El desfile de Dior ha comenzado con discurso. Sidney Toledano, presidente de la firma, ha salido a la pasarela, minutos antes de que empezara el desfile para desvincular la colección de John Galliano, su modisto hasta ahora.
«Es el trabajo de ‘les petits mains’ (‘las pequeñas manos’) —en referencia al equipo del estudio— que llevan los valores de Dior». Las mismas manos que han salido a saludar al final del desfile con el público en pie. Toledano ha terminado calificando la actuación de Galliano de «intolerable para la dignidad humana» y recordar a las víctimas del Holocausto.
62 modelos han mostrado la colección de prêt-à-porter para el otoño-invierno que se ha presentado en el Museo Rodin de París. Con este desfile ha culminado el divorcio entre la casa de moda y el modisto gibraltareño, expulsado del Christian Dior a raíz de dos denuncias por insultos antisemitas en altercados en París.
Las conjeturas sobre el paradero del diseñador lo sitúan en una clínica de desintoxicación en EEUU donde también han sido tratados famosos como Elton John y Donatella Versace. Ayer se anunció que el desfile previsto para el domingo bajo la marca John Galliano, de la que no es dueño el diseñador se convertirá en una «presentación» de los vestidos.