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Los enfermos deben luchar contra el rechazo y el mito del contagio

Eliseo tiene leishmaniasis cutánea, estaba realizando el tratamiento, pero lo dejón Desde que Eliseo Paquiaca, de 20 años, adquirió la leishmaniasis vive una especie de destierro. Sus amigos creen que su enfermedad es contagiosa y en una ocasión no lo dejaron entrar a una fiesta.

Un viejo catre y unas frazadas son los únicos bienes que posee Eliseo en una habitación de madera en la colonia denominada Villa Kollasuyo a unos 35 minutos de Inicua en Palos Blancos. «Aunque me han dicho que no es contagioso, algunos se alejan de mí», sostiene el muchacho.

Eliseo comenzó el tratamiento el 2010, pero no lo siguió por falta de dinero. La lepra blanca que él tiene es cutánea y debería ser tratado con Glucantime, pero el proyecto OSCAR que dotaba este fármaco acabó sus medicamentos y se marchará. El Phlebotomus le picó a la altura del brazo derecho cerca del hombro, la herida mide aproximadamente unos dos centímetros y medio de diámetro y Eliseo la cubre con un vieja tela, que está lejos de haber sido sanitizada.
«Hay que cuidarlo, la herida debe cicatrizar. Tienes que venir a la posta», invita a Eliseo el enfermero auxiliar de la posta de salud, Filemón Quispe.

MITO.  Paquiaca ayuda a su padre en las labores agrícolas. Por las noches su padre retorna a la casa en Inicua, pero muchas veces Eliseo debe quedarse en el cuarto que posee en Villa Kollasuyo junto a un pequeño perro.

«Primero que todo debemos dejar muy claro que la leishmaniasis no es contagiosa y no es recomendable aislar a los enfermos. Esto tiene un tratamiento y lo podemos curar aquí», dice el director del Hospital General de Palos Blancos, Marcelo Aramayo.

El enfermero de la posta de salud de Inicua, Filemón Quispe admite que los enfermos «al principio sufren discriminación, pero hay que recalcar que no es contagiosa. Ahora cuando la herida está avanzada, tiene un olor muy especial es algo fétido y algunas familias los aíslan».

Eliseo sueña con seguir sus estudios. «Quisiera conseguir una licenciatura en lo que sea», señala el joven que terminó hace dos años el bachillerato en un colegio nocturno.

  En Villa Kollasuyo, al otro extremo de Villa Coroico, Elena Ajata Llanque recuerda que hace tiempo cuando adquirió la enfermedad hace unos 10 años recordó que los médicos no querían tratarla. «He sufrido mucho, pero más bien se ha perdido la herida», señala y muestra una úlcera que cicatrizó en su pierna derecha.

Quienes sufren la leishmaniasis en la mucosa nasal, sufren el rechazo. La lesión destruye las fosas nasales, el enfermo pierde gran parte de la voz y la úlcera desprende un olor fétido. Lo curioso es que la lepra blanca no duele y uno puede convivir con ella, pero el riesgo que corre es que pierda gran parte del rostro posteriormente.

 Eliseo espera retomar el tratamiento, para volver a Inicua y de ahí  a La Paz para estudiar una carrera.

Los médicos piden no dejar el tratamiento y usar repelentes

El director del Hospital General de Palos Blancos, Marcelo Aramayo, recomendó a los enfermos de la leishmaniasis no dejar y seguir el tratamiento.

«Algunos dejan el tratamiento y después es más complicado volver a retomarlo», añade el especialista.
Ya sea cutánea o en la mucosa, los afectados deberían seguir la medicación. «Porque si te pica una vez más es más grave y mientras más grande es la herida es más costoso para el bolsillo», señala por su lado, el enfermero auxiliar de la Posta de Salud de Inicua, Filemón Quispe.

De acuerdo con las estadísticas de Quispe un 80 y hasta un 90 por ciento de sus pacientes terminaron el tratamiento médico. Mientras que en el Hospital General de Palos Blancos y según los datos de la responsable de estadísticas, Betty Tarqui, de 138 personas que iniciaron el tratamiento, sólo cinco lo abandonaron.

Los expertos señalan que para evitar la picadura del insecto se debe utilizar el mosquitero para dormir, además de repelentes farmacéuticos si uno va a ir al monte.

Si se sospecha que fue picado por el mosquito, se debe ir al hospital para que un estudio de laboratorio determine si es positivo o, para luego empezar el tratamiento.