Sociedad

Friday 29 Mar 2024 | Actualizado a 02:52 AM

Un emotivo adios a David Niño de Guzmán

Tristeza. Familiares y colegas destacaron la labor del periodista

Por La Razón

/ 23 de abril de 2011 / 05:00

«Cuando llegaba al trabajo en fin de semana (a la Agencia de Noticias Fides) ponía la música de Maná y las teclas empezaban a danzar y las notas salían una tras otra», recordó durante el velorio su amigo y ex colega de la agencia de noticias, José Luis Vargas .

Desde el jueves, los restos de David fueron velados en una funeraria de la zona de Miraflores. Ayer, casi al mediodía, el féretro fue trasladado a la sede de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz, en el centro.

El olor a flores y las melodías que salían de una grabadora, colocada cerca del ataúd del periodista, llenaron el ambiente. Los familiares, su esposa, dos hijos, su madre, hermana y otros parientes no dejaron que la música cese. «Esas canciones le gustaban a mi papá», dijo el primogénito de David, Jean Paul, mientras su hermano menor, Ray Fares, observaba el rostro de su padre a través de la ventanilla del ataúd.

Periodistas y trabajadores de varios medios se hicieron presentes en el velorio y en la misa de cuerpo presente.
 Niño de Guzmán era Jefe de Prensa de la ANF y ejerció su carrera desde hace 16 años. Nació en la población norte potosina de Uncía, salió licenciado en Comunicación Social de la Universidad San Francisco Xavier de la capital de Bolivia, Sucre.

Desarrolló su carrera de periodista en la sede de gobierno en diferentes medios de comunicación y como relacionista de entidades públicas.

El cuerpo sin vida de David Niño de Guzmán fue encontrado al final de la avenida Zavaleta el jueves a mediodía, luego de haber estado desaparecido por cerca de dos días

Partida. Faltando 15 minutos para las 16.00 de ayer, la grabadora se calló para dar paso a la misa de cuerpo presente. Plegarias y sollozos llenaron el ambiente mientras el sacerdote dio el mensaje a sus familiares, amigos y colegas, indicando que David «abre el camino al lugar al que todos iremos un día».

Al final de la ceremonia religiosa, su colega de trabajo Jaime Loayza leyó la carta que escribió el director de la ANF, padre José Gramunt de Moragas.

«Aseguro que todos lo tendremos presente en nuestros recuerdos y oraciones. Su carácter afable le ganó el aprecio de todo el personal de la agencia. Su formación ética y experiencia le valió el cargo de Jefe de Prensa y quiero resaltar el carácter mesurado de sus notas», señala una de las partes de la carta.

Decenas de personas acompañaron al cortejo fúnebre, que salió desde la sede de los trabajadores de la Prensa y llegó al paseo de El Prado. De ahí fue trasladado en vehículo al Cementerio Jardín Parque Celestial, en la zona de Kantutani. Antes de darle el último adiós, un grupo de amigos le cantó una canción juvenil con la que se identificaban.

La hermana mayor, Rosa Niño de Guzmán, agradeció por los más de 40 años que le permitió disfrutar y «ser la luz que dio a su familia y el ejemplo de amor».

Hallan guía de dinamita  y encendedor en el sector

La Policía ‘rastrilló’ el lugar y detectó el reloj y las gafas del fallecido

Tras un «rastrillaje» realizado ayer en el sector donde fue encontrado el cuerpo del periodista David Niño de Guzmán, la Policía encontró nuevos elementos que podrían ayudar a esclarecer su muerte.

«Hemos hecho un rastrillaje de información, de recolección de evidencias, porque el radio era bastante grande», confirmó a La Razón el coronel Roberto Campos, jefe de la División Homicidios de la FELCC paceña.

Esta labor permitió encontrar cuatro objetos más, que por la cantidad de arbustos no fueron advertidos el jueves. «Se encontró guía de dinamita, un pedazo; unos lentes, que presumimos son de la víctima; además de un reloj y un encendedor pequeño», dijo Campos.

Estos elementos, sin embargo, no hacen variar las hipótesis que de momento se manejan en torno a la muerte del periodista: homicidio, asesinato e incluso posible suicidio.

Otro elemento es que no se verificaron huellas de vehículo en la zona. «Todavía no hemos hecho una comparación de las hipótesis, pero sí estamos aglutinando las evidencias para tener mayores elementos», recalcó la autoridad.

Para tener información más precisa, de acuerdo con el jefe policial, se requiere de al menos siete días. Por el momento, a las pesquisas que realiza la fuerza anticrimen se sumó el apoyo del Centro de Adiestramiento de Canes y efectivos de la Unidad de Bomberos, que, además de ayudar con la búsqueda, coadyuvan en las pericias relacionadas al explosivo.

Gobierno e Iglesia piden una investigación seria

La ANP, trabajadores de la Prensa y Reporteros sin Fronteras están afectados

La trágica muerte de David Niño de Guzmán Velasco conmovió no sólo a periodistas bolivianos, sino a Reporteros Sin Fronteras (RSF), la Conferencia Episcopal Boliviana y otras entidades. Además, el vicepresidente Álvaro García Linera pidió esclarecer el hecho.

«Estamos conmovidos por ese hecho y hemos pedido a la Policía que extreme sus esfuerzos y coloque a su mejor gente para esclarecer esta tragedia», dijo García Linera, según la ANF. Los ministros de Comunicación, Iván Canelas, y de Gobierno, Sacha Llorenti, anunciaron las investigaciones.

Entretanto, la Conferencia Episcopal Boliviana repudió «este tipo de acciones, cualquiera fuera su causa» y pidió celeridad en las investigaciones; además, mediante un comunicado expresó su solidaridad con los dolientes.

Varias webs de medios de comunicación internacionales resaltaron las extrañas circunstancias en las que falleció el jefe de prensa de la Agencia de Noticias Fides.

En ese marco, Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió ayer que no se descarte el «móvil profesional» como causa de la muerte del periodista. La organización se declaró «conmocionada por este violento crimen» y pidió que «los responsables sean identificados y rindan cuentas ante la Justicia lo más rápido posible», reportó EFE.

Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación Nacional de la Prensa, Juan Javier Zeballos, lamentó el deceso y pidió al Ministerio de Gobierno y la Policía «una profunda investigación que permita esclarecer las causas de su muerte». El sector está con una «bronca contenida», añadió Ramiro Echazú, de la Confederación de Trabajadores de la Prensa.

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Cuatro millones

De los debates posteriores al censo, es posible que el que más importe en Santa Cruz sea el del total de habitantes del departamento

Por La Razón

/ 28 de marzo de 2024 / 07:25

De los debates posteriores al censo, es posible que el que más importe en Santa Cruz sea el del total de habitantes del departamento. Si no bastase con la obligada referencia al ejercicio estadístico de la Gobernación, se ha denunciado migración y hasta “acarreo” de gente, y se exige una “encuesta poscensal” para asegurar la “confiabilidad” de los datos recogidos el 23 de marzo.

Es un hecho que es el departamento con más habitantes del país, con todo lo que ello implica en demandas y necesidades; considérese además que durante muchos años funcionó en la puerta del Concejo Municipal de la capital un cartel informático, llamado “Cambómetro”, que contabilizaba el número de personas que llegaban a la ciudad capital, más el número de nuevos nacimientos; la cifra se actualizaba cada pocos minutos, dando cuenta del crecimiento imparable de la población local.

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A eso súmese la enorme expectativa que existe en el departamento porque la Constitución y las leyes indican que la distribución de escaños legislativos depende del número de habitantes, y ni luego del Censo de 2001 ni del de 2012 se hizo el ajuste necesario. De ahí que desde 2022 la “institucionalidad” cruceña haya levantado el tema como una de sus principales banderas.

Primero fue la instrucción del entonces Gobernador en ejercicio al Instituto Cruceño de Estadística, de realizar un estudio demográfico, tarea desarrollada entre diciembre de 2022 y abril de 2023 y que arrojó un “un estimado del número de habitantes en el departamento de Santa Cruz”; tal estimación fue fruto de “la inferencia estadística”. La cifra anunciada al final del ejercicio fue: 4.000.143 habitantes.

Luego de muchas idas y venidas, en las que el Gobernador cruceño subrayó su falta de interés en dialogar y concertar, se implementó una serie de paros escalonados que terminaron en un paro indefinido que duró 36 días y no logró su cometido, que era forzar la realización del Censo en 2023. Sin embargo, las elites, que terminaron perdiendo casi todo el apoyo popular que habían galvanizado desde 2019, por el costo de la medida de protesta, presentaron como éxito propio la ley que instruyó hacer el Censo en marzo de 2024.

Luego, en vísperas del conteo, oficiosos personajes mediáticos desplegaron una campaña de desinformación para que la gente evitase responder todas las preguntas del Censo. Solo lograron evidenciar oscuros intereses detrás de la campaña. Finalmente, luego de la realización del operativo el sábado 23, fue el Presidente del comité cívico quien reconoció la posibilidad que “por tanta migración, no lleguemos al resultado que arrojó la Gobernación hace unos meses, de los cuatro millones”.

Es, pues, un derrotero bien conocido en el modo de hacer política de las elites cruceñas y que mezcla los legítimos intereses de la población de ese departamento con las ambiciones de quienes operan estos actos y discursos, con resultados que solo abonan a un status quo de confrontación con el gobierno “centralista”. Ojalá esta vez alguna de las partes tenga mejores ideas para salir del conflicto.

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Un censo histórico

Por La Razón

/ 24 de marzo de 2024 / 01:42

Como estaba previsto, ayer se realizó en Bolivia el Censo Nacional de Población y Vivienda 2024. Es un censo histórico que nos permitirá saber, a un año del Bicentenario, cuántos somos, cómo vivimos y cómo nos distribuimos. Esta información es clave para el diseño de diferentes políticas públicas, así como para fines distributivos. Hay que esperar los datos con sensatez.

Según la tradición en el país, más allá de algunos imprevistos y hechos aislados, la jornada del operativo censal fue una nueva demostración de madurez cívica y participación ciudadana. Pese a la postergación de la fecha, que generó conflictividad regional en 2022, el Estado, a través del INE, cumplió con las actividades organizativas y logísticas requeridas para una movilización enorme en el territorio. Contó para ello con el apoyo de la cooperación internacional y de organizaciones de la sociedad civil.

Pero se trató en especial de un día con protagonismo ciudadano. La visita a 5,8 millones de viviendas en el país fue posible por el trabajo de más de 750 mil censistas voluntarios, que desde primeras horas de la mañana se desplegaron en los lugares asignados en el marco de la cartografía actualizada. Y las personas y familias esperaron con expectativa para responder la boleta de 59 preguntas (diez más que en el censo 2012). Así, los intentos marginales por malograr el operativo fueron fallidos.

El censo 2024 es el duodécimo en nuestra historia (el cuarto en democracia) desde el primer recuento poblacional realizado en 1831 en el gobierno de Andrés de Santa Cruz. Entonces el número de personas censadas en Bolivia fue de 1.088.768. Transcurridos 181 años, ese número subió a 10.059.856 en el último censo de 2012. En septiembre se contará con datos preliminares para saber cuántos somos en el presente. Se espera que esta información sea la base para la planificación pública de mediano y largo plazo.

Detrás de los datos estadísticos y lo que revelan en su desagregación con arreglo a diferentes variables, hay historias de vida, condiciones de existencia, flujos migratorios, situaciones personales y familiares, mucha diversidad. Los números no necesariamente expresan esa complejidad de la sociedad boliviana, pero son útiles para el necesario examen respecto a cómo vivimos y cómo nos distribuimos. Esa fotografía de hoy contribuye a trazar el rumbo del futuro. Ojalá sea con más derechos y menos desigualdades.

¿Por qué el censo 2024 es histórico? No solo porque es el recuento con el que llegaremos al Bicentenario de Bolivia, tampoco porque es el operativo más grande de nuestra historia, sino en especial porque se hace en un contexto de incertidumbre. Si esperamos con sensatez los resultados y los gestionamos con base en acuerdos y equilibrios (lejos de la polarización y de los desinformadores profesionales), este censo brindará algunas evidencias relevantes para mirarnos al espejo como país. No es poca cosa.

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Los ‘retos’ de la democracia

El informe de la CIDH es una radiografía de los Derechos Humanos en Bolivia, y si bien reconoce avances, son muchos más los ‘desafíos’

Por La Razón

/ 21 de marzo de 2024 / 06:26

La presentación, días atrás, del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación en Bolivia, fruto de una visita “in loco” de un equipo de especialistas en 2023, ha terminado de aclarar el propósito de tal evaluación, que nada tiene que ver con casos particulares, pero sobre todo ha brindado una muy extensa lista de todo lo que falta por hacer.

El documento titulado Cohesión social: el desafío para la consolidación de la Democracia en Bolivia, publicado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 20 de enero de 2024, pero presentado el 14 de marzo, arranca señalando que la boliviana es “una sociedad afectada por el fenómeno de la polarización, que agrava la conflictividad social, habilita la escalada de violencia y genera condiciones para violaciones de derechos humanos”.

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En sus 222 páginas, el informe destaca que Bolivia ha experimentado transformaciones significativas desde la adopción de la Constitución de 2009, que ha promovido un amplio reconocimiento de los derechos humanos con énfasis en la perspectiva de género, los pueblos indígenas, y los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA). Sin embargo, también señala que la polarización social ha exacerbado la conflictividad y generado desconfianza hacia las instituciones democráticas. La CIDH recuerda que el Estado debe “fortalecer sus esfuerzos para la generación de espacios de consenso y diálogo genuino entre los distintos sectores de la sociedad boliviana”.

Respecto de los derechos reconocidos desde 2009, el informe señala que la implementación de las políticas correspondientes “enfrenta desafíos, incluyendo la debilidad institucional y la persistencia de patrones de discriminación”. También llama “retos” para la democracia y el Estado de derecho la polarización política, el estado de la libertad de expresión, el acceso a la información, y la participación ciudadana; menciona asimismo el deterioro del debate público, alimentado por discursos de liderazgos públicos. Al gremio periodístico no le va bien, pues se observa falta de representatividad en sus instituciones y descalificación mutua entre colegas de profesión.

Pero de todos, el tema más importante en el informe parece ser el referido a la Justicia, señalando en el acápite respectivo la necesidad “crítica” de cambios estructurales para garantizar la independencia judicial, mejorar las condiciones carcelarias, y asegurar el acceso efectivo a la justicia para todos. Entre las recomendaciones, sin embargo, no hay ninguna que no se conozca desde hace ya demasiados años, a pesar de que son urgentes, quizás cada día más.

El informe de la CIDH es una radiografía de los Derechos Humanos en Bolivia, y si bien reconoce avances, son muchos más los “desafíos” identificados. La extensa lista de recomendaciones puede ser un punto de partida para quien pretenda imaginar un proyecto de mejor país.

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El Censo del 23M

Por La Razón

/ 17 de marzo de 2024 / 00:14

Luego de su postergación por más de un año, el Censo Nacional de Población y Vivienda se realizará en Bolivia este sábado 23 de marzo. El último Censo fue el año 2012. El propósito es obtener información detallada para saber cuántos somos y cómo vivimos en todo el territorio nacional. Es un insumo fundamental para el diseño de políticas públicas. Llegar a este día no fue fácil.

Mediante un Decreto Supremo de mediados de julio de 2021, el Gobierno determinó que el Censo se haría el 22 de noviembre de 2022. Fue declarado “prioridad nacional”. Y la entonces ministra de Planificación señaló que todo estaba asegurado para el efecto. Faltó a la verdad. En julio de 2022, el Consejo Nacional de Autonomías, tras identificar dificultades, planteó la postergación del Censo hasta mayo o junio de 2024. Entonces el presidente Arce anunció un proceso “responsable y con transparencia”.

El aplazamiento del Censo 2022, que se convirtió en Censo 2024, generó rechazo y protesta, en especial en Santa Cruz. La dirigencia cruceña, a la cabeza del gobernador Camacho y el cívico Calvo, impulsó una movilización con la consigna “Censo 2023 Sí o Sí”. Con esa bandera innegociable hubo cabildos, ultimátum al Gobierno y un paro departamental que, con episodios de radicalidad y violencia, duró 36 días. Fue una derrota. El Censo, blindado por Ley, finalmente se reprogramó para este 23 de marzo.

Durante el 2023, con centro en el INE, se avanzó en la preparación del operativo censal. Entra otras cuestiones logísticas y organizativas, fue fundamental la actualización cartográfica, que tenía rezago y ausencias. También ha sido relevante la definición del cuestionario censal, con 59 preguntas distribuidas en siete capítulos. Al respecto hubo algunos debates inútiles en torno al mestizaje y la religión. La última etapa se concentró en el reclutamiento y capacitación de más de 750 mil voluntarios censistas.

Así llegamos, como país, al día del Censo, este sábado. Es el operativo de mayor alcance a nivel nacional. Se espera que, pese a cierta improvisación y desconfianza, se logre el propósito de hacer un recuento completo y confiable de todas las personas, los hogares y las viviendas que se encuentran en Bolivia. A estas alturas no cabe ninguna amenaza de boicot o consignas para distorsionar los datos. Deben primar la transparencia, el trabajo técnico y la participación ciudadana en todo el territorio.

Según lo previsto, los resultados del operativo censal se conocerán en septiembre. Estos datos son la base para la redefinición de políticas públicas, así como para la distribución de recursos, ojalá con un pacto fiscal, y la redistribución de escaños en la Cámara de Diputados. No es algo sencillo toda vez que hay ganadores y perdedores. Lo importante es trazar una ruta de diálogo, acuerdos y equilibrios. El 23M, pues, es un día decisivo para la fotografía que guiará nuestro rumbo en la próxima década.

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Juezas, se busca

Es evidente, pues, que hay más obstáculos que voluntad política en el proceso de convocar y realizar las elecciones judiciales

Por La Razón

/ 14 de marzo de 2024 / 09:47

Como si no hubiesen sido suficientes los escollos que se produjeron desde hace casi un año, uno nuevo acaba de aparecer en el camino a las elecciones judiciales: la falta de mujeres candidatas a los puestos de magistradas y juezas, lo cual hace peligrar la paridad de género prescrita en la ley. Difícil saber a qué se debe este fenómeno, y más difícil encontrar una salida.

El artículo 76 de la Ley 026, de Régimen Electoral, especifica que la Asamblea Legislativa debe preseleccionar “hasta cuatro (4) postulantes para cada departamento en dos listas separadas de mujeres y hombres”; también, que “garantizará que el cincuenta por ciento (50%) de las personas preseleccionadas sean mujeres; y la presencia de al menos una persona de origen indígena originario campesino en cada lista”.

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Asimismo, la Ley 1549, Transitoria para las Elecciones Judiciales 2024, establece que la Comisión Mixta de Constitución elevará un informe a la Asamblea con la lista de un mínimo de 36 y un máximo de 72 postulantes para el TSJ, y similar cantidad para el TCP, garantizando la equidad de género y la representación indígena originaria. También señala que la Comisión Mixta de Justicia Plural debe presentar un informe al pleno del Legislativo con una lista de un mínimo de 14 y un máximo de 28 postulantes para el Tribunal Agroambiental, y un mínimo de 10 y máximo 20 para el Consejo de la Magistratura.

Dependiendo de cuál de las instancias del Judicial se trate, hay mayor o menor déficit de mujeres candidatas: para el Constitucional, hay departamentos donde postularon apenas dos; para el Supremo la situación es similar. En todos los casos, el conteo de candidatas da un promedio de una por cada cuatro varones. “Con esos números realmente sería bien complicado garantizar una participación igualitaria”, reconoció el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. Sin embargo, su colega presidente de la Comisión de Justicia Plural dijo que hay la cantidad necesaria de postulantes mujeres para seguir en el proceso de revisión y verificación de requisitos.

Entre las razones que se ensayan para explicar esta ausencia de mujeres interesadas en participar de la votación para autoridades del Judicial se señaló: falta de credibilidad en el proceso electoral debido al manoseo de los últimos meses; temor de las mujeres a los rigores del sistema patriarcal imperante en la sociedad y las instituciones; y temor de algunas a “quemarse” en el proceso. Todas ellas son plausibles, y es posible que hayan otras más.

Es evidente, pues, que hay más obstáculos que voluntad política en el proceso de convocar y realizar las elecciones judiciales. Por ahora es poco claro el modo en que la Asamblea Legislativa saldrá de este impasse, lo cual implica que el Estado sigue en el camino de la desinstitucionalización promovida por los partidos con representación parlamentaria. Tarde o temprano la historia juzgará este amargo tiempo.

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