Los abuelos del Hogar San Ramón piden más días del padre. Julio Tórrez, de 86 años, tiene tres hijos. Uno de los varones vive en Los Yungas, el otro en el Beni, pero no sabe nada de él. Su hija que lo visita continuamente vive en Santa Cruz.
«Extraño mucho a mis hijos quisiera verlos. Mi hija viene a verme siempre. Me llama a mi celular cada semana», afirma don Julio mientras muestra el aparato que lleva colgado en su cuello como un amuleto.
El hombre de cabellos plateados también recuerda a su papá como un ilustrado, que hablaba varios idiomas, aunque confiesa que no pudo compartir mucho con él, de lo cual se arrepiente. «El ser padre te cambia la vida, aunque yo llegué a ser papá muy tarde. Tenía 45».
Por su parte, el comunicador social Luis Estrada, de 80 años, no sólo celebra el Día del Padre sino también el Día del Radialista. Recuerda que cuando era joven fundó muchas organizaciones de prensa y trabajó en varias emisoras como Altiplano, Cóndor y Aspiazu.
Pero, además posee dotes artísticas. «He sido campeón del Rock and Roll y Bugui Bugui», dice don Luis, luego de hacer un número musical en el festejo realizado en el hogar.
Su única hija es Miriam. Tiene dos nietos. «Ellos vienen a verme. Pero, hay gente que deja a sus padres y se olvida».
Don Hugo Cartagena, de 61 años, tiene una hija. «No sé dónde está; quisiera verla y abrazarla», dice triste.