Icono del sitio La Razón

Policía recupera a bebé de bolivianos robado en España

Wilson y Miriam, una pareja de bolivianos radicados en la ciudad española de Granada, vivieron 24 horas de infierno cuando una compatriota le robó su bebé. Al día siguiente, la Policía Nacional logró atrapar a la mujer y entregar al pequeño.

Todo ocurrió el lunes pasado cuando una desconocida se llevó a Alexander, de dos meses, desde una cafetería de la zona de La Caleta, en Granada.  La mujer había conocido al matrimonio de horas antes cuando había llegado al departamento de los bolivianos, en el distrito del Zaidín, con la excusa de alquilar un cuarto, según Ideal.es

Wilson Godoy, padre del menor, ha explicado que la mujer, que fue arrestada, pretendía alquilar la habitación y que para ello «intentó ganarse su confianza», informa EFE.

El día de los hechos la supuesta secuestradora preparó unos jugos en el inmueble de los que iban a ser sus caseros y contó a Miriam que tenía un hijo pequeño que se encontraba en el hospital de la ciudad.

Posteriormente, ambas mujeres se desplazaron hasta el centro sanitario, aunque antes pasaron por una cafetería próxima, en la zona de La Caleta de Granada, donde la madre de Alexander se sintió indispuesta, probablemente por la ingesta previa del zumo, y dejó momentáneamente al niño con su compatriota.

Cuando la madre regresó del baño, tanto la mujer como su hijo habían desaparecido, por lo que puso los hechos en conocimiento de la Policía, que inició un dispositivo de búsqueda del bebé.

La familia del menor sospecha que la detenida pudo echar alguna sustancia en el zumo licuado que habían tomado en la vivienda para que la madre de Alexander se sintiera indispuesta y así poder hacerse con el niño.

La secuestradora fue detenida el martes en la noche en el mismo barrio en el que viven los padres, donde estaba paseando al niño en el mismo carrito que tan sólo un día antes había robado.

Por ello, la Policía, informa El Mundo, atribuye lo ocurrido a una «mala jugada» o «hecho aislado» sin «ninguna motivación criminal» porque, si la mujer hubiera querido realmente secuestrar con ánimo delictivo al bebé, no se hubiera encontrado paseando con él tranquilamente por la calle, «se lo hubiera llevado a cualquier país para evitar ser descubierta».