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9 urbanizaciones de Las Lomas, con agua, pero sin alcantarillado

La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) instaló macromedidores a tres cooperativas que dan el servicio a Mallasa, Palca y Las Lomas de Achumani, informó su gerente general Víctor Hugo Rico. Según el contrato suscrito con EPSAS el 2006, la cooperativa Las Lomas sólo debía suministrar el líquido a la urbanización Los Frutales, que tenía entonces 150 usuarios.

Sin embargo, la organización tiene hoy más de 350 consumidores, y presta el servicio a nueve urbanizaciones en Las Lomas de Achumani: Los Frutales, Los Frutales II, Lamirpanta, Colinas Verdes, Constelación, El Sol, Jacaranda, Señor de los Milagros y El Alcides.

Vecinos de las nueve urbanizaciones se quejan de la calidad del servicio que les da la cooperativa y exigen que EPSAS se haga cargo. Pero la empresa argumenta que los problemas limítrofes entre los municipios de La Paz y Palca son una traba para sus proyectos de mejoramiento.

«Teníamos planes para mejorar el tendido de tuberías, pero los intenciones fueron truncadas por problemas limítrofes con Palca, ya que no se consiguieron autorizaciones porque se alegó que la urbanización Las Lomas pertenece a ese municipio», dijo Rico.

Los usuarios reclaman por el deficiente sistema de facturación de la cooperativa, por la falta de alcantarillado que hace que los desechos humanos estén cerca de las calles y por  la falta de mantenimiento de las tuberías de agua potable.

«Nuestro problema es con el sistema de alcantarillado. Prácticamente estamos viviendo cerca de nuestras propias heces fecales, queremos que la reguladora se haga cargo al respecto», expresó el vecino Marcelo Siles.

«No tenemos mantenimiento de nuestras tuberías cuando estas se rompen o botan agua. Tampoco existe la potencia suficiente en la presión y, en horas de la noche, el agua no nos llega a todos», indica Rosario Escalante, otra usuaria del servicio.

Uno de los encargados de la Cooperativa Las Lomas manifestó que por el agua se paga a EPSAS mensualmente entre Bs 10.000 a Bs 15.000.

algunos pagan por el servicio un monto mensual», dijo Wilson Limachi, uno de sus administradores.»La empresa de agua nos da a Bs 2,40 el metro cúbico y nosotros cobramos a nuestros vecinos Bs 2,80, aunque La Razón visitó Las Lomas de Achumani, donde constató que no hay sistema de alcantarillado.

En la curva de la avenida Javier del Granado, antes de llegar a la urbanización Los Frutales, los vecinos hicieron un pozo séptico con estructuras de hormigón, que está expuesto al aire libre. El fétido olor se percibe al pasar por el lugar.

Los moradores temen que se produzca un deslizamiento, como el que golpeó a los barrios de Valle de las Flores, Kupini y Callapa, que recibían agua y no contaban con un sistema de alcantarillado establecido.

«Nos preocupamos y queremos que se haga algo al respecto. Qué tal si el terreno se está humedeciendo y nuestras urbanizaciones se deslizan, estaremos  como los damnificados del megadeslizamiento», dice Rosario Escalante. 

El macromedidor de agua potable se encuentra en la curva que une la urbanización Santa Fe con la urbanización Santa Fe de Quisada. Está cubierto por una tapa de concreto de un metro y medio por 30 centímetros de ancho. Hay fallas en los filtros, un técnico y Willy Limachi tratan de repararlos. 

Costos. EPSAS cobra a sus usuarios por la instalación del alcantarillado y las tuberías de agua potable alrededor de $us 99 a $us 130. El costo depende de la calidad de suelo.  La Cooperativa Las Lomas,en cambio, embolsa por el derecho de medidor, los tubos y el trabajo de instalación entre $us 300 y $us 400.

«A veces también nos cobran por los trabajos de mantenimiento que se hacen en las tuberías. Pagamos Bs 150 por casa, aunque muchas veces hay que esperar alrededor de dos a tres semanas», expresa Siles.

Residentes de esta zona informan que realizaron gestiones para que EPSAS se haga cargo del servicio, pero técnicos de la empresa indican que la tubería instalada por la cooperativa es deficiente y que se tendría que hacer un nuevo tendido.

«En EPSAS dijeron que debemos pagar Bs 150.000 para que nos instalen la tubería hasta la urbanización Jacaranda, por la avenida del Granado, y para que las otras urbanizaciones accedan a esa tubería y reemplazar la que tenemos, deberían pagar otros Bs 150.000», comenta Siles.

Además de la cooperativa Las Lomas, la empresa suministra agua a otras dos cooperativas: Lihuajtaipi en Mallasa y Jupapina, en Palca. Rico, el gerente EPSAS, informó  que con ambas se trabaja de forma interinstitucional para proporcionar un mejor servicio a los usuarios.

«Con Lihuajtaipi estamos trabajando de manera técnica y de capacitación para que se mejore el servicio a los usuarios mixtos que atiende, rurales y urbanos. El mismo trabajo lo realizamos en Palca», añadió. 

Las tres cooperativas surgieron para cubrir el vacío que no pudo cubrir Samapa ni Aguas del Illimani Estas organizaciones tendieron sus propias redes y al no tener una fuente propia de agua suscribieron convenios de provisión con EPSAS.

Hay 38 empresas de agua sin regulación

La Autoridad de Fiscalización de Agua Potable y Saneamiento (AAPS) Dión cuenta que hay 38 empresas privadas, de juntas vecinales o que funcionan como cooperativas, que brindan el servicio de agua potable en las laderas oeste y este de La Paz. «Ninguna de ellas está registrada, pero ya se hicieron acercamientos para que así sea. Al abastecerse de vertientes, su mayor falencia es la falta de calidad de agua que reparten, no se hace la cloración», indicó su director ejecutivo James Ávila.

Vecinos se quejan contra el servicio

Mauricio Siles
Vive en la calle Javier del Granado

«Los que no somos de la urbanización La Florida no tenemos presión de agua, en horas de la noche. El líquido no nos llega y la cooperativa nos dice que está arreglando este tema. Los de EPSAS no se quieren hacer cargo porque no son sus tuberías».

Marcelo Espinoza
Vive en la intersección Javier del Granado

«Hemos sufrido desde que se cortó el agua con el megadeslizamiento. Pensábamos que el líquido nos lo daba nuestra cooperativa y luego nos enteramos que es de EPSAS. Esas veces ninguno de los dos se hizo cargo y sólo recibíamos el agua cada tres días».

Guillermo Meriacha
Vive en la final Javier del Granado

«Queremos que alguien se haga cargo de nuestra situación y nos dé soluciones. Hicimos ya quejas a EPSAS y a la Autoridad fiscalizadora pero hasta ahora no tenemos respuestas; estamos al borde de la desesperación con la falencias del servicio».

Mario Alanoca
Vive a 2 cuadras de la avenida J. del Granado

«Nuestra alcantarilla es una pena, nuestras heces prácticamente van a parar a la calle. Cerca a la urbanización Los Frutales se puede ver el conjunto de desechos de más de 200 personas. Los olores son fétidos y no se puede cruzar por ahí sin taparse la nariz».

Henry Jordán
Vive antes de la intersección J. del Granado

«No hay un sistema de alcantarillado, los desechos van a los pozos sépticos o a vertientes cercanas. Como la cooperativa los colocó sólo para abastecer a Los Frutales, ahora que somos más, el número de heces es mayor y no hay soluciones al respecto».

Elizabeth asbún
Vive pasando la avenida Javier del Granado

«Con los pozos tenemos miedo de que las aguas servidas remojen el terreno y ocurra lo mismo que pasó en Callapa o en Kupini. Hay pocas pendientes en la zona, pero no hay duda que los suelos se están humedeciendo y queremos que nos den soluciones».