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Hay infecciones en el Distrito 8 por la carencia de alcantarilla

El director pedagógico de la unidad educativa Avelino Siñani, Efraín Aro Ticona, sostuvo que al mes se presentan cinco bajas de alumnos que muestran cuadros de enfermedades de infección estomacal.

«Como el colegio se encuentra en el mismo distrito, tampoco tiene alcantarillado y los baños son prácticamente pozos sépticos, que se limpian una vez al mes con apoyo de una cisterna que envía el municipio».

Marcia Guarachi, gerente de la red de salud Senkata 79 (que atiende a los niños de ambas escuelas y a los enfermos de todo el Distrito 8), sostuvo que por día acuden allí entre cinco y seis niños en edad escolar con cuadros de Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS) provenientes de esa área urbana.

También se presenta la misma cantidad de niños y niñas con parasitosis (infecciones producidas por parásitos). «Éstos ingresan al organismo a través de la ingesta de alimentos o agua contaminados. Otros parásitos ingresan a través de la piel, especialmente por las manos y los pies y se debe a la falta de higiene personal y del lugar donde se vive».

Para los padres de familia y vecinos de los barrios Llontop, Avellaneda, Los Pinos y 14 de Septiembre, de ese distrito, son tres las razones para que los niños enfermen: la falta de alcantarillado sanitario, carencia de alcantarillado pluvial y el pésimo servicio de recojo de basura.

Debido a la falta de alcantarillado, los vecinos usan pozos sépticos en sus domicilios, lo mismo que los alumnos en las unidades educativas, donde los baños están con aguas estancadas y cargadas de desechos humanos durante una semana, porque la limpieza se realiza una vez cada cinco o siete días.

La mayoría de las calles del Distrito 8 son de tierra y el viento levanta polvo y esparce las heces secas de perros, chanchos y ovejas, además de la basura que los vecinos dejan en las esquinas, porque el camión recogedor, según ellos, pasa una vez por semana.

En el trayecto entre 14 de Septiembre y Los Pinos, hay canales de tierra para el agua de la lluvia, pero como no existe pendiente el líquido se estanca. Aún se pueden observar las lagunas formadas durante la época de lluvias.

Este distrito carece de un sistema de alcantarillado sanitario, pese a que cuenta con agua potable. En noviembre del 2008 comenzó el tendido del ducto para los desechos, y debía concluirse en un año. Pero dos años y medio después aún no fue instalado. La obra está paralizada a 1.200 metros de conectarse con los canales de Puchukollo.

Según las autoridades ediles, el trabajo no avanza porque los comunarios de Jacha Marka Quentavi del municipio de Laja, de la provincia Los Andes, demandan 21 obras a cambio de permitir el paso de esa tubería.

El secretario general de la Alcaldía, Sergio Choque, anunció que el Ejecutivo municipal ha buscado permanentemente encuentros con los comunarios y los vecinos para hallar una solución, aunque asegura que no está en condiciones de atender esas demandas.

Explicó, por ejemplo, que no pueden ejecutar el asfaltado de la avenida Julio César Valdez hasta Laja, porque es «muy costoso».

La consecuencia de este impasse es que 72 urbanizaciones del Distrito 8 no pueden contar con el servicio de alcantarillado sanitario y están expuestas a enfermedades como las infecciones estomacales que reportan dos colegios de ese sector.

Cuando los niños o una persona adulta se enferman tienen que caminar para llegar hasta la posta sanitaria de Senkata 79, pues el distrito carece de un sistema de transporte.

En el día demoran 20 minutos, pero en la noche una hora y media, debido a que cuando el sol alumbra, los enfermos pueden llegar hasta la carretera a Oruro y desde allí completar el viaje en motorizados. Pero cuando se oculta el astro rey, tienen que ir a pie hasta Senkata, porque a esas horas no hay transporte ni siquiera en la carretera.

A la falta de transporte y posta sanitaria, se suma la ausencia de alumbrado público y de un retén policial.

Campo y ciudad, similares

Los 10 vecinos entrevistados por La Razón indicaron que llegaron al Distrito 8 del área rural en busca de mejores condiciones de vida. Pero comentaron que una vez instalados en el Distrito 8 encontraron iguales o peores situaciones. Lucha Paty arribó hace 15 años de la provincia Pacajes. «Es como llegar a un pueblo, desde que vivo aquí no ha cambiado nada». Wilmer Flores, otro migrante, aseguró que las condiciones de vida en este distrito son precarias por la falta de alcantarillado. La profesora Deysi señaló que en el Ernesto Che Guevara, el 90% de alumnos procede del campo.

Comunarios autorizan construir 40% de la tubería

Los vecinos del Distrito 8, las autoridades municipales y los comunarios de Jacha Marka Quentavi aún no hallan una solución a los problemas que impiden la conclusión del tendido de un ducto de alcantarillado sanitario.

El miércoles 13 de abril, se reunieron los tres sectores y consensuaron un pequeño avance. De los 1.200 metros lineales que faltan para que el entubado se conecte con la red de Puchukollo, se logró el permiso campesino para que se construyan 550 metros lineales (40%) a cambio de dos obras.

La Alcaldía de El Alto les presentó las carpetas para la construcción de un centro de salud y un puente, informó el vicepresidente del Comité de Vigilancia del Distrito 8, Juan Carlos Apaza.  Pero no se consiguió autorización para el tendido de los restantes 700 metros lineales con lo que completaría la obra.

Los campesinos, según Apaza, presentaron 21 solicitudes de obras, y la Alcaldía las rechazó porque carece de posibilidades económicas, aunque pretende continuar con las negociaciones para conseguir que los comunarios cedan en sus pretensiones.

Sin esta obra, la Alcaldía no puede licitar la instalación de las ramales a las calles y domicilios.

Vecinos solicitan atención municipal

Benigna Pinaya (43)
Ama de casa

«Mis hijos se enferman cada vez del estómago y se resfrían, esto se debe a que hay mucha basura en las calles y en la casa no tenemos cómo mantener la higiene por falta de alcantarilla».

Sonia Apaza (36)
Ama de casa

«Cada mes, compramos agua de una cisterna, a siete bolivianos el turril, para hacer el desayuno y el almuerzo de las wawas. Pero hay que cuidar, porque el líquido se acaba rápido».

Daysi Tampo (26)
Profesora de Literatura

«Los baños de nuestro colegio, Ernesto ‘Che’ Guevara, no tienen alcantarillado y los desechos se juntan y provocan infecciones en los niños. Sólo se limpian una vez a la semana».