde la compañía Credinform informaron a La Razón que para que una empresa pueda cubrir a una joyería se necesita que el negocio cumpla con medidas de seguridad, como la instalación de cámaras o alarmas. Además, sólo se cubre el daño si los delincuentes emplearon la violencia.
Para Miguel Mamani, dueño de la joyería Litoral, representa una pérdida de tiempo el asegurar su negocio, por lo que prefiere cuidarla él mismo. «No estamos asegurados porque el trámite es largo. Además nosotros no manejamos mucho dinero», señala.
Su negocio, ubicado en la avenida Buenos Aires, tiene una superficie de 3 x 2,5 metros cuadrados, cuenta con tres estantes con decenas de collares y prendedores de oro, sin embargo no tiene ni cámaras ni alarmas.
En la calle Tarapacá la situación se repite. Víctor Calle, dueño de la joyería Virgen del Carmen, señala: «no, no tenemos seguro. Las empresas no quieren asegurar a las joyerías tal vez por el dinero que se maneja. Es difícil estar asegurado», manifiesta.
Richard (no quiere dar su apellido), propietario de la joyería Estilo, explica que las joyerías de la calle Tarapacá trataron de contratar un seguro contra robos en reiteradas oportunidades, pero las compañías les exigían una serie de requisitos que no pudieron cumplir.
«Nos pidieron un determinado monto de dinero que nosotros no podíamos cumplir y garantías que salían más caras que el mismo seguro», afirmó. El negocio tampoco cuenta con ninguna medida de seguridad.
Erick Arancibia, a cargo de la joyería Luz, en la calle América, dice que analiza la posibilidad de contar con un seguro luego de haber sufrido un robo el año pasado; sin embargo cree que no sería la solución para que su negocio esté seguro.
La compañía de seguros Alianza, por ejemplo, dentro de las políticas de suscripción no incluye a las joyerías. Un funcionario explicó que la razón es que el negocio de las joyas es de alto riesgo.
J. L. (Luxor) tampoco cuenta con seguro debido a que hace seis años, la aseguradora se negó a resarcir las pérdidas ocasionadas por un robo que sufrieron hace seis años. El negocio cuenta con cámaras de seguridad y sistemas de alarma en todos sus mostradores.
La joyería Mary, en la calle Tarapacá, tampoco está asegurada. Félix Álvarez, su dueño, asegura que aún analiza los pros y contras de contratar uno.
La Razón intentó conversar el miércoles y jueves con el gerente de la Asociación Boliviana de Aseguradoras (ABA), Justino Avendaño, sin embargo, su asistente informó que la autoridad estaba de viaje y no tenía una fecha de retorno.
Para pagar debe haber violencia
Según Creditores, las joyerías deben tener alarmas o cámaras de seguridad en el inmueble. Asimismo, si roban dinero, éste debería haber estado en la caja fuerte del negocio. Lo mismo ocurre con las joyas, si no se las guarda en una caja fuerte, los mostradores de vidrio deberán tener un sistema de alarma adecuado. Para cubrir el seguro, el delito tiene que haber sido un robo con violencia.