Sociedad

Friday 26 Apr 2024 | Actualizado a 18:29 PM

‘Ahora soy una mujer completa, mi imagen y documentos revelan eso’

Por La Razón

/ 15 de mayo de 2011 / 05:00

— ¿Qué significa para usted llamarse Antonella?

— Es mi sueño hecho realidad, es por lo que siempre luché, estoy muy feliz porque al fin podré ejercer lo que siempre fui, una mujer, una mujer completa porque mi imagen y mis documentos revelan eso. Viviré tranquila, me casaré con algún hombre y quizás pueda adoptar hijos y me realice en el plano profesional.

— ¿Cuál es el nombre con el que le bautizaron?

— ¡No!, tanto luché para borrar ese nombre y tú me pides que te lo diga. Ese nombre está enterrado y nunca debió existir.

— ¿Dónde nació?

— En la provincia Omasuyos,  desde muy pequeño pasteaba mis ovejas, vendía refrescos y dulces en mi pueblo, criaba algunos chanchos y los vendía para ganar algo de dinero. Como cualquier otro niño estudié en mi pueblo hasta mis 10 años.

— ¿Cuán difícil es para una persona transexual de provincia, llegar hasta donde ha llegado?

— Es muy difícil, primero porque muchos no tienen la accesibilidad al estudio que yo tuve, lo que me permitió hacerme las cirugías que me hice, pero creo que debemos luchar por nuestra felicidad y nuestros ideales.

— ¿Cuándo se descubrió?

— A los seis años y desde entonces mis ideas y mis pensamientos siempre fueron los de una mujer. Pero por cuestiones sociales y culturales no podía mencionar estas ideas a mis padres, de manera que me callé y viví con un complejo de inferioridad. Los niños me metían mano, me insultaban me golpeaban y aguanté su sarcasmo durante años.

— ¿Y cuándo llegó a La Paz?

— A los 11 años y sentí la discriminación más profunda, estudié en el colegio Bolívar, de puro varones. Los estudiantes me metían mano, me golpeaban, me insultaban, escuchaba sus burlas, su sarcasmo, sufrí muchísimo. Tuve paranoia, complejos de inferioridad e intentos de suicidio. Por lo que retorné a mi pueblo hasta que salí bachiller. En ese entonces no estaba preparada todavía, no sabía lo que eran las identidades sexuales y genéricas. Consideraba que era pecador, sucio, como nos hace creer la religión judío cristiana, que el no ser heterosexual es inmundo. Entonces, sacar esas ideas que están en lo más profundo de uno es muy difícil.

— ¿Entonces debió romper primero sus temores internos?

— Sí, yo tenía la necesidad de que todo el mundo me acepte, pero la verdad era que yo no me aceptaba todavía y tenía una lucha interna, conmigo misma. Yo no lo acepté, toda mi infancia y mi adolescencia, hasta ingresar al cuartel, en Trinidad, en el grupo aéreo 72, donde fui dragoneante,  como cualquier otro soldado. Ahí tuve mi primera pareja. Y saliendo del cuartel e ingresando a la universidad a la Facultad de Medicina recién acepté mi identidad sexual y poco a poco empecé a desarrollar mi verdadero género.

— ¿Su verdadero género?

— Todo ser humano tiene diferentes formas de sexo dentro de su ser, llamado dimensiones sexuales. Uno es el sexo biológico que es la parte corporal y física; está el sexo psicológico, que es la manera en la que te autodefines. Las personas que nacieron con el síndrome de Harry Benjamín, son transexuales, son las que habiendo nacido con genitales de un sexo, su mente y su alma son del sexo opuesto.

— ¿Por qué inició el cambio de nombre y sexo?

— Tengo imagen femenina y documentos masculinos, tenía la esperanza de ser aceptada por la sociedad así, pero la discriminación era tanta y el rechazo era diario, que decidí hacer mis papeles, para ya no vivir en la ilegalidad. Pese a que me ven en carne y hueso, para la justicia no tengo legalidad, no existo prácticamente, no tengo el estatus de ser humano, ni para la justicia y menos para la gente, a pesar de que estoy aquí. Pero además busco ser reconocida como mujer, como lo que soy, es por eso que inicié el juicio de cambio de nombre y sexo, a nivel legal, a finales del 2009.

 — ¿Y ahora?

— Soy Antonella, me costó mucho. Pasé por una serie de pruebas, test y exámenes, pero ahora sí estoy completa, tengo la imagen y el nombre femeninos. Inicié este proceso en el Juzgado Sexto de Instrucción en lo Civil y Comercial donde se dictó la sentencia a mi favor.

— ¿En base a qué normas?

— En nuestro país es difícil porque no existe la Ley de Identidad de Género. Mis  abogados se basaron en leyes internacionales y algunas normas bolivianas como la nueva Constitución Política del Estado y  convenios  internacionales.

— ¿Cuándo comenzó su transformación?

— Cuando sentí la necesidad de tener algo propio,  verdadero, porque las esponjas, pelucas y rellenos no eran suficientes, yo tenía que tener un cuerpo verdadero, entonces empecé la transformación y la búsqueda para que coincidan mi imagen con mi interior.

— ¿Cuántas cirugías tiene?

— 14 operaciones e invertí más de $us 7 mil. Lo primero que hice fue ponerme silicona en las caderas, luego los senos. Me hice cirugías de rinoplastia, estética facial, lifting y otras más. En Bolivia soy la más completa.

— ¿Son los únicos requisitos que debes tener para lograr el cambio que quieres?

— No, una persona transexual debe seguir una terapia de reasignación sexual, que incluye tres procesos, la parte psicológica, que está vinculada a la forma de sentir y pensar como una mujer; la biológica, con tratamientos hormonales; y la parte quirúrgica. El último paso es el cambio de nombre y sexo en tus documentos personales.

— ¿Cuándo salió a la luz pública y se hizo visible?

— La sociedad me descubrió cuando fui elegida Miss La Paz, el 2007,  para entonces yo trabajaba en el Hospital Obrero y mis colegas vieron la elección por televisión. Entonces no podía ocultarlo más, es ahí cuando salgo completamente del clóset, entonces expliqué y empecé a hablar libremente de mi sexualidad.

— ¿Cómo hizo respetar su orientación sexual?

— En la Facultad de Medicina tuve que enfrentarme a un hombre que constantemente se burlaba de mí y me insultaba. Decía a su amigos, de manera sarcástica, «no seas maricón, qué gay que eres» y otros insultos más. Hasta que un día lo esperé en la entrada de la Facultad y lo agarré a golpes, y le dije «soy gay declarado y me vas a respetar». Durante mis estudios me disfrazaba de hombre, con todo ancho porque yo ya había empezado la transformación de mi cuerpo. Para mi año de provincia ya tenía los implantes de seno y debía fajarme porque mis documentos decían que era hombre, entonces mi imagen debía coincidir.

 — ¿Cuál fue el momento más duro que le tocó vivir?

— Hay dos partes duras. Los golpes que recibí de mi hermano mayor, desde que era muy pequeño, sus gritos que decían ¡Salí maricón de mierda¡ tú no eres mi hermano¡ , me golpeaba, me insultaba y salí de mi casa. La segunda parte dura es cuando busqué trabajo con una imagen de mujer y documentos de hombre y fui rechazada.  Sufrí mucha discriminación en las oficinas, en los bancos, en los hoteles, cuando buscaba hospedaje y me decían  sí señorita pase, presentaba mis   documentos y me decían: «un ratito ya no hay habitaciones, no hay espacio». Entonces, la discriminación es diaria para las mujeres transexuales. Se debe tener una personalidad muy fuerte para poder enfrentar esto.

— Ahora ¿Cuál es el principal objetivo de su vida?

— Es educar a la gente, a la sociedad para que algún día este tipo de relaciones sea visto y aceptado de manera natural. Para ello debe cambiar el pensamiento de la gente. Deben entender que somos seres humanos como todos y las relaciones que tenemos son de amor, como cualquier otra relación de parejas heterosexuales. Esto debe ser acompañado por la Ley de Identidad de Género, la cual nos permitirá encaminarnos y transitar sin dificultad en lo que debimos haber sido siempre, mujeres.

— ¿Qué recomienda a los adolescentes que  están descubriendo su orientación sexual?

— Primero, a las familias, son quienes deben apoyar a sus hijos y entender que nadie escoge su identidad sexual y apoyar  a sus hijos transexuales, lo más antes posible, para que ellos puedan integrarse a la sociedad sin problema. A los hombres y mujeres transexuales, sentirse orgullosos de lo que son, jamás avergonzarse. No escogimos vivir esta vida, pero debemos luchar para poder conseguir nuestros objetivos, nuestros sueños y ser personas auténticas, porque nacimos en cuerpos de hombres con pensamiento y alma de mujer .

— ¿Y si no hay apoyo?

— Si no hay apoyo de la familia estarán arrinconando a una persona a vivir una vida de infelicidad y de marginación, porque la mayoría de las mujeres trans se van a la prostitución, porque si la familia no las apoya, la sociedad las discrimina y las rechaza, entonces qué les queda.

 

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Un asunto oscuro

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años

Por La Razón

/ 25 de abril de 2024 / 06:59

La todavía incipiente industria del litio en Bolivia no puede salir de las sombras. Al violento arresto del exministro de Minería y exresponsable de la planta en la región de Lípez en Potosí, Luis Alberto Echazú, se ha sumado, ayer, la muerte del exgerente ejecutivo de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). El tema se ha politizado y, ahora, judicializado, pero del negocio no hay más que promesas.

Los contornos del caso, la actuación presuntamente arbitraria e irregular de la Fiscalía el lunes, según denuncia del abogado de Echazú, así como las declaraciones de jerarcas y portavoces del ala evista del MAS, hacen pensar en intereses políticos ligados a la sorda pelea por el poder en el partido gobernante antes que en aquellos ligados al efectivo despegue de la industria del litio en el país. El intercambio de acusaciones, con y sin fundamento, en nada ayuda a reactivar el proyecto.

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El tono y el contenido de una “carta abierta” firmada por el exgerente de YLB, Juan Carlos Montenegro, otro de los imputados, antes de morir (incluyendo una última línea en la que pide perdón a sus seres queridos por el “dolor” que les causará “esta mi decisión”), hace pensar en que detrás de la acusación hecha el jueves de la semana pasada por la actual gerente del proyecto y el procurador del Estado, además de la sorprendentemente rápida actuación del Ministerio Público, hay mucho más que la búsqueda de justicia o de castigo a la corrupción.

Según la presidenta ejecutiva de YLB, la acusación fue fruto de una investigación técnica realizada a lo largo de dos años, asunto del cual ni ella ni su antecesor habían dicho nada anteriormente. Al ser conducido a celdas policiales, el exministro, ahora en detención domiciliaria, afirmó que “el Gobierno quiere ocultar tres años y medio” de parálisis en el que debería ser el proyecto más importante del Estado Plurinacional en los últimos años.

Coincidiendo con la denuncia de YLB contra exfuncionarios de la institución, el mismo día, el Presidente del Estado acusó a “potencias mundiales” y un “país vecino” de pretender controlar los recursos naturales del país, especialmente el litio, bloqueando las exportaciones y excluyendo a Bolivia en procesos estratégicos de comunicación. A la luz de lo sucedido en los últimos años, es evidente que el principal obstáculo está en el Estado y no fuera de las fronteras.

Mientras Chile se abre a las inversiones de riesgo compartido y se propone recuperar el sitial de primer exportador de litio en el mundo en los próximos dos años, y el presidente de Argentina busca entregar las reservas de su país a las transnacionales del sector, Bolivia todavía no ha mostrado cuál es su estrategia de industrialización y comercialización del preciado mineral, al extremo que ni siquiera ha transparentado los acuerdos (no contratos) que tiene con empresas chinas y rusas. Así, es imposible tener optimismo en el futuro del litio.

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Ley ‘antihombres’

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta.

Por La Razón

/ 21 de abril de 2024 / 00:27

La penosa declaración del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, en sentido de que la Ley 348 es una ley “antihombres” (sic), puso en agenda la cuestión irresuelta de la violencia contra las mujeres. Rodríguez recibió fuertes críticas, pero también adhesiones. Lo preocupante es que fomenta a grupos antiderechos y pone en riesgo una norma que protege a las mujeres.

 La ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia (Ley 348) fue promulgada por el presidente Morales en marzo de 2013. Su objeto es establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres en situación de violencia, así como la persecución y sanción a los agresores. Se trata de una ley avanzada, resultado de muchos años de lucha de las mujeres por sus derechos en una sociedad patriarcal y machista como la boliviana.

En 11 años de vigencia, la Ley 348 permitió el registro de centenas de miles de denuncias de violencia contra mujeres en el país. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, el año pasado hubo casi 52.000 denuncias. Los casos de violencia familiar o doméstica, que son la mayoría, se incrementaron en 193% entre 2013 y 2023. Cada día, en promedio, hay 142 denuncias de violencia contra mujeres, 30 agresiones sexuales, 104 embarazos de niñas y adolescentes. En 2023 se registraron 81 feminicidios.

Los datos son innegables y terribles: la violencia contra las mujeres, lejos de disminuir, persiste e incluso aumenta. Por ello son deplorables afirmaciones tan ligeras como que la Ley 348 es una “ley antihombres” o, peor, que “la violencia no tiene género”. Si bien existen acusaciones falsas contra hombres, e incluso detenciones arbitrarias presumiendo culpabilidad, ello no atenúa ni menos niega la abrumadora evidencia de que las mujeres son las victimas sistemáticas de actos de violencia en todas sus formas.

En su capítulo de derechos fundamentales, la Constitución señala con claridad que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual y psicológica”. Y establece que el Estado tiene la obligación de adoptar las medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar la violencia de género.

Con ese mandato constitucional, la Ley 348 define mecanismos para proteger a las mujeres. Y traza la ruta para la denuncia, persecución y sanción penal de los agresores.

Es evidente que se requiere una reforma normativa y hay valiosas propuestas para el efecto. Pero sobre todo fallan los operadores del sistema judicial. Claro que debe evitarse que haya hombres inocentes en prisión, pero sobre todo que los feminicidas y violentos estén libres. Las polémicas palabras del presidente del Senado tendrían que servir para debatir el tema, mejorar la ley, garantizar en serio para las mujeres una vida libre de violencia y frenar las muy peligrosas campañas antiderechos.

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Un vecino conflictivo

El gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo

Por La Razón

/ 18 de abril de 2024 / 07:06

Días atrás, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, informó que había decidido reforzar la seguridad en la frontera con Bolivia debido a la supuesta presencia de cientos de militares iraníes en el país. La respuesta de la Cancillería boliviana fue tan rápida como mesurada, en evidente contraste con el tono que está adoptando el gobierno de Javier Milei.

Desde el inicio, la presidencia de Javier Milei ha sido notable no solo por sus políticas internas de shock, sino también por su manejo de las relaciones internacionales, especialmente con países latinoamericanos de gobiernos considerados izquierdistas. Sus controversiales interacciones con líderes regionales han generado un amplio debate sobre las estrategias diplomáticas y sus implicaciones tanto a nivel regional como doméstico.

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Primero, el intercambio de insultos con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó una rápida escalada de tensiones que afortunadamente no pasaron a más. Milei respondió a las críticas de López Obrador, quien había tildado a Milei de “facho conservador”, con términos igualmente duros, exacerbando las fricciones bilaterales. Este tipo de diplomacia de confrontación no solo socava las relaciones tradicionalmente cordiales entre Argentina y México, sino que también plantea preguntas sobre la estabilidad regional.

Por otra parte, las relaciones con Colombia se tensaron significativamente después de que Milei llamara al presidente Gustavo Petro «comunista asesino». Esta declaración provocó una pronta respuesta diplomática de Colombia, incluyendo el llamado de su embajador en Buenos Aires, lo cual subraya la seriedad del conflicto y el impacto en las relaciones diplomáticas; por ahora las relaciones entre ambos países están normalizándose y los respectivos embajadores han regresado a sus funciones.

Asimismo, la afirmación de la ministra Bullrich sobre la presunta presencia de militares iraníes en Bolivia añadió más leña al fuego, mostrando una tendencia hacia declaraciones provocativas que pueden tener serias repercusiones diplomáticas y de seguridad. Algo similar había ocurrido poco antes, cuando el presidente Milei afirmó que el gobierno de Chile iba a llevar a ese país a la pobreza por adoptar políticas socialistas. En ambos casos la respuesta fue pronta, mesurada y contundente.

En el frente interno, estas controversias internacionales parecen servir como una cortina de humo para desviar la atención de los problemas económicos graves que enfrenta Argentina, como la inflación y el estancamiento económico. Al centrarse en conflictos externos, el gobierno de Milei podría estar buscando consolidar su base política mediante el nacionalismo y el anti-izquierdismo, mientras posterga o minimiza la discusión sobre la necesidad de reformas económicas internas profundas.

Es posible que las tácticas de confrontación de Milei tengan un atractivo político inmediato entre ciertos sectores en Argentina que le son afines, pero los riesgos asociados a alienar a países vecinos y potenciales socios comerciales son altos, especialmente en el mediano y largo plazos, cuando el polémico mandatario ya no esté en funciones.

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Los medios en cuestión

Por La Razón

/ 14 de abril de 2024 / 00:20

El reciente estudio Delphi de la Fundación Friedrich Ebert (FES-Bolivia), realizado con líderes de todo el país, revela datos delicados respecto a los medios de comunicación y su desempeño. Además de una baja confianza, se percibe a los medios como promotores del conflicto y como actores políticos que informan en función a su agenda e intereses. La evaluación es crítica.

Hubo un tiempo en que los medios de comunicación y periodistas, en general, estaban en la cima de la confianza ciudadana. Junto con la Iglesia Católica, tenían muy alta legitimidad. Hoy es diferente: en la Delphi de la FES, solo el 7% tiene una confianza alta o muy alta en los medios. Para el 39% es regular. Y un mayoritario 54% confía poco o nada. Estos datos debieran preocuparnos. Si bien estamos mejor que otras entidades, la confianza es un bien preciado que los medios debemos recuperar y preservar.

En un contexto en que los medios digitales y las redes sociales tienden a desplazar a los medios de comunicación tradicionales como principal fuente de información, es necesario hacer un examen acerca de nuestro desempeño. ¿Cómo nos evalúan los líderes? Más de dos tercios, nada menos, sostienen que los medios informan en función a su propia agenda e intereses. Si sumamos el 13,5% que nos perciben como manipuladores, el saldo es muy negativo. Solo un marginal 7% cree que los medios informan con veracidad.

La baja confianza en los medios y la percepción de que informan más pensando en ellos mismos que en la sociedad, quizás se explican, entre otros factores, porque varios operadores mediáticos están polarizados y alientan la polarización. Lo vimos como tragedia en la crisis de 2019, cuando algunos medios y periodistas avalaron y hasta justificaron las masacres. Ello se reafirma en la Delphi: 86% de los líderes consultados sostienen que los medios promueven enfrentamientos y conflictos en el país.

Por si fuera poco, en estas percepciones reveladoras de la situación del campo mediático en Bolivia, casi nueve de cada 10 participantes en el estudio de la FES están de acuerdo con la afirmación de que los medios actúan como si fuesen actores políticos. Es tremendo. Para los liderazgos, la esencia de los medios se está perdiendo. En su balance, varios medios y periodistas están más cerca de la acción política que de la labor informativa. Eso, por supuesto, va en desmedro del periodismo.

Los estudios de percepción cualitativa y de opinión pública expresan tendencias generales en momentos determinados. Son útiles para la reflexión y el análisis. Y contribuyen a la autocrítica. Pero hay diferencias. Más allá de las percepciones aquí descritas, es meritorio el trabajo de medios que persisten en el empeño de cuidar y cultivar cada día los derechos a la comunicación e información. Como diario nos situamos en ese camino reafirmando nuestro compromiso con el libre ejercicio del oficio periodístico.

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Un impasse inédito

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales

Por La Razón

/ 11 de abril de 2024 / 06:33

Aunque se afirma que no es la primera vez que ocurre en la historia reciente, lo sucedido en Quito la noche del viernes al sábado, cuando la Policía irrumpió en la Embajada de México ante Ecuador, representa mucho más que un escándalo diplomático y ha puesto al país andino en un impasse del cual será muy difícil salir, mucho más debido a la hasta ahora arrogante posición de su gobierno.

El conflicto diplomático entre México y Ecuador, cuyo antecedente inmediato fue la declaración de persona no grata a la embajadora mexicana, que luego dio paso al secuestro y encarcelamiento del exvicepresidente Jorge Glas, que acababa de recibir el estatus de refugiado político (pese a haber sido condenado por delitos comunes años atrás), ha escalado hasta alcanzar los estrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde México ha presentado una demanda buscando justicia y el respeto a las normas internacionales.

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La decisión de México de acudir a la CIJ y la convocatoria a sesiones extraordinarias de la Organización de Estados Americanos (OEA) los días martes y miércoles reflejan la gravedad de la situación y la necesidad de un marco de acción que respete los principios fundamentales de la diplomacia y el derecho internacional. Estos foros ofrecen una oportunidad invaluable para abordar el conflicto de manera constructiva, poniendo en primer plano la necesidad de soluciones pacíficas y el diálogo basado en el respeto mutuo, razón por la cual la demanda ecuatoriana de revisar los tratados internacionales es poco prudente.

En estas circunstancias, la comunidad internacional, así como los organismos regionales y multilaterales, deben actuar como mediadores para facilitar una resolución que respete las normas internacionales y promueva la estabilidad regional. Según expertos en la materia, la mediación debe enfocarse en la reconciliación y buscar una solución que permita a ambas partes superar el impasse, manteniendo la integridad de los tratados internacionales como guía.

Este conflicto sirve para poner en relieve la importancia de adherirse a los principios del derecho internacional no solo como un fin en sí mismo, sino como un medio para asegurar la paz, la seguridad y el respeto entre las naciones. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante para el manejo de futuras disputas diplomáticas y reafirmar el valor de las convenciones internacionales como pilares de las relaciones entre Estados.

El camino hacia la resolución de este conflicto debe estar pavimentado con el respeto a las leyes internacionales y el compromiso con el diálogo y la negociación. Es imperativo que México y Ecuador, con el apoyo de la comunidad internacional y organismos como la OEA, encuentren una salida basada en el entendimiento mutuo y el respeto a los tratados que han guiado las relaciones diplomáticas durante décadas. Este enfoque no solo resolverá el impasse actual de manera justa, sino que también fortalecerá el sistema internacional basado en reglas, crucial para la coexistencia pacífica entre naciones.

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