Sociedad

Wednesday 8 May 2024 | Actualizado a 15:45 PM

Hay unos 11 puntos donde cruzar la calle es un martirio

En La Paz hay al menos 11 puntos donde el peatón tiene problemas para cruzar y transitar, conoció La Razón luego de conversar con 15 transeúntes y dos educadores viales, además de visitar nueve de estos lugares entre el miércoles 9 y el jueves 10 de marzo.

Por La Razón

/ 14 de marzo de 2011 / 05:00

El director de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía de La Paz, Roberto Auchen, explicó que los puntos conflictivos son más visibles en calles y avenidas del casco urbano de esta ciudad.

Los sitios identificados por la gente son: San Francisco, inmediaciones de Laboratorios Vita y de las plazas Eguino, Triangular, del Estudiante, del Estadio, las intersecciones de las calles Potosí y Genaro Sanjinez, Ayacucho y avenida Camacho, de la avenida 16 de Julio y calle Colombia, además de la calles 17 de Obrajes y la 21 de Calacoto.

Los problemas «se ven más en el centro, en El Prado, en la Santa Cruz, Camacho, Mercado, donde hay más cruces de vehículos, y confluyen la afluencia peatonal con la vehicular», dijo Auchen.

Las principales dificultades son que la gente no respeta las normas y cruza en cualquier sitio, pero también porque los choferes incumplen las reglas y no dan prioridad al peatón.

Amanda Silva y Juan Carlos Mais, dos educadores viales —popularmente conocidos como «cebras»— coinciden en que las normas de tránsito se incumplen en la ciudad.

«Ahora somos más pero no abastece, no podemos estar presentes en todas las calles, la ‘cebra’ no soluciona el problema si el ciudadano no piensa en los peatones», dijo Amanda.

A eso se suman problemas en semáforos y señalizaciones. Auchen resume las causas en dos grandes grupos:  la falta de educación de los choferes y de los peatones y la tecnología para actualizar los semáforos.

«Todas las intersecciones son demasiadas, algunas tienen mayor problemática que otras por la frecuencia de vehículos, desde ya, es el tema de la educación».

Eso ocurre, por ejemplo, en la calle 17 de Obrajes, dijo un peatón, quien comentó que los problemas surgen cuando la gente cruza la avenida 14 de septiembre, ya que los choferes no respetan los semáforos y además hay que hacer «el quite» a los vehículos que bajan desde Bella Vista o Bolognia o suben desde la zona Sur hacia Miraflores.

Además, Auchen señaló que todos los semáforos deberían mantener la luz amarilla unos 15 segundos, para que los peatones pasen, sin embargo, duran menos tiempo.

«Hay que renovar, hay que cambiar los módulos de los semáforos. Se está trabajando en ello», dijo Auchen.

Además, hay algunos semáforos que son manuales y funcionan hasta algunas horas. El policía Cristian Cortez comentó que personal de Tránsito manipula el que está en la San Francisco hasta las 23.00.

Tres  lugares dificultosos
ESTADIO
La gente se para en la Saavedra para esperar transporte perjudicando a otros peatones y choferes.

OBELISCO En el cruce de la Camacho y la Ayacucho está prohibido recoger o dejar pasajeros. La gente y los choferes hacen caso omiso.

ESTUDIANTE Por la plaza converge el flujo que viene de la Batallón Colorados, la Cañada Strongest, la México, el nudo Villazón, las avenidas 16 de Julio y Landaeta. Todo esto dificulta el cruce hacia la plaza.

 

Los semáforos de la plaza San Francisco no se respetan
En el recorrido se observó que al final de la avenida Mariscal Santa Cruz, cerca de la Pérez Velasco, mucha gente que cruza hacia la iglesia San Francisco o de ésta hacia la calle Honda lo hace sin respetar el semáforo que está en los lugares. Sergio Velasco, uno de los peatones, agregó que es difícil además transitar por el sitio porque las comerciantes se intalaron en las aceras, además que la plaza de la iglesia está cercada porque se encuentra en construcción. Debido a esto, la gente espera el transporte parada en plena vía. «No es fácil transitar, la gente hace lo que puede, deberían levantar a los gremialistas porque forzosamente tenemos que andar por las calles», dijo.

Minibuses paran y forman trancaderas en la calle Potosí
A las 19.00 del miércoles 9 de marzo, este medio constató que en la esquina de la calle Potosí y Genaro Sanjinez los minibuses que llegaban de El Alto paraban en esta intersección para dejar a sus pasajeros, pese a que esto está prohibido.  Juan Carlos Mais, educador «cebra», dice que el punto de parada es media cuadra adelante, pero los choferes hacen caso omiso. «Es una mala costumbre que tienen los conductores, sólo cuando controlamos respetan el paso cebra y a los peatones», indicó. Debido a esto se suelen formar filas de hasta 10 minibuses, lo cual obliga a la gente a cruzar entre los vehículos, y el tráfico de los motorizados se relantiza ocasionando trancaderas.

En la plaza Eguino hay diversos obstáculos
En las inmediaciones de la plaza Vicenta Juaristi Eguino los vehículos de transporte público ganan espacio por donde pueden y la gente se da modos para cruzar en cualquier lugar. La gran cantidad de vehículos y la convergencia de cinco vías (flujo de la avenida Pando, Manco Kapac, Illampu, Pando y Nicasio Cardozo) empeora aún más el paso de las personas que también deben esquivar a los vendedores ambulantes que se apoderan de la acera e incluso parte de la calle por donde transitan los coches. El odontólogo Germán Calisaya es uno de los peatones que diariamente debe sortear los obstáculos en la Eguino, debido a que su consultorio está en la populosa zona.

Las paradas del plaza Triangular son desconocidas
Luis Zelada, estudiante de Educación Física, y Miguel Roescas, abogado, desconocen los puntos de parada en las inundaciones de la plaza Triangular para ir al centro. Zelada señala que espera movilidad en el cruce de la calle Nicaragua y la avenida Argentina, al igual que mucha gente. Este medio constató que a las 13.00 del jueves 10 de marzo, 15 personas esperaban transporte público en dicho punto. Cuando un vehículo paraba, los que estaban detrás también lo hacían, lo que derivaba en congestionamiento de la vía. La gente que sólo transita por ahí o que quiere cruzar tiene que hacerlo entre los vehículos o bien caminar para evitar la fila de motorizados parados. Roescas pidió más control.

La intersección Colombia-Loayza resulta un peligro
Hasta tres minutos puede tardar una persona en cruzar la avenida Mariscal Santa Cruz de una acera a otra a la altura de la calle Colombia, constató una periodista de La Razón que midió el tiempo que demoró en atravesar la vía. Por un lado, al ser una zona céntrica hay gran cantidad de vehículos y, por otro, los semáforos no dan el suficiente tiempo a la gente. Para ir de la calle Colombia a la calle Loayza, cruzando la Santa Cruz, el tiempo que dura la luz verde del semáforo sólo alcanza para llegar a la mitad de la vía, ya que el semáforo de la otra esquina habilita el paso a los vehículos que están en el carril de subida. A eso se suma que otros carros bajan de la calle Colombia.

De 19.00 a 21.00 es difícil circular por el Nudo Vita
Sugiere que se construyan pasarelas en el sitio. Cinco de las 15 personas consultadas afirmaron que la zona de Laboratorio Vita es la que más problemas representa para los peatones. El motivo es la gran cantidad de vehículos que  circula proveniente de la avenida Manco Kapac, la Perú, la República y la América. Paulina Baltazar, quien vende frutas hace más de 20 años en una de las aceras del lugar, afirmó que su jornada de trabajo se extiende hasta las 22.00 porque de 19.00 a 21.00 «no hay caso de pasar, porque también cargo mi carrito». Felicia Rojas, una vecina, comentó que tiene que «cruzar como loca y cargar a mi perrito para que ningún auto nos pise».

En la 21 de Calacoto también hay problemas
En la calle 21 de Calacoto en las esquinas de la avenida Ballivián y la Montenegro también es complicado cruzar debido al flujo vehicular, pero también porque el transporte público para en cualquier sitio.  Por ejemplo, para ir de la 21 hacia la iglesia de San Miguel hay que esquivar los vehículos que doblan desde la Ballivián. Los choferes no respetan el paso de cebra, pese a que en la zona hay control policial. Además, muchas personas que se bajan en la Ballivián a la altura de la 21 cruzan por entremedio de los vehículos. La falta al paso de cebra también se registra sobre la Montenegro, esquina calle 21. Hace poco, fue instalado un semáforo en el lugar, pero no todos respetan.

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Democracia en riesgo

Por La Razón

/ 5 de mayo de 2024 / 00:34

La reciente decisión de una sala constitucional en torno al “congreso del MAS-IPSP” convocado por dirigentes de la facción arcista constituye una tosca injerencia en las competencias del TSE. Y cruza un límite que pone en riesgo no solo la institucionalidad electoral, sino la propia democracia. Es fundamental ponerle freno antes de que conduzca a una deriva autoritaria.

 Una de las condiciones fundamentales de un Estado de Derecho es la autonomía e independencia de los órganos del poder público, además de su separación. Cuando uno o más órganos se subordinan a otro o surge una especie de suprapoder, esa estructura y organización funcional del Estado se resquebraja. Asimismo, cuando el sistema de gobierno empieza a depender de decisiones arbitrarias e inconstitucionales, la democracia está en riesgo. Estamos transitando ese muy peligroso umbral en el país.

En nuestro proceso de construcción y reforma estatal, no es nuevo que el Legislativo dependa de los mandatos del Ejecutivo. Tampoco es raro que la administración de justicia esté subordinada al poder político y a poderes fácticos. Lo crítico es que surja un suprapoder que imponga sucesivos fallos por fuera del marco constitucional y pisoteando la institucionalidad democrática. Desde el año pasado hay un suprapoder en Bolivia que, en consorcio con actores políticos, opera desde el TCP y algunas salas constitucionales.

A punta de sentencias, declaraciones y autos constitucionales, y algunas acciones de defensa, un arriesgado suprapoder está llevando a límites insostenibles el funcionamiento de los órganos del poder público y del sistema de gobierno. Así, bloquearon las elecciones judiciales, suspendieron las funciones de fiscalización de la ALP, se autoprorrogaron, beneficiaron a terratenientes y ahora están emitiendo “instrucciones” sobre las organizaciones políticas y los procesos electorales. Es inaceptable.

Es muy complicado y sensible para el TSE gestionar las disputas internas en los partidos, en especial en este momento la batalla entre facciones en el MAS-IPSP. Debe hacerlo en estricto cumplimiento de la Ley de Organizaciones Políticas y de los estatutos partidarios. ¿Qué ocurre cuando una sala constitucional, desde su filiación política, impone acciones que violan la normativa y vulneran las atribuciones del organismo electoral? Eso es lo que acaban de hacer, sin sonrojarse, los vocales Campero y Angles.

En un pronunciamiento difundido este viernes, las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional exigen con timidez el respeto a la independencia de poderes para garantizar la democracia en el país. No es una exigencia menor. En realidad, se está advirtiendo que, si magistrados y jueces continúan perforando el sistema y la institucionalidad electoral, la democracia boliviana está en riesgo. Es fundamental que la disputa política no termine derrumbando el orden constitucional y el régimen democrático.

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Elección en suspenso

Las reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre

Por La Razón

/ 2 de mayo de 2024 / 06:16

Como se decía días atrás en este mismo espacio, hace mucho que actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha las elecciones judiciales. El más reciente fallo constitucional ordena no solo paralizar el proceso, sino devolverlo al inicio y comenzar con una nueva ley de convocatoria; el argumento es la defensa de derechos, pero la intención tal vez no.

El 18 de abril, Yeny Duri, dirigente indígena y abogada, candidata eliminada en el proceso de preselección, presentó una acción popular en la que denunció que las aspirantes indígenas de Pando no recibían un trato equitativo en comparación con las de otros departamentos, señalando la falta de oportunidades equitativas en el proceso de preselección. La Sala Constitucional Primera de Cobija emitió el lunes una medida cautelar que suspendió el proceso de preselección en curso y luego, el martes, dictaminó que el proceso de preselección debía dejarse sin efecto completamente, argumentando que la convocatoria inicial no había considerado adecuadamente la inclusión de mujeres e indígenas, e instruyó elaborar una nueva.

Lea: ¿EJ en septiembre?

La reacciones luego de conocido el fallo revelaron, cómo no, una nueva fuente de incertidumbre, pues si bien hay voces, como la del expresidente Eduardo Rodríguez, quien argumentó que la Sala Constitucional de Cobija era incompetente para emitir tal fallo y que sus razonamientos eran improcedentes, sugiriendo que la Asamblea Legislativa debería continuar con el proceso de preselección, la Comisión Mixta de Constitución decidió entrar en cuarto intermedio hasta hoy, a la espera de la notificación oficial del fallo.

El Presidente de la Comisión, Miguel Rejas, del MAS, afirmó que la intervención de la Sala es una «aberración» y criticó duramente a los vocales que concedieron la tutela a la candidata Duri; dijo también que el fallo fue resultado de manipulaciones por parte de vocales y jueces, sugiriendo que algunos de ellos habían sido influenciados por quienes presentaron amparos.

A su vez, la senadora Andrea Barrientos indicó que el fallo de la Sala es «ilegal e inaplicable» y que ninguna sala constitucional tiene la competencia para declarar la inaplicabilidad de una ley, especialmente de la Ley 1549, que ha pasado por control constitucional y cuenta con amplio respaldo legislativo. El diputado por Creemos Leonardo Ayala argumentó que la decisión vulnera los derechos de los más de 400 postulantes habilitados para el proceso de preselección. El Presidente Nato de la Asamblea, como es habitual, no apareció.

La interminable sucesión de recursos judiciales y constitucionales, sumada a la incapacidad de las y los legisladores para acordar un plan de acción capaz de superar los obstáculos que unos y otros ponen en el camino, muestra todo, menos voluntad política, para cumplir con el mandato constitucional de realizar la elección de autoridades del Judicial. Mientras tanto, el sistema judicial boliviano se hunde irremediablemente.

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¿EJ en septiembre?

Por La Razón

/ 28 de abril de 2024 / 00:18

Renovadas acciones de amparo y medidas cautelares están paralizando nuevamente y dejan en incertidumbre las Elecciones Judiciales (EJ). Según lo establecido en la ley transitoria, este 5 de mayo debe concluir la fase de preselección de postulantes en la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y el TSE anunció que la votación popular sería en septiembre. Hay duda sobre tales plazos.

Desde hace un año, el proceso electoral para renovar el Órgano Judicial y el Tribunal Constitucional está a la deriva. Según el mandato constitucional, las elecciones debieron realizarse en 2023. Pero políticos y operadores del sistema, en especial del TCP, se encargaron de frenar, congelar y a la postre postergar la elección. Como no se eligieron nuevas autoridades, los actuales magistrados (cuyo mandato ya se cumplió) decidieron autoprorrogarse. Fue como un guion escrito desde el principio para boicotear el proceso.

Como efecto de un bloqueo de caminos realizado en enero, finalmente la bancada oficialista en la Cámara de Diputados viabilizó las truncadas elecciones. Se aprobó entonces una ley de consenso que trazó la ruta, sus fases y los plazos tanto para la preselección a cargo de la ALP como para la votación bajo responsabilidad del TSE. Así, se publicó la convocatoria, se recibieron más de 700 postulaciones, se verificaron requisitos y se resolvieron las inhabilitaciones. Hasta ahí todo conforme a lo previsto.

En medio de la evaluación de méritos, incluida una prueba de conocimientos, varios postulantes inhabilitados por incumplir requisitos activaron demandas en la justicia para la reconsideración de sus casos. Todas esas acciones prosperaron dejando en suspenso el proceso de preselección de postulantes. Y el plazo corre. Luego de calificar los méritos, la Comisión Mixta de la Asamblea debe aprobar su informe, que será la base para la elección, por dos tercios, en sesión plenaria. Queda solo una semana.

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Es evidente que algunos actores políticos y operadores judiciales están empeñados en frenar sin fecha, nuevamente, las elecciones judiciales. Sería desastroso para la institucionalidad en el país en un contexto de alta desconfianza y de crisis. Por ello es sensato que la Comisión Mixta retome el proceso desde mañana. Tampoco sería una buena señal que se amplíen los plazos, ya que ello implica postergar la votación popular (quizás hasta octubre, lo que se superpone con las elecciones primarias).

Todos sabemos que las elecciones judiciales no solucionan la crisis del sistema de administración de justicia, pero al menos implican cumplir la Constitución y evitar que los autoprorrogados continúen degradando aún más el Estado de Derecho con sus decisiones a la carta. Por ello es fundamental que la ALP culmine pronto su trabajo de preselección con voluntad política y madurez democrática. Luego será el turno de la ciudadanía en las urnas. Y seguirá en agenda la cada vez más urgente reforma estructural del sistema.

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Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

Lea también: Ley ‘antihombres’

El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

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Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

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