Pacientes de la Caja Nacional de Salud volvieron ayer a recibir atención médica después de que los servicios estuvieron interrumpidos casi dos semanas por el paro convocado por la Central Obrera Boliviana exigiendo un aumento salarial al que estaba previsto inicialmente por el Gobierno.
La Razón Digital conversó este martes con algunas de las personas que comentaron que la medida de presión les perjudicó aún más debido a su estado de salud.
Juana Mamani, de 44 años y que se dedica a cuidar niños, ingresó al Hospital Obrero el domingo 10 de abril por una fractura de muñeca y fue intervenida ocho días después. Originalmente, la cirugía fue fijada para el lunes 11 de abril pero se postergó día tras día. La mujer no sólo lamenta haber perdido varios días de trabajo, sino también que teme que la despidan.
También contó que debido al paro ella y otros pacientes tuvieron que ingeniárselas para calmar los dolores consumiendo analgésicos.
Yadhira Alanoca, de 42 años, tuvo un accidente en su tobillo cuando realizaba una tarea comunal. Ella trabaja como auxiliar en un kínder y fue operada el 1 de abril, pero tuvo que ingresar nuevamente al hospital luego de cinco días debido a que tenía fuertes dolores y no podía mover el pie. Entre llantos, se queja de la mala atención que recibió desde el primer día de su internación.
Demetrio Sánchez, de 56 años, fue otro de los pacientes que conversó con La Razón Digital. Este trabajador de la construcción se fracturó el pie izquierdo cuando realizaba su jornada laboral.
Dijo que llegó al hospital Obrero la semana pasada, pero que recién logró ayer que lo atendieran.