La ayuda tarda en llegar; familias sufren en Cochabamba y La Paz
A sólo 30 minutos de la ciudad de Cochabamba y a pesar de la declaratoria de emergencia nacional y departamental, un millar de personas vive en medio del agua y los mosquitos en Quillacollo, un drama que se repite al norte de La Paz, donde las lluvias también azotaron.

Vecinos de Villa Canillitas, Providencia, Santo Domingo y Manaco, barrios ubicados al sur de Quillacollo, viven en medio del lodo hace tres días, desde que sufrieron los embates del desborde de los ríos Rocha y Huayculi, que además colapsaron el alcantarillado provocando la expulsión de las aguas servidas a la corriente callejera.
Las viviendas están anegadas y no hay bombas para extraer el agua; la gente acampa en las zonas altas donde armó carpas. Hasta ayer al mediodía, la ayuda humanitaria no había llegado y la población lidiaba con olores nauseabundos y los mosquitos.
Claudia Perez, vecina de Villa Canillitas, duerme con sus tres hijos en la calle final Fructuoso Mercado donde junto a su vecina armó las camas que rescató de la inundación y una cocina. «Estamos durmiendo en la calle, picados por zancudos, no tenemos nada que comer, no hay ni agua», dijo. Contó que se prestó carpas para tapar sus enseres y desde el lunes permanece en vigilia, temerosa del derrumbe de su casa de adobe, que ya se rajó.
* Más información, mañana en la Edición impresa del periódico.
La Razón – EL DIARIO NACIONAL DE BOLIVIA