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Una autoridad que evita llevar escolta

El secretario jurídico de la Gobernación, Vladimir Peña, explicó que Rubén Costas no acostumbra llevar escolta o equipos de seguridad, «debido a la sencillez que le caracteriza y el apego que tiene por la gente de la ciudad y las provincias».

El Gobernador de Santa Cruz usualmente conduce su motorizado. Sólo en casos de viaje a las provincias lleva un chofer o a un equipo de colaboradores que lo acompañan en las actividades.

El director de Comunicación, Mario Cuéllar, coincide en que a Rubén Costas no le gusta estar rodeado de escoltas.

Por eso, la mañana del martes era él quien conducía la vagoneta por el área cercana a la Gobernación. En tales circunstancias presenció cómo dos hombres montados en una moto arrebataban el dinero que llevaba una funcionaria de la empresa de seguros Credinform. Ella tenía en su poder 19.300 dólares. Uno de los sujetos de la moto llegó a apuntarle con un arma de fuego.

Se sentía perdida, cuando intervino «alguien» a bordo de un vehículo, obligando a los delincuentes a emprender la retirada.
La mujer, Dolly Valverde, se enteraría sólo en la clínica a donde fue llevada, de que su salvador era el Gobernador cruceño.

Rubén Costas —que con la cabeza vendada se ha reunido ya con su gabinete y ha dado una conferencia de prensa— tiene 55 años de edad. Está casado con  Sonia Vincenti Égüez, con quien tiene cuatro hijos varones: Rubén, Nicolás, José Gustavo y Leonardo.