José Carreño, director ejecutivo del Programa de Coordinación en Salud Integral (Procosi), entidad promotora del evento, explicó que entre las conclusiones del encuentro se estableció que en materia de género «todavía hay mucha exclusión, violencia intrafamiliar y elevados indicadores de feminicidios», y en consecuencia elevados índices de mortalidad femenina.
Por tanto, una de las recomendaciones a los Estados es realizar ajustes a la legislación para garantizar la equidad de género y frenar la violencia. «El principal problema de salud en Chile y América Latina es la desigualdad de género», complementó la ex ministra de Salud del vecino país, María Soledad Barría.
Según Barría, las estadísticas dan cuenta de que son las mujeres las que más se enferman y acuden a los centros de salud; y que 95% son tratadas por factores relacionados con la depresión y efectos de la violencia. También se registra —aseguró— un elevado índice de suicidios.
«En Chile, las mujeres mueren más en manos de sus parejas que al momento de dar a luz». Es decir, «el índice de feminicidios es mayor al de mortalidad materna». En materia de impacto, añadió, la violencia intrafamiliar dentro de los hogares afecta directamente a las niñas y a las mujeres, más que a los varones.
El otro tema que generó gran expectativa y debate en el congreso, según el director de Procosi, fue el cambio climático y sus efectos. Una de las conclusiones a las que se llegó en esta materia es que enfermedades que antes se desarrollaban en lugares bajos aparecen en zonas altas, es el caso de la malaria y el dengue, sostuvo Carreño.
«El cambio climático en el área de la salud, de alguna manera, está desplazando al vector de la malaria de las zonas bajas a los lugares más altos y, por otro lado, se están incrementando los índices de dengue», señaló.
De acuerdo con las exposiciones de los profesionales, dijo Carreño, esto está ocurriendo porque el cambio climático le está facilitando al mosquito transmisor del dengue sobrevivir en regiones impensables.
El director de Procosi añadió que, en este contexto, se sugirió a los Estados participantes del evento trabajar en tareas de prevención frente a eventos como las sequías y las inundaciones, porque sus efectos dañan la salud de la comunidad.
«Estos temas están ocasionando trastornos en la salud de las personas y en la de las familias, porque éstas se ven en la necesidad de desplazarse y cuando hay migraciones se generan problemas sociales que derivan en la calidad de la salud», reflexionó Carreño.
El Primer Congreso Latinoamericano de Salud contó con la participación de representantes de 14 países, desde donde también llegaron expertos en diversas materias.
Datos del Congreso
El Primer Congreso Latinoamericano de Salud: Determinantes Sociales y Participación Ciudadana, se realizó en La Paz los días 28, 29, 30 y 31 de marzo del 2011. Participaron alrededor de 14 países.
Calidad de vida puede prevenir 85% de afecciones
En la medida en que los gobiernos trabajen en políticas que mejoren las condiciones de vida, como los niveles de ingreso, acceso al trabajo, a educación y otros requerimientos que tiene la población, se podría prevenir el índice de las enfermedades, según José Carreño, director de Procosi.
El representante aseguró que «el 85% de las enfermedades que sufrimos los seres humanos son posibles de solucionar en los niveles básicos, en la atención primaria. Esto se logrará con la promoción y prevención de la enfermedad», manifestó.
La desnutrición infantil podría ser prevenida si en el país se garantiza la seguridad alimentaria. La diarrea se evitaría al mejorar los hábitos de higiene. Y al evitar mayores niveles de contaminación se podría eliminar las infecciones respiratorias y el Chagas.
Las conclusiones a las que llegaron los representantes de los 14 países que participaron en el Primer Congreso Latinoamericano de Salud serán parte del debate en el Congreso Mundial de Salud, que se desarrollará en Brasil, este año, informó Carreño.