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Reforma legal genera polémica en España

Si una pareja no acuerda qué apellido prevalecerá, un funcionario decidirá

Luego de que una reforma legal terminó con la prevalencia del apellido paterno en España, una polémica se desató en ese país europeo por los casos en que la pareja no logró ponerse de acuerdo en cuál sería el orden de los apellidos que llevarían los hijos, según una serie de publicaciones del diario El País.

Hace una semana, la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados alcanzó un acuerdo en sentido de que el orden de los apellidos de los hijos lo decida el funcionario del Registro Civil si en tres días los padres no son capaces de ponerse de acuerdo al respecto.

Finalmente no será el orden alfabético, como había propuesto de principio el Gobierno, ni al azar, como habían sugerido grupos parlamentarios de la oposición, el que prime. El partido en función de gobierno había justificado su propuesta por razones de igualdad, porque en la actualidad el criterio del padre tiene prioridad y se buscó en el orden alfabético un argumento objetivo para dirimir la disputa.

El texto ahora está en manos de la Cámara Alta. Otra propuesta aceptada por el Congreso permite el cambio de apellidos para los hijos y nietos de las mujeres víctimas de violencia de género.

«Con el fin de avanzar en la igualdad de género se prescinde de la histórica prevalencia del apellido paterno frente al materno, permitiendo que ambos progenitores sean los que decidan el orden de los apellidos», dice el texto del proyecto de ley que busca reformar el Registro Civil que rige desde 1957 y que, en opinión del Ejecutivo, ha dado muestras de calidad técnica y de su capacidad de adaptación

La normativa supone un avance en la igualdad de género al haberse eliminado la prevalencia obligatoria del hombre en caso de desacuerdo

«Los apellidos tienen un alto contenido simbólico. No hay que olvidar que hasta que se permitió la alteración de orden de los apellidos, tener un varón era la única manera de garantizar la continuidad y pervivencia del apellido.

Sin embargo, se solicitan cambios o alteraciones en ellos no sólo por estas cuestiones o por el propio hábito de haber dejado de utilizar un apellido de uso común en aras de otro más llamativo o con el que uno se identifica más», dice una publicación del diario español.