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Misión técnica es resistida en Tiwanaku

Los mallkus de las comunidades del municipio de Tiwanaku desconocieron  a la comisión multidisciplinaria del Ministerio de Culturas, quienes acudieron para registrar y evaluar las piezas, y se declararon en emergencia.

«Las 23 comunidades de Tiwanaku no vamos a reconocer la comisión mientras no conversemos de Ejecutivo a Ejecutivo. Que la ministra venga para que conozca nuestra posición. El pueblo (de Tiwanaku) está en estado de emergencia», aseguró el mallku mayor de la región, Félix Yupanqui, en una asamblea organizada ayer tras la llegada del equipo técnico.

Durante la reunión, Yupanqui advirtió a la comisión que «los hemos recibido sin violencia, de forma humanitaria» y exigió a los medios presentes que «reproduzcan lo que digo exactamente». Tras el encuentro, los mallkus vigilaron los museos arqueológicos de Tiwanaku e impidieron a periodistas y técnicos la entrada y la adquisición de boletos para visitar el complejo.

El viernes en la noche, los representantes de Tiwanaku enviaron al Ministerio de Culturas una carta en la que rechazaban la presencia de la comisión. La ministra Elizabeth Salguero argumentó que el conflicto era un malentendido y que el grupo no iba a administrar el complejo, sólo iba a realizar un trabajo técnico en las ruinas.

La comisión, conformada el jueves 24 de marzo, está integrada por representantes técnicos de la cartera, de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, la Sociedad de Investigación de la Pintura Rupestre de Bolivia, la coordinadora de la Unesco, arqueólogos independientes y funcionarios del Gobierno Municipal de Tiwanaku.

El alcalde de la población, Marcelino Copaña Alejo, negó que su oficina participara de la reunión donde se conformó la comisión. También aseguró que la tarea de registro y evaluación «se ordenó sin conocimiento del municipio».

Sin embargo, el director de Patrimonio del ministerio, Marcos Michel, mostró copias del registro de la reunión en la que aparecen Irene Delaveris, conservadora de esa Alcaldía, y Hugo Ávalos, director de Arqueología de la misma instancia. Ávalos negó que estuviera en la junta del 23 de marzo como participante. «Fui oyente», aseguró.

Roberto Borda Montero, presidente de la FCBCB y parte de la misión, replicó que la actitud de Ávalos «es un acto de cobardía» y que la reacción de los mallkus es «exagerada».

«Nosotros no venimos a tomar control de los museos ni a llevarnos las piezas. Nosotros estamos para evaluar las colecciones y registrarlas. No podemos pasar un bien al control del municipio sin tener un catálogo completo», agregó.